Con un Luna Park colmado de militantes juveniles de distintas organizaciones kirchneristas, Mariano Recalde lanzó su campaña electoral a jefe de Gobierno porteño por el Frente para la Victoria. El presidente de Aerolíneas Argentinas sostuvo que “quedan sólo tres candidatos en carrera, pero claramente son dos proyectos, y nuestra tarea es desenmascarar a esos candidatos falsos”, al afirmar que los candidatos porteños del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, y de ECO, Martín Lousteau, van a votar en octubre a un mismo candidato presidencial: Mauricio Macri. Recalde afirmó que Argentina y los porteños tienen “muchos más derechos producto de un gobierno eficiente con sentido de humanidad” mientras que la Ciudad “muestra su rostro más ineficiente e inhumano” desde hace ocho años. Llamó a la militancia a convencer a aquellos ciudadanos que no comulgan con el proyecto macrista para cambiar la Ciudad porque “seguramente el cambio –insistió– no va a venir de faranduleros o de quienes huyeron de este Gobierno por miedo a las corporaciones”.

En un video que grabó ayer por la mañana y se emitió durante el acto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reivindicó a Mariano Recalde como el joven abogado que junto a su padre (el diputado y abogado laboralista Héctor Recalde) elaboró un proyecto para terminar con la precarización laboral del pago de parte del sueldo con tickets canasta, que rechazó una coima de 20 millones de dólares y denunció a los empresarios que se lo ofrecieron: “Esto es lo que diferencia a un proyecto político como el nuestro”, dijo CFK desde las pantallas gigantes, mientras decenas de funcionarios nacionales, provinciales y candidatos aplaudían, y los jóvenes lanzaron sus cánticos en defensa de la Presidenta.

“No comparto eso de que los porteños son de derecha o egoístas. No estoy de acuerdo. Porque en 2011, en la elección presidencial, votaron mayoritariamente el proyecto que representaba Cristina Fernández de Kirchner”, soltó Recalde en su discurso y propuso a la militancia juvenil que colmó el Luna que “no hay que enojarse con los que no nos votan, sino repensar cómo hacemos llegar nuestra propuesta, nuestro proyecto y nuestro discurso”. Una señal clara para dar pelea en la campaña.

Pero también llamó a confrontar el proyecto nacional con el del PRO, “con el que tenemos muchas diferencias –continuó–, incluso el concepto de belleza: ellos dicen que la Ciudad está linda, nosotros decimos que la ciudad va a estar linda cuando haya igualdad”. “Tenemos un desafío en la Ciudad, ahora que pasaron las primarias, en esta elección empezamos a definir el rumbo de la Ciudad, en esta Ciudad donde nació el proyecto de la derecha”, agregó Recalde para concluir que no sólo está en juego el gobierno porteño, sino porque también es necesario la ratificación del modelo nacional, más allá de las elecciones generales de octubre. “Se lo debemos a Cristina y a la memoria de Néstor Kirchner”, señaló ante una militancia que soltó nuevamente su alineamiento político con el kirchnerismo.

Arriba del escenario, y por tandas, subieron los candidatos a comuneros, a legisladores porteños encabezados por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el resto de los precandidatos (salvo Aníbal Ibarra) que compitieron en las primarias del FpV, como Gabriela Cerruti y Carlos Heller; gran parte del gabinete nacional, donde los más ovacionados fueron el titular de Economía, Axel Kicillof, y el de Interior y Transporte y precandidato presidencial, Florencio Randazzo. También estuvieron competidores en carrera para la gobernación bonaerense como el titular de la Cámara baja, Julián Domínguez; el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza; y el vicegobernador Gabriel Mariotto, ahora alineado con la candidatura del jefe de Gabinete Aníbal Fernández en la provincia, quien se ausentó por su viaje a Chile (ver página 13).

Antes, un video de Cristina, que bendijo a Recalde y planteó la disputa entre dos modelos, concentró la atención. “Hoy están en pugna dos modelos de país. Uno que terminó en 2001, donde el mayor epicentro de esa implosión fue la ciudad de Buenos Aires”, señaló CFK para luego afirmar que “no se trata de una disputa entre partidos” porque el de 2001 era un gobierno de otro signo “pero que continuó la política neoliberal de los ‘90”. “El gran desafío es convencer a los que piensan diferente, pero que no se dan cuenta de que los logros que ellos han tenido son por la políticas de este proyecto”, agregó la Presidenta. “Se trata de no volver una vez más al pasado, porque estamos a la misma distancia del pasado que del futuro, y yo siempre voy a elegir el futuro”, concluyó.

Sobre el final, Recalde sostuvo que “el cambio y lo nuevo en la Ciudad de Buenos Aires es el Frente para la Victoria” y criticó a sus rivales, el macrista Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, a los que definió como “la nueva alianza que representa el mismo modelo de país”. “Quiero ser jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y no voy a espera ni un minuto para urbanizar las villas, construir las escuelas públicas que hacen falta y terminar con las largas colas de los hospitales públicos”, sentenció Recalde para contraponerla con las postergaciones que adjudicó al PRO en la Ciudad.

La lluvia de papelitos con la que terminó el acto en el Luna Park no calmó el entusiasmo militante, que no paraba con sus cánticos en las colmadas tribunas del estadio.