“Presidente, bienvenido a la capital del peronismo”, lo recibió al precandidato presidencial Daniel Scioli un dirigente del justicialismo de Villa Lugano, donde el gobernador bonaerense acompañó ayer en una actividad al candidato a jefe de Gobierno porteño del Frente para la Victoria, Mariano Recalde. Una caminata y una recorrida a un club un tanto caóticas, con gente pugnando por sacarse fotos con ambos. Recalde, se sabe, la tiene complicada para acceder al ballottage en la Ciudad de Buenos Aires, el distrito en el que Scioli comenzó su carrera política. “No fui a Salta y vine acá. Qué curioso, ¿no? Soy amigo de (Juan Manuel) Urtubey, Karina (Rabolini) estuvo allá tres días, yo estuve en varias oportunidades antes del gran triunfo. Pero yo soy así. En las buenas hay muchos, alrededor del campeón hay cola. Yo aprendí en la vida que cuando más hay que estar es cuando los escenarios son difíciles, ahí es donde hay que ser solidario, ahí es donde hay un compromiso militante que es el que llevo dentro desde mi primera interna en la Capital”, sostendrá Scioli en diálogo con Página/12, como es habitual con él, arriba de un auto, mientras va de una actividad a la otra.

–¿Había imaginado esta situación que definiría las primarias en una competencia contra Florencio Randazzo?

–Ya lo dije el otro día, y no es subestimar a nadie, estoy focalizado en la disputa de fondo, que es contra la alianza que encabeza Mauricio Macri. Me hace acordar a cuando empecé mi carrera política, que era por acá más o menos, por este barrio. Y yo estaba focalizado en ganarle la elección a Domingo Cavallo y le gané, fue en el año ’97.

–¿Quiere decir que da por superadas las PASO?

–No, no doy por superado nada porque yo respeto la voluntad popular. Lo que digo es que estoy trabajando para llevar a la victoria a nuestro espacio político como hice en 2003, en 2007 y 2011. ¿Néstor Kirchner y Cristina estaban tan equivocados cuando me confiaron a mí las más altas responsabilidades? A veces cuando se cuestiona no queda claro qué quieren cuestionar. ¿Las decisiones que ellos tomaron en su momento? ¿No conocían mi historia, lo que yo hacía, mi manera de trabajar, mi confiabilidad? La confiabilidad no es un tema menor, el sentido de la responsabilidad. Eso no me queda claro cuando escucho algunos cuestionamientos. Goberné ocho años la provincia de Buenos Aires con estas reformas que hemos hecho. Por eso estoy seguro y confiado de hacer un gran trabajo en el país. Como también estoy seguro de que este espacio necesita lo mejor de cada uno, de las compañeras y compañeros. Yo de la política ferroviaria de la Presidenta siempre hablo bien en todos lados. Y me comprometo a continuarla a futuro. Siempre ando promocionando eso.

–Randazzo sostiene que el kirchnerismo tiene que elegir un candidato que no se deje influenciar por los medios y los grupos económicos, en referencia a usted.

–La verdad que ocupar este espacio que me dan, una mañana de lluvia, para discutir algo así... Yo confío en la oportunidad que me va a dar la gente. Cada candidato, en nuestro espacio y en los otros espacios, elige la manera de hacer su campaña. Yo voy a hacerlo con un gran sentido de la responsabilidad y en términos constructivos, siempre trabajé así. Con buena fe, con buenas intenciones y coherentemente. Las respuestas a esos planteos no están en mis palabras, alcanza con ver. Ver lo que la gente acompañó. Cuando fui electo por segunda vez, con el 55 por ciento de los votos como el gobernador más votado de la historia, la gente ya me conocía. ¿Qué estamos cuestionando?

–¿Se sintió ofendido con las cosas que le dijo esta semana?

