El juez federal de La Plata Arnaldo Corazza procesó al ex capellán de la Policía Bonaerense Cristian von Wernich por su complicidad en secuestros y torturas durante la última dictadura militar. “Ha quedado demostrado prima facie que el imputado mantuvo entrevistas con personas privadas ilegalmente de la libertad con el objeto de obtener información útil para sus superiores, valiéndose de su servicio sacerdotal que no denotaba sospecha”, sostuvo el magistrado en su fallo.
El cura represor estaba detenido desde el 25 de septiembre pasado, acusado de haber tenido participación en 33 casos de privación ilegal de la libertad y torturas, y en 19 homicidios cometidos en centros clandestinos de detención que funcionaron en La Plata y el Gran Buenos Aires.
Luego de su arresto –solicitado por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Plata–, Von Wernich fue interrogado y reconoció haber visitado los campos de concentración del represor Ramón Camps (los llamó “cárceles”), pero negó haber visto a presos con signos de haber sido torturados. Ante las preguntas puntuales, se amparó en el secreto confesional para evitar dar precisiones.
Corazza dispuso ayer su prisión preventiva y el embargo de sus bienes por un millón de pesos. Además, ordenó que siga detenido en dependencias de la División de Delitos Complejos de la Policía Federal Argentina.
El ex capellán policial, de 65 años, fue denunciado por numerosos testigos en el Juicio por la Verdad que lleva adelante la Cámara Federal de La Plata.
Los relatos de los sobrevivientes lo ubicaron en los campos que funcionaron en la comisaría quinta, la Brigada de Investigaciones, Pozo de Quilmes y Puesto Vasco. Una de sus víctimas, Luis Velasco, relató que Von Wernich mantenía “largas charlas” con los detenidos y que le dijo que “debíamos pagar por lo que habíamos hecho, con torturas, con la muerte o con lo que fuera necesario”.