El presidente Néstor Kirchner se comprometió a poner a disposición todos los recursos del Estado –”informativos, económicos y legales”– para la búsqueda de los hijos de desaparecidos apropiados durante la última dictadura militar. “Avanzar en la localización y hallazgo de esos jóvenes es una política de Estado”, aseguró ayer el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, luego de que las Abuelas fueran recibidas por el Presidente en la Casa Rosada.
Las Abuelas tuvieron una charla de más de una hora con Kirchner y Duhalde. La comitiva del organismo de derechos humanos estuvo formada por unas quince personas, incluidas la presidenta y vice de la institución, Estela Carlotto y Rosa Roisinblit, y los representantes de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), que funciona dentro de la Secretaría de Derechos Humanos.
Las Abuelas habían llevado un documento con cuatro temas que tenían especial interés en tratar con el Gobierno:
- La jerarquización de la CONADI, que fue creada en 1992 y, entre otras cosas, se ocupa de atender a todas las personas que tienen dudas acerca de su identidad, no sólo a aquellos vinculados con el terrorismo de Estado.
- Resolver problemas de presupuesto y funcionamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos del Hospital Durand, donde se realizan los análisis de ADN a los chicos que pueden ser hijos de desaparecidos.
- El reimpulso de un proyecto de ley que otorga una reparación a los niños nacidos en cautiverio y la prórroga para las presentaciones de familiares de desaparecidos que aún no tramitaron la indemnización prevista en la ley 24.411.
- Que la localización y restitución de la identidad a todos los jóvenes secuestrados por motivos políticos sean consideradas como cuestiones de Estado.
Como resultado del encuentro, el Presidente encomendó al secretario legal y técnico, Carlos Zanini, la redacción de una norma donde se contemple la apertura de la información que pueda haber en el Estado respecto de los niños secuestrados. También dio instrucciones para potenciar presupuestariamente el Banco de Datos, ya que las partidas suelen llegar con atraso (en este momento hay pendientes dos) y su rendimiento se redujo luego de la devaluación porque la principal materia prima que utiliza son reactivos importados.
“Salimos con una gran esperanza pero hay que trabajarla. En cuanto al compromiso del Estado, creo que tiene que dirigirse hacia quienes tienen a nuestros nietos. Hay miembros de las Fuerzas Armadas y civiles cómplices. Con el poder que tiene el propio Estado, puede preguntar sobre las responsabilidades castrenses en este tema. Hasta ahora las Fuerzas Armadas no han confesado nunca ni han dado un solo dato de los que tienen a nuestros nietos y cuando los encontramos insisten en que son hijos propios hasta que se demuestra lo contrario”, dijo Carlotto luego de la reunión.
Durante la entrevista se mencionó el reciente fallo de la Corte Suprema en el que se resolvió la no obligatoriedad de los análisis de ADN para los hijos de desaparecidos. La decisión del máximo tribunal se tomó en el caso de una joven que se negó a hacerse el examen con el argumento de que esto perjudicaría a quienes la criaron. Su apropiador es un suboficial de la Armada que reconoció que la niña le fue entregada por miembros de esa fuerza cuando era un bebé. La jueza María Servini de Cubría y la Cámara Federal afirmaron que Evelyn debía someterse a los análisis que permitirían determinar quiénes fueron sus padres, pero la Corte contradijo esa postura con el argumento de que se debía privilegiar el derecho a la intimidad al que había apelado la joven.
“El Presidente fue informado de que hay proyectos de ley en elaboración tendientes a solucionar ese vacío legal que dio lugar al pronunciamiento de la Corte”, señaló Duhalde. En este caso, la iniciativa no será del Poder Ejecutivo sino de un grupo de diputados de diferentes bancadas que encabezará Stella Maris Córdoba, del PJ de Tucumán. La presidenta de Abuelas describió la entrevista con Kirchner como un “reencuentro con la cordialidad y disposición de siempre” y definió al santacruceño como “un Presidente sin prisa, con oídos abiertos, pensamiento rápido e instrucciones para lo que uno le va pidiendo”.