La recusación del fiscal Germán Moldes por “parcialidad manifiesta” en la causa por presunto encubrimiento de funcionarios del Gobierno a los acusados iraníes del atentado a la AMIA generó críticas desde la oposición y fue defendida por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. El presidente de la Asociación de Fiscales, José Donoso Castex, y el ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro, calificaron el pedido de recusación presentado por el diputado Andrés Larroque como un “disparate”. Fernández consideró que hay “millones de elementos” para recusar a Moldes, dado que en sus exposiciones públicas “se exhibe con una enemistad manifiesta con el Gobierno”.

Moldes es quien debe sostener (o no) ante la Cámara Federal la apelación del fiscal Gerardo Pollicita al fallo del juez federal Daniel Rafecas, quien desestimó la denuncia de encubrimiento a Irán formulada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Fernández, el canciller Héctor Timerman y el propio Larroque, entre otros. El dirigente de La Cámpora recusó al fiscal por carecer de la objetividad necesaria. Su abogada Lucila Larrandart diferenció al menos tres casos concretos: las “frases despreciativas” que usó al denunciar a la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, por presentar documentación que refuta la acusación de Nisman y Pollicita; manifestaciones públicas en las que “mezcla la muerte del fiscal con la denuncia, habla de ‘muerte política’ y ‘valiente denuncia’”; y su falta de voluntad para impulsar la causa del encubrimiento del atentado a la AMIA, que denunció en su momento la asociación Memoria Activa.

Donoso Castex afirmó que esos argumentos son un “disparate total”. El presidente de la Asociación de Magistrados reivindicó la marcha del 18F y dijo que tuvo como fin “respetar y honrar la memoria de un fiscal que no tuvo el homenaje ni el duelo necesario por parte de la cabeza del Ministerio Público Fiscal y altas autoridades del Gobierno”. “Hay ejemplos concretos de las distintas presiones a que se intenta someter a los fiscales para cuestionarlos y apartarlos”, aseguró. Mencionó como ejemplo las reacciones contra Nisman “apenas realizó su denuncia” y agregó que a Pollicita “se lo ha prepoteado” diciéndole públicamente “a ver si tenía el coraje de apelar” la resolución de Rafecas. “Vamos a alzar la voz para que se respete la actuación de los fiscales, esto no ha sido aislado”, dijo, y agregó que ya hubo presiones “en el caso de (José María) Campagnoli y (Carlos) Rívolo cuando quiso investigar al vicepresidente (Amado Boudou)”.

Desde el macrismo, Montenegro juzgó de “disparate” y “exceso” la recusación contra Moldes. “Lo único bueno de todo es que uno pierde la capacidad de asombro. Un fiscal, guste o no, es parte del proceso”, dijo el funcionario, que calificó la manifestación del 18F como “un homenaje a Nisman convocada por sus colegas” y aseguró que el Gobierno “cuando no le gusta una decisión judicial o no le gustan las personas que tienen que trabajar, tratan primero de apartarlo”.

Fernández, en tanto, justificó la impugnación al fiscal. “Es cuestión de ir a buscar los videos y las notas radiales donde (Moldes) se expresa abiertamente con esa enemistad manifiesta con el Gobierno”, denunció. Para el ministro, a partir de esa actitud el fiscal “se supone que es parcial, que no es independiente, que no trabaja en el sentido que todos pretendemos”. “La marcha nunca fue de homenaje a Nisman, salvo los familiares que seguramente lo han homenajeado; el resto estaba en cualquier cosa. La jarana de estas personas (por los fiscales participantes) era superlativa, así no se homenajea a un amigo muerto”, afirmó.