- Laura Suárez Cruz(tiene una nena de 11 años): “Hace un par de años que mi hija está a dieta. La comida normal llegaba mal hecha, sin sal. En un par de casos, era carne mal cocida. Eso tiene bacterias. Es peligroso. Mi hija sólo comía pan y tenía el estómago inflamado. Ya la materia prima que le dan a la gente que cocina es de muy baja calidad. Para mí es la empresa de fondo. Tiene demasiado comedores. El Gobierno porteño no da ni pelota. Estuve con Rodríguez Larreta el otro día. No supe nada de él tampoco”.

- Karla Kravera (dos nenas, en tercer y sexto grado): “Una de mis hijas ha sacado pedacitos de virulana de la comida, también pelo. La comida muchas veces estaba mal cocida. La carne, por ejemplo. Como estábamos indignados, armamos una carta y un informe. La directora estaba de acuerdo con la notificación. Ella lo iba a presentar. Cuando se corrió la bolilla, se presentaron a inspeccionar y hubo problemas, porque encontraron guantes quemados y otras cosas dentro de la cocina”.

- Marcela Olivero (una hija en séptimo grado): “Esto viene ya de hace varios años. Mi hija entró en quinto grado. Iba al comedor y la comida es de terror. De muy mala calidad. Los fideos vienen todos pegoteados, pasados. Con el arroz pasa lo mismo. La carne es pura grasa. El pollo crudo. La gelatina hecha agua. Inclusive, los chicos le sacaron fotos con los celulares. Finalmente, la empecé a mandar con vianda, pero este año dijeron que basta de vianda. Incluso, la comida venía con pedazos de revoque. Con moscas. Los platos y los cubiertos venían sucios”.