Los fiscales Luis Comparatore y Patricio Evers solicitaron que el juez federal Claudio Bonadío sea citado a declarar por el arresto a los ex jefes montoneros Fernando Vaca Narvaja y Roberto Perdía. “Se desprende claramente del sumario de referencia que la resolución fue motivada en un sistema normativo que no correspondía al trámite de dicho proceso y, mediante un sorprendente razonamiento jurídico, torció de tal manera el derecho vigente que, en principio, amerita que el magistrado brinde las explicaciones que considere pertinente al ejercicio de su defensa”, sostuvieron.
Con este escrito, Comparatore y Evers iniciaron formalmente la causa contra Bonadío que fue abierta por la Sala II de la Cámara Federal porteña al anular las detenciones de Vaca Narvaja y Perdía y la captura de Mario Firmenich.
El juez había ordenado el arresto de los tres por considerar que fueron partícipes necesarios de la desaparición de trece militantes montoneros que regresaron al país en 1980, dentro de la operación de contraofensiva. Para Bonadío, los líderes de la organización fueron responsables de las detenciones realizadas por los militares por haber creado un “riesgo especial” para sus compañeros, es decir, por no haber tomado los recaudos necesarios para evitar que fueran capturados.
El pedido de los fiscales fue elevado al juez federal Norberto Oyarbide, que debe decidir si cita a su colega. En el caso en que Bonadío sea convocado pero no asista a la audiencia, Oyarbide deberá esperar hasta que el Consejo de la Magistratura –en caso que decida hacerlo– avance en la destitución del juez.
Los fiscales también solicitaron que se pida a la presidencia de la Cámara Federal el legajo personal de Bonadío y que se ponga en conocimiento del Consejo de la Magistratura –donde también fue denunciado el juez– el proceso penal para que envíen copias de las actuaciones que se realizan en ese organismo sobre estos mismos hechos.
Los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi afirmaron en un escrito, que firmaron el lunes, que las detenciones de los ex líderes montoneros fueron “arbitrarias” y que ambos fueron privados de su libertad “por un considerable lapso de tiempo, sin fundamento alguno”. Vaca Narvaja y Perdía estuvieron presos más de dos meses y para los camaristas –aunque no lo mencionaron explícitamente– su conducta podría tipificarse como privación ilegal de la libertad o prevaricato, es decir, fallar contra derecho intencionalmente.