Desde Roma

“La Argentina está entre los países que han conseguido erradicar el hambre y por eso me da un gran gusto entregar este reconocimiento”, destacó ayer el director general de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, al hacer entrega a Cristina Kirchner del diploma que reconoce al país por ese logro. Graziano da Silva también firmó con el canciller Héctor Timerman el “acuerdo de sede” que pasa a un nivel superior la relación entre la Argentina y ese organismo y un convenio para el análisis de la introducción de especies exóticas por un monto global de 22 millones de dólares. En el acto de firma estuvo el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela.

La firma de los acuerdos se realizó antes de la entrega de la distinción a la Argentina por haber mantenido por la desnutrición por debajo del 5 por ciento durante los últimos años. De un tiempo a esta parte, la Presidenta decidió jerarquizar el vínculo por la FAO. Uno de los primeros pasos en ese camino fue la designación hace ocho meses de Claudio Rozencwaig como embajador ante el organismo. El “acuerdo de sede” es un tratado que da marco al vínculo bilateral.

Graziano da Silva recordó que la firma de ese acuerdo era una aspiración de hace años y aprovechó para agradecer el apoyo de la Argentina a su anterior gestión y a su reelección para continuar al frente de la FAO. El brasileño, que fue ministro de Hambre Cero de Lula, fue reelegido el sábado pasado, al comienzo de la 39 Conferencia de la organización.

“A Graziano lo apoyamos desde el primer momento y la política de hambre cero que ha implementado Brasil es un modelo para muchos países”, devolvió las gentilezas Timerman, quien también enfatizó que “la Argentina cree que el hambre es producto de las políticas económicas que aplican los países más poderosos del mundo”. Explicó que por eso “la Argentina con la FAO trabaja mucho en la cooperación Sur-Sur y en nuestra política exterior es un puntal compartir los conocimientos que hemos desarrollado en materia de producción agropecuaria”.

Casamiquela destacó que la FAO y la Argentina están “transitando una etapa de fortalecimiento de su vínculo” y que la firma del “acuerdo de sede” significa un reconocimiento político a la relación. El ministro de Agricultura explicó que el otro convenio que se suscribió “es casi producto de la firma del acuerdo de sede que empieza a agilizar los procesos de discusión” y adelantó que en veinte días más se firmarán otros cuatro proyectos que ya están definidos.