“Ni bien la Corte lo solicite, se procederá de igual forma que en la causa AMIA”, aseguró ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a través de su cuenta de Twitter, anunciando la desclasificación de la información reservada que tiene el Estado en el caso del atentado a la Embajada de Israel. “El Gobierno va a actuar de la misma manera que lo hizo siempre”, agregó luego al relatar su respuesta a uno de los integrantes de la comitiva de sobrevivientes y familiares de las víctimas del atentado cuando los recibió en su despacho el miércoles y les concedió el pedido.

“En el encuentro que mantuve el día 17 con sobrevivientes y familiares de las víctimas de la voladura de la Embajada de Israel, uno de ellos, no recuerdo quién (creo que fue Mónica Hernández o Nelly Durán), me preguntó si era posible desclasificar la información que hubiera sobre la embajada, como se hizo en la causa AMIA”, comenzó relatando Fernández de Kirchner en Twitter para explicar cómo se fue desarrollando la idea de abrir los archivos. “Seguramente las querellas formularán la solicitud a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tribunal que tiene la responsabilidad de llevar adelante la causa Embajada con competencia originaria y exclusiva”, señaló, expresando su decisión de desclasificar la información de Inteligencia sobre el ataque con explosivos del 17 de marzo de 1992 contra la Embajada de Israel en la zona de Retiro, que causó la muerte a 22 personas e hirió a otras 242.

El anuncio presidencial se produjo luego del encuentro con los sobrevivientes y familiares el miércoles, al cumplirse 23 años del atentado. En su mensaje presidencial del 1º de marzo, en el que dio inicio al período legislativo en el Congreso, había hecho mención al atentado contra la AMIA, pero también le había apuntado al gobierno israelí por el caso de la embajada. “Todavía no puedo entender por qué Israel reclama por la AMIA y no por la voladura de su embajada. Llama poderosamente la atención”, había señalado para mostrar las distintas varas con las que se expresaban los encargados de la política israelí. El grupo que recibió la Presidenta en su despacho también muestra sus diferencias con el tratamiento e importancia que le dio el gobierno de Israel al realizar su propio acto en reclamo de justicia en la plaza seca de la esquina de Arroyo y Suipacha, diferenciándose del acto oficial que realizó ayer la embajada con las autoridades e incluso con el ministro de Agricultura israelí.

Fernández de Kirchner ya había apuntado a la falta de avances en la causa que se encuentra en manos de la Corte Suprema el 1º de marzo en su discurso de inicio del período legislativo, donde directamente solicitó que el tribunal supremo informara “cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante”. Lorenzetti contestó erróneamente dos días más tarde que el atentado a la embajada era “cosa juzgada” por un fallo de 1999, aunque después debió retractarse en un comunicado en el que se afirmaba que la investigación seguía su curso. En 2006, cuando ya presidía Lorenzetti la Corte, en otro fallo sobre la embajada, resolvió “seguir investigando” y consideró improcedente “pronunciamiento alguno respecto de la extinción penal” de la causa.

La Presidenta afirmó que se había “olvidado esa parte de la charla y no podía dejar de mencionarlo. Fue una de las primeras cosas que me dijeron”, al dar a conocer su voluntad de desclasificar los documentos. Así destacó que cuando recibió en audiencia a los sobrevivientes y familiares de las víctimas y le solicitaron la apertura de los archivos secretos elaborados por la Secretaría de Inteligencia respondió “por supuesto, sin ninguna duda. El Gobierno va a actuar de la misma manera que lo hizo siempre”, sostuvo y agregó que “ni bien la Corte lo solicite se procederá de igual forma que en la causa AMIA. Dije, ya pasaron 23 años sin que haya un solo detenido ni un solo condenado. Cuando formulé esa reflexión, Rita Jana (abogados de los sobrevivientes y familiares), con firmeza, agregó: ‘Ni siquiera un imputado’. Sin palabras”.