EL PAíS
Dos diputados kirchneristas se sumaron a la conducción del bloque
Fue casi en secreto. Si bien había consenso en la bancada del PJ, las incorporaciones se demoraban sin razones de peso. La salida de Obeid hizo que entren Gutiérrez y Mónica Kuney.
› Por Felipe Yapur
El cambio, o mejor dicho, la incorporación, se produjo en el más estricto secreto. Claro, hasta que alguien abrió la boca. Desde casi el mismo momento en que Néstor Kirchner asumió la Presidencia, el sector de diputados que le responde comenzó a pelear por un puesto en la conducción del bloque que preside José María Díaz Bancalari. Si bien había consenso en la conducción de la bancada, la incorporación de los legisladores del Grupo Talcahuano se dilataba sin razones de peso. La oportunidad llegó cuando Jorge Obeid fue electo gobernador de Santa Fe. Así, la semana pasada, sin mediar anuncio oficial, el kirchnerismo puro desembarcó en la conducción del bloque con el santafesino Julio Gutiérrez como vicepresidente primero del bloque. En tanto, la santacruceña Mónica Kuney es una de las flamantes vocales.
Según aseguraron fuentes del bloque, las incorporaciones están firmes y no se discutirán en diciembre cuando se incorporen los nuevos miembros de la Cámara de Diputados. Este no es un dato menor, ya que normalmente los cargos de la mesa de conducción se discuten con la llegada de los nuevos legisladores. De esta manera, el kirchnerismo no sólo se agenció dos puestos sino que además les permitirá discutir nuevos puestos en la conducción y también alguna presidencia de comisiones. Una negociación que será ardua a partir de la drástica reducción de comisiones que el presidente del cuerpo, Eduardo Camaño, se apresta a llevar al recinto para que comiencen a funcionar a partir de diciembre.
“La idea es poder dar pelea por el proyecto que conduce el presidente Kirchner desde adentro del bloque, desde sus entrañas”, aseguró a este diario Gutiérrez, el flamante vicepresidente primero.
Fue una larga negociación de varios meses. El Grupo Talcahuano fue, hace un año, uno de los sectores más críticos a la forma en que el entonces jefe del bloque, Humberto Roggero, conducía la representación justicialista de la Cámara. De hecho, llegaron a denunciarlo por el pago de sobresueldos a determinados integrantes de la bancada. Esto provocó una fuerte crisis en el bloque que se aplacó una vez que el legislador cordobés se convirtió en embajador en Italia, cuando Eduardo Duhalde se convirtió en Presidente. Los Talcahuano exigieron entonces un cambio en las formas de conducir el bloque que se traducía en mayor transparencia.
A Roggero lo reemplazó un triunvirato donde estaban representados el menemismo con Manuel Baladrón, el duhaldismo con Bancalari y el reutemismo con Obeid. La llegada de Kirchner al gobierno obligó a desarmar esa forma de conducción y terminó el bonaerense al frente del bloque, quien rápidamente se encolumnó tras el Presidente. Los diputados kirchneristas le dieron el apoyo a cambio de modificaciones sustanciales en la conducción y, por supuesto, un lugar en la mesa de conducción. De hecho, era el único grupo que había acompañado a Kirchner desde un primer momento con Sergio Acevedo a la cabeza.
Bancalari se comprometió a sumarlos pero los meses transcurrieron y nada. El bonaerense fue dilatando la incorporación. Primero fue la necesidad de recuperar a los menemistas que se habían armado un bloque propio, luego fue el juicio político a Julio Nazareno, las elecciones provinciales y así se sucedían los hechos –pretextos– que demoraban el compromiso. Pero justamente uno de esos tantos comicios abrió la brecha que los Talcahuanos necesitaban para redoblar su presión. Convertido en gobernador electo de Santa Fe, Obeid abandonó la vicepresidencia primera del bloque. Los kirchneristas propusieron entonces aprovechar esa vacante matando dos pájaros de un tiro al impulsar a Gutiérrez en su doble condición de santafesino y kirchnerista. No se quedaron allí, propusieron –y lo consiguieron– incorporar también a un representante de Santa Cruz, lugar que fue ocupado por Kuney.
Lo único llamativo de las nuevas incorporaciones fue el sigilo con que se concretó. Y llama la atención, porque cuando Bancalari logró el retorno de los menemistas al bloque no sólo realizó una conferencia de prensa sino que hasta sonrió para las fotos.