A pocos días de conformarse el nuevo frente, se profundizaron los cruces entre los integrantes del PRO, la UCR y la Coalición Cívica. Desde el radicalismo salieron a cuestionar al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por asegurar que no formará un gobierno de coalición en caso de ganar las elecciones. El diputado Ricardo Alfonsín cargó las tintas sobre el presidente del Comité Nacional, Ernesto Sanz, y advirtió que el líder del PRO “dijo lo contrario a lo que le dijo Sanz a la convención en Gualeguaychú”. “Macri ya les avisó que no les va a dar nada, como en la CABA, que no hay un solo legislador radical en las listas”, aseguró el senador Eugenio “Nito” Artaza, quien consideró que “la estrategia de alquilarle el partido a Macri la cocinaron cuatro dirigentes adentro del Obelisco, ignorando a todo el interior”. Julio Cobos, otro de los detractores del acuerdo, también volvió a marcar sus diferencias: “No creo que los radicales acompañen en las elecciones a Macri para que los represente como candidato a presidente”.

A pesar de haberse aprobado por amplia mayoría en la convención radical de Gualeguaychú, las diferencias en torno del acuerdo con el PRO volvieron a agudizarse tras los últimos dichos de Macri: “Yo no voy a hacer un gobierno condicionado ni integrado de una manera forzada. Acá vamos a competir y el que gana es el que va a conducir y a armar su gobierno y pedirá o no colaboración. Esos son los términos en los cuales lo hemos planteado”, afirmó el jefe del PRO en declaraciones radiales. La reacción radical no se hizo esperar: “Macri entró en abierta contradicción con las palabras pronunciadas por el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, para justificar una alianza con el PRO”, le reprochó Alfonsín, quien aseguró que de ratificarse los dichos del macrismo, “sería una desconsideración al radicalismo bonaerense”, que él conduce. En declaraciones radiales, Sanz había asegurado que los votantes radicales “están contentos porque van a poder votar a un candidato a presidente radical, en el contexto de una coalición”.

“Lo importante acá es que el que gana va a gobernar y va a pedir colaboración, que es distinto a decir que esto nace como un gobierno compartido”, retrucó ayer Macri y completó: “El que gana tiene libertad. Si Ernesto Sanz gana la interna y sale electo presidente, él armará su equipo y nos pedirá a nosotros colaboración en lo que él considere”. En la misma línea, el presidente del Banco Ciudad y uno de los operadores del macrismo para el acuerdo con la UCR, Rogelio Frigerio, también salió a tomar distancia: “No va a haber un cogobierno, el que gana la primaria gobierno y el que pierde, sugiere”, afirmó.

Pero ésos no fueron los únicos cruces con Macri. Tanto Julio Cobos como Ernesto Sanz descalificaron su propuesta de levantar el cepo cambiario inmediatamente después de asumir la presidencia. “Cuidado con las promesas voluntaristas de campaña que luego no se podrán cumplir o que provocarán más inflación y desempleo”, sostuvo Cobos, que declinó su candidatura presidencial tras aprobarse el acuerdo con el PRO.

Por su parte, dirigentes radicales como el formoseño Luis Naidenoff adelantaron que harán uso de la facultad que les otorgó la Convención Nacional del partido y que continuarán las negociaciones con Sergio Massa para pegar su boleta con la del candidato a presidente del Frente Renovador, además de la que lleve el frente integrado por la UCR. En diálogo con Página/12 renovó sus críticas a la convención y ratificó que otros dirigentes como Gerardo Morales y José Cano también seguirán sus acuerdos con Massa.

Por otra parte, el jefe de Gobierno porteño se mostró junto a legisladores bonaerenses y su precandidata a gobernadora, María Eugenia Vidal. Allí señaló que cada partido “preserva su identidad” y que quien gana las PASO “conduce”. Sanz evitó hacer más declaraciones, aunque se juntó con los cordobeses Ramón Mestre y Mario Negri para analizar la estrategia electoral del distrito. También hizo lo propio con el santacruceño Eduardo Costa.