–El planteó la disculpa, lo di por superado y punto. Las peleas entre los dirigentes no le mejoran la calidad de vida a la gente. El adversario político, la visión de país, los proyectos que se disputan, están centralizados en eso. Hoy, cuando tenemos un escenario que estamos ganando la elección, es a partir de eso. Voy a ser más prudente, responsable, firme, coherente y previsible que nunca. Los trabajadores argentinos, los pequeños y medianos productores, saben conmigo que no van a tener sobresaltos. Saben con qué se van a encontrar, me conocen. La gente me ha visto luchar, me ha visto sufrir, en los éxitos, en los fracasos, ha visto mi voluntad, y con eso se va formando una relación. Si quieren ver mi visión del sistema financiero, que vean lo que hice con el Banco Provincia. Es el banco de las pymes, el banco de los microcréditos. Es el banco de las oportunidades y el que se ha acercado a cada una de las realidades. Si quieren saber mi visión de la organización fiscal, miren lo que hice en la provincia de Buenos Aires. ¿Quién fue que gravó a los cables de las telefónicas? ¿Quién fue el que hizo un revalúo inmobiliario rural después de 50 años cuando pasaron por la provincia gobernadores, ministros y todo lo demás? ¿Quién fue el que le aumentó por seis el impuesto al juego en la provincia de Buenos Aires? ¿Quién fue el que se animó a promover la primera ley de fertilidad asistida a pesar de la presión de las obras sociales y de los laboratorios?

–Randazzo se queja de que nadie le pregunta qué va a hacer con la ley de medios. ¿Qué va a hacer?

–La ley de medios está y debe tener su aplicación, como toda ley. Luego se trabajará en ella por la evolución de las nuevas tecnologías de qué manera se puede ir ampliando, democratizando, haciéndola más accesible. Con la dinámica que tienen las nuevas tecnologías nos van planteando nuevos desafíos para ir avanzado en ese mismo espíritu.

–Hay una cautelar planteada por el Grupo Clarín que mantiene parada la adecuación. ¿Piensa que la acción del Estado debe seguir adelante con ese tema?

–No solamente se tendrá que aplicar, sino buscar los caminos que nos lleven a debatir si es necesario ir incorporándole también otros temas como lo que significa la revolución de las tecnologías e Internet.

–¿Propone ampliar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual?

–Pero en la misma línea de lo que se impulsó en su momento. ¿Y quién es mi compañero de fórmula?

–¿Va a dar una primicia?

–Hablo de Gabriel Mariotto, él fue mi compañero de fórmula. Si yo no hubiese estado de acuerdo, ¿hubiera aceptado estar con Mariotto? Eso es sentido común. Yo no tengo que andar haciendo sobreactuaciones de determinadas cosas cuando es muy claro mi compromiso y cómo vengo gobernando. ¿Quién puede hablar de federalismo y de descentralización de recursos como lo puedo hacer yo? El gobernador en la historia que más recursos descentralizó a los municipios. Hay que mirar el contraste con la Capital Federal, ir a preguntarles a las comunas, que son cáscaras vacías. Hoy los municipios tienen cubiertos los gastos. Se hizo con reforma fiscal, centrándonos en los sectores más concentrados. ¿Quién fue el que un día le dio de baja a la concesión de la Autopista Buenos Aires-La Plata porque el concesionario –un grupo poderoso– no cumplía? Yo. Y le puse un tercer carril. ¿Quién fue el que logró la iniciativa privada para tener la obra portuaria más grande de la Argentina en los últimos 50 años? Se hizo en el puerto de La Plata. En los próximos días vamos a estar inaugurando con la Presidenta y todos los intendentes la obra vial más importante de la historia de la provincia de Buenos Aires: 185 kilómetros, la Ruta 6. La mayor renovación cuantitativa y cualitativa de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, las policías locales, que generaron más prevención, 25 mil puestos de trabajo y oportunidades para los jóvenes. Creo en lo que estoy haciendo, creo en el espacio político al que pertenezco, creo en la gente, creo que democráticamente es muy bueno por la ley de las PASO que la gente elija las personas que considera más confiables, más previsibles, más capacitadas, con más experiencia para seguir avanzando.

–¿Qué opina a propósito de las críticas de la Iglesia a la farandulización de la política?

–Si uno revisa, en todos los documentos la Iglesia dijo lo mismo. Yo los escucho, reflexiono y no hago comentarios, sean del tema que sean.

–¿No tiene que ver con su aparición y la de los otros candidatos en el programa de Marcelo Tinelli?

