La agenda de viajes del presidente Néstor Kirchner muestra cada vez más tachas y borrones, sin que queden claros sus motivos. Días después de haberlos anunciado, Kirchner canceló el viaje que tenía previsto realizar la semana próxima a la Conferencia de las Américas, en Miami, y también al del combo cumpleaños de Lula-Congreso de la Internacional Socialista, en San Pablo. Si se le agrega uno anterior a Europa, ya son tres viajes consecutivos que se levantan. En Cancillería aseguran que las desprolijidades no tienen nada que ver con su área y que la agenda del Presidente la manejan el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y más específicamente, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli. En la Casa Rosada, anoche, nadie se quería hacer responsable y adjudicaban las idas y vueltas a las siempre misteriosas “razones de agenda”.
La primera cancelación se produjo a principios de mes. Kirchner tenía previsto visitar Italia, Suiza y Alemania, con reuniones ya confirmadas con los primeros ministros de cada país. Hasta se había previsto que en Suiza el Presidente se haría tiempo para conocer el pueblo de su bisabuela. Pero una semana antes el Gobierno anunció que se levantaba el periplo por los consabidos problemas de agenda.
Luego se supo que la Rosada había hecho consultas a los gobiernos italiano y alemán sobre la posibilidad de que algún juez embargara el Tango 01 a pedido de los tenedores de bonos de esos países enojados por la propuesta argentina de quita del 75 por ciento. Ni en Italia ni en Alemania se animaron a descartar por completo esa posibilidad, así que Kirchner decidió evitar el papelón internacional de quedarse a pie en Europa y tener que volver en un avión de línea.
Distinto fue el caso de las últimas dos cancelaciones, en las que no hay amenazas de embargo. El jueves pasado, luego de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visitara la Casa de Gobierno, desde Presidencia informaron sobre la invitación del brasileño para que Kirchner lo acompañe el día de su cumpleaños, el próximo lunes 27, y de paso participara de la inauguración del Congreso de la Internacional Socialista que coincidentemente se desarrollaría en San Pablo.
En paralelo, se informó que desde allí el Presidente saldría hacia Miami a la Conferencia de las Américas, un foro que organiza el diario The Miami Herald y del que suelen formar parte los empresarios anticastristas, un poder constituido en la región. En conjunto, quedaba como un viaje con un primer tramo de izquierda y otro de derecha.
Todo parece indicar que Kirchner no estaba muy al tanto de lo que le esperaba en Miami, lugar al que lo había invitado el periodista argentino Andrés Oppenheimer. Del encuentro no participarán ni George Bush ni Colin Powell, como se había especulado en algún momento, y el máximo representante del gobierno estadounidense será el secretario de Asuntos Latinoamericanos, Roger Noriega. Por lo demás, sólo irán los presidentes de Colombia, El Salvador y Nicaragua.
En la agenda de la conferencia figuraba un encuentro de Kirchner con los empresarios anticastristas afincados en Miami, que algunos quisieron presentar como una señal amistosa del Gobierno luego de que el canciller Rafael Bielsa no hubiera aceptado reunirse con los disidentes cubanos que lo buscaron cuando estuvo en La Habana. Desde que asumió, al Presidente nunca le gustó aparecer haciendo gestos componedores con sectores que no le son afines. Allí podrían encontrarse las causas de la cancelación menos de una semana después de que desde Presidencia se hubiera anunciado la realización del viaje.
Menos claros eran todavía los motivos del levantamiento del periplo paulista, a no ser que Kirchner considerara que una cumbre iba unida a la otra. En realidad, la invitación al Presidente se la habían cursado las autoridades de la Internacional Socialista y luego apareció la nota colorida de sumarse al cumpleaños de Lula, dado la coincidencia de fecha y lugar. La semana pasada en Gobierno se informó que Kirchner estaría entre los oradores de la jornada inaugural, lo cual era doble honor tratándose del primer peronista que participa de ese foro centenario. Pero, según los organizadores, los únicos discursos previstos para el lunes son los de los anfitriones –Lula y la alcaldesa paulista Marta Suplicy– y el titular de la IS, el ex premier portugués Antonio Guterres.
Como desde Presidencia no se había emitido ningún comunicado, tanto en Miami con en San Pablo no daban por segura la ausencia de Kirchner.