El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, volvió a apuntar ayer contra el técnico informático Diego Lagomarsino, al señalar que “quien aportó el arma” con la que se produjo la muerte del ex fiscal Alberto Nisman “en cualquier país del mundo estaría detenido”. Al tomar distancia de la pericia presentada por la ex esposa de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, Fernández recordó que en la investigación “se imputa y marca a una sola persona, que es Lagomarsino”. El ministro sugirió que “tendrían que reunirse” los peritos de parte y los oficiales para conciliar sus análisis. Manifestó “el mayor de los respetos” por unos y otros, y agregó que las diferencias “tendrían que dirimirlas entre ellos”.