–Es un programa de humor, el humor hace a la salud, es una parte de la vida. Yo estoy acá un sábado a la mañana, así es mi agenda, voy de un lado al otro. Eso es un momento. Aparte, con Marcelo tengo una relación de 30 años, que no viene de la política. No hay especulación, hay corazón. La primera vez que lo vi, él trabajaba para Badía y yo comenzaba mi carrera deportiva. Entonces, está en un momento de su vida en el que inaugura un nuevo ciclo, y bueno, vamos con Karina ahí, como amigos de siempre. Es eso, no le den otra lectura, no hay que ser tan rebuscado. Yo presté atención a lo que dijo la Iglesia, como todos los documentos que saca sobre diversos temas como educación o narcotráfico. Mi guía es el papa Francisco y lo que él promueve. La cultura del encuentro, que la unidad debe estar por arriba del conflicto, el poder es servicio.

–¿Qué le parece la posibilidad de que la oposición se una en un único frente electoral? Malena Galmarini dijo el viernes que debían unirse para que no ganara Scioli.

–Ese es el problema, unirse en contra de. Yo nunca vi, ni en la Argentina ni en la vida, que las cosas “en contra de” se hagan a favor. Yo convoco a la gente a un voto a favor. A favor del desarrollo, del trabajo argentino, de la industria nacional, de políticas como el Pro.Cre.Ar. o la Asignación Universal por Hijo, de la soberanía energética, de las economías regionales. La gente ve muy raro eso de que se junten como sea, es algo que no les cierra. Dicen: “Voy a lo seguro, voy a lo que conozco, voy a lo confiable, voy a este espacio político y quién dentro de este espacio político puede llevar esto al triunfo”. Porque, humildemente lo digo, no es tampoco que se gana de cualquier manera o con cualquiera. Yo estoy trabajando para llegar a la victoria, que no sería mi victoria, sino la de los trabajadores, la de la clase media, la de más humildes.

–¿Considera que usted es el único que garantiza el triunfo del Frente para la Victoria en las elecciones?

–Yo, con más humildad que nunca, no me voy a autocalificar. Estoy convencido, si no, no me sometería a la voluntad popular, de poder hacer un gran trabajo. Que la gente, en este tiempo que se viene, quiere alguien que le garantice todos estos logros. Sobre un país desendeudado que se pueda hacer un trabajo para integrar la materia gris, la materia prima, atraer inversiones. Ahí es donde estoy trabajando y donde voy a poner el énfasis. Hay condiciones fundamentales para que podamos volver a ganar. La primera es la centralidad de la Presidenta en el ejercicio del poder, luego el escenario político y social, las expectativas futuras, y la oposición, donde la gente ve cosas que no le cierran. Además está el buen trabajo que está haciendo Axel Kicillof en el Ministerio de Economía, eso es algo que hay que decir. Me limito a los resultados. Decían de la inflación, que nos íbamos a quedar sin reservas. Sin embargo, trabajó con mucha responsabilidad, hay que ver la manera que trabajó en el último cierre de las paritarias. Obviamente, la Presidenta define las políticas, pero él las llevó adelante. Si hay algo que puede contribuir al triunfo del Frente para la Victoria y lo que yo pueda hacer, es el trabajo que hacen ellos. La verdad es que tenemos un candidato que garantiza que podemos ganar y un espacio político que está gobernando con vigor. Si tenemos el espacio político que está gobernando bien y no está el candidato que tenga el respaldo social para ganar, quedamos a mitad de camino. El candidato, por más voluntad que tenga, si pertenece a un espacio que no está bien, tampoco garantizamos el triunfo.

–¿Kicillof podría tener un espacio en su gobierno si es electo presidente?

–La experiencia, la evolución y la maduración de Axel lo convierten en una persona que de ninguna manera uno puede excluir en un futuro gobierno. Se verá, se hablará con él, yo soy muy respetuoso de las personas. Lo digo como valor. Cuesta mucho formar un cuadro político, un cuadro técnico, especialmente con las circunstancias que le ha tocado atravesar a él.

–¿Ya tiene decidido quién será su vice?

–Vamos a ir conversándolo en las próximas semanas, falta un mes. Aparte, todavía ninguna fórmula presidencial anunció a su vice. ¿Por qué nos piden a nosotros, entonces?