EL PAíS › EL KIRCHNERISMO SACABA ANOCHE MáS DE 20 PUNTOS SOBRE LA LISTA RESPALDADA POR TODA LA OPOSICIóN
Al cierre de esta edición, el kirchnerismo encabezado por el gobernador Jorge Capitanich obtenía más de 20 puntos de diferencia sobre la lista de la radical Aída Ayala, que era respaldada por Macri, Massa, Carrió y Stolbizer.
› Por Julián Bruschtein
Desde Resistencia
“Hemos enfrentado a una coalición opositora a nivel nacional. Por acá pasaron Mauricio Macri, Ernesto Sanz, Sergio Massa, Margarita Stolbizer, Elisa Carrió, todos apoyaron a Vamos Chaco y este es un caso testigo” , sostuvo el gobernador Jorge Capitanich una vez que las diferencias en el escrutinio provisorio mostraban una amplia brecha entre el kirchnerista Frente Chaco Merece Más y el Frente Vamos Chaco compuesto por casi toda la oposición y encabezado por la radical Aída Ayala (al cierre de esta edición, con el 50 por ciento de las mesas escrutadas en lo que se consideraba ya una tendencia irreversible, los porcentajes eran de 60,3 a 36,7). El triunfo peronista se proyecta a nivel nacional en el primer ensayo de la búsqueda de una gobernación buscada por una alianza de la UCR, el PRO y el Frente Renovador, entre otros (ver aparte). Con estas cifras se imponían las candidaturas de Domingo Peppo y Mateo Capitanich para gobernador y vice. “No voy a ser un candidato testimonial”, aseguró Capitanich, ahora candidato a la intendencia de Resistencia, para disipar los rumores de aceptar cargos a nivel nacional.
“La tendencia es clara e indubitable. Quiero dedicarle este respaldo popular contundente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, destacó Capitanich resaltando el liderazgo presidencial y poniendo la aceptación popular de su gestión al frente de la provincia directamente ligado al modelo político iniciado en el 2003 a partir de la presidencia de Néstor Kirchner. A esa altura ya habían llegado los funcionarios y dirigentes nacionales que se acercaron a Resistencia para compartir el festejo de una elección que, a pesar de que el escrutinio se realizaba lentamente, a las 21 ya le daba una diferencia de más de veinte puntos porcentuales sobre el frente político encabezado por la intendenta de Resistencia. “Cuando aparezca Capitanich te vas a dar cuenta por la cara si ganamos por mucho o por poco”, señalaban por lo bajo funcionarios de la gobernación que conocen bien el temperamento el candidato. Con el gobernador ingresaron uno de los precandidatos presidencial del Frente para la Victoria y ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el presidente de la cámara de diputados, Julián Domínguez, ambos precandidatos a la gobernación de Buenos Aires. También llegaron para saludar el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, y los diputados del FpV Carlos Kunkel y Edgardo Depetri.
Quienes acompañan al gobernador resaltaban el hecho de que “levantó al peronismo y lo rescató del lugar donde lo había dejado los desmanejos del Chiyo (el vicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff)”. Capitanich había dejado el Poder Ejecutivo chaqueño para asumir en la jefatura de Gabinete, en un momento difícil para la presidenta en el que los mercados presionaban con corridas cambiarias en las que el candidato a intendente de Resistencia y el flamante ministro de Economía Axel Kicillof, se pusieron el problema al hombro y juntos equilibraron el problema. La interna del Partido Justicialista y los amagues del vicegobernador obligaron a Capitanich a pegar la vuelta al pago para ordenar el camino hacia las elecciones. Los resultados parciales de las PASO muestran al gobernador chaqueño como el gran elector en su provincia.
La primera información de datos había llegado también de parte del ex jefe de Gabinete apenas pasadas las 18 y recién confirmado el cierre de la jornada electoral. “El 70,75 por ciento del padrón participó de la elección. Es una muestra de la cultura cívica y política del pueblo chaqueño, que fortalece nuestra democracia”, sostuvo el ex jefe de Gabinete ante toda la prensa reunida en la Casa de Gobierno provincial. El día había comenzado temprano para Capitanich. Reconocido devoto católico, primero asistió junto a una de sus hijas a la misa de domingo que tuvo lugar en la Catedral a las 7.30. De allí partió hacia la escuela 41 para cumplir con su deber cívico. Al entrar pasadas las ocho en el colegio se encontró con una nutrida cola de hombres que esperaba su turno para elegir a su candidato en el cuarto oscuro. El retraso se debió a un mal que recorre los actos eleccionarios en todo el país: faltaba el presidente de mesa lo que se subsanó un rato después con la designación de un suplente. El precandidato a la intendencia hizo la cola al menos diez minutos hasta que, por el desorden y la presión de los medios los propios resistencianos le pidieron que pase primero.
Los números preliminares de boca de urna tenían a los operadores y funcionarios de Capitanich con una sonrisa de lado a lado. “Según los datos de ellos (la oposición) estamos arriba por diez puntos en la provincia y por 25 en la intendencia”, marcando la diferencia entre Peppo y Capitanich.
En el bunker de Vamos Chaco las caras eran largas y las declaraciones esquivas. “Estamos eligiendo entre nosotros quiénes van a competir en las generales”, señaló Ayala promediando el escrutinio, intentando evitar la idea de derrota contra Chaco Merece Más. La candidata radical que representaba también al macrismo y al massismo que la apoyaban para desbancar al peronismo, jugó todas sus fichas a su candidatura. Corrida de atrás por la buena llegada y la precandidatura de Capitanich, pero con la posibilidad de la reelección indefinida en la intendencia, Ayala decidió quemar las naves e intentar saltar la valla para ser gobernadora. El acuerdo del PRO con la Unión Cívica Radical le dio el impulso que le faltaba para tomar la decisión, al que se sumó luego el apoyo del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, aunque de poco le sirvieron. Durante la campaña los presidenciables pasaron por Resistencia, pero en el cierre de campaña ninguno se acercó a la candidata y se dudaba de su presencia una vez consumada la elección y proyección de la derrota del ensayo de laboratorio que intentaron hacer en Chaco.
Las veredas de la capital y de los distintos municipios de la provincia se encontraron con gente entrando y saliendo de las escuelas y los centros de votación. Algunos con los dedos en “V” en señal de haber votado al peronismo, otros con alguna prenda naranja, el color característico de Vamos Chaco. “Si el Coqui hace lo que hizo el gobierno provincial, la capital va a ser una de las ciudades más lindas del país”, se animó a arriesgar Jorge, trabajador de una panadería que enfilaba para lo de su mamá “a comer unas pastas, como hacemos siempre después de votar. Mi casa es peronista”, sentencia antes de recordar que la provincia nació en 1951 con el nombre de Presidente Perón y siguió durante algunos años, hasta que la autodenominada Revolución Libertadora arrasó con todo aquello que recordara al presidente Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón.
“Les digo a los ciudadanos de Resistencia que de ninguna manera seré candidato testimonial”, sostuvo el electo candidato a intendente despejando los rumores que daban vueltas acerca de una posible candidatura a la vicepresidencia o volver al senado. Al final de la jornada, con la victoria ya en las manos decidieron trasladarse a la plaza 25 de Mayo para festejar con la gente. En medio de bocinas de autos y motos, con vecinos paseando el perro con camisetas partidarias se escuchaba de fondo la canción de la campaña: “con Coqui Capitanich, ganamos todos, ganamos todos”.
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