EL PAíS
Un curso en italiano sobre la construcción del centroizquierda
Piero Fassino es politólogo, fue ministro de D’Alema y puede llegar a competir con Berlusconi. Está en Argentina y se reunió con el jefe de Gobierno porteño y el intendente de Rosario.
› Por José Natanson
Politólogo, ex ministro de Comercio Exterior y actual titular del Partido Democrático de la Izquierda de Italia, Piero Fassino se reunió ayer con Aníbal Ibarra. Hablaron sobre la crisis de diciembre del 2002, el reciente triunfo en las elecciones porteñas y el gobierno de Néstor Kirchner. “Hubo enormes coincidencias sobre la construcción del centroizquierda”, sostuvo el jefe de Gobierno luego de la reunión. Más tarde, el diputado italiano, uno de los líderes de la oposición a Silvio Berlusconi, conversó con la conducción del socialismo.
De profesión politólogo, Fassino es una de las principales figuras de la oposición italiana. De hecho, las últimas encuestas sostienen que es el dirigente con más chances –más, incluso, que las de Massino D’Alema– de derrotar a Berlusconi en las próximas elecciones.
Ayer, Fassino se reunió durante 40 minutos con Ibarra en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Aunque el diputado italiano es un antiguo conocedor de la política argentina, de todos modos le pidió a Ibarra que le relatara el triunfo de Kirchner en las presidenciales de abril y el suyo en los comicios porteños. “Acá, el que sale segundo termina ganando”, bromeó el ex fiscal. Después, también ante una pregunta de Fassino, Ibarra explicó los motivos de su decisión de ponerse en línea política con el gobierno nacional. Como ejemplo de las ventajas de la dinámica conjunta, citó la construcción de estaciones y una línea nueva de subte.
El diputado italiano parecía interesado. Según contó uno de los funcionarios que participó de la reunión, formulaba una pregunta tras otra y hasta tomaba notas. Por sugerencia suya, Ibarra le relató la crisis de diciembre del 2002 y aprovechó para comentarle que, a pesar del default generalizado, la ciudad no dejó de pagar sus obligaciones y tampoco emitió bonos. “Eso los va a ayudar en la recuperación”, señaló Fassino.
Sobre el final, Fassino recordó que todos los años, en enero, se realiza en Roma un maratón denominada “La carrera de Miguel”, por el nombre de un atleta de origen italiano desaparecido por la última dictadura. “Voy a tratar de participar el año que viene”, dijo el ex fiscal, a lo que Fassino le sugirió aprovechar la ocasión para firmar acuerdos de cooperación entre el gobierno porteño y algunos municipios italianos controlados por el centroizquierda.
“Fue un buen encuentro. Hubo enormes coincidencias en la construcción del centroizquierda y proyectos en conjunto. Existe una comunión en cuanto a estrategias, compromiso social y en cómo nos plantamos frente a la gobalizacion”, sintetizó Ibarra luego de la reunión.
Más tarde, Fassino conversó con la conducción del PS. Estaban, entre otros, Hermes Binner, Oscar González, Raúl Puy y Rubén Giustiniani, que lo conocía de la Internacional Socialista, de la cual es el italiano es vicepresidente. A diferencia del encuentro con Ibarra, la segunda reunión fue más protocolar: había poco tiempo y los participantes eran muchos. De todos modos, tuvieron tiempo de hablar sobre el Mercosur y las ventajas de la regionalización como forma de enfrentar el unilateralismo norteamericano.
El interés de los políticos argentinos por reunirse con Fassino –que el día anterior había conversado con Cristina Kirchner y Alberto Fernández– tiene su lógica. Ex ministro de D’Alema, Fassino pertenece al PDS, resultado del giro al eurocomunismo del Partido Comunismo Italiano, que reorientó sus posiciones hacia la democracia al tiempo que abandonaba sus ideales revolucionarios. Más tarde, a diferencia de la Democracia Cristiana o el Partido Socialista, el PDS salió más o menos ileso a la tormenta institucional del mani pulite. Hoy, Fassino es, junto a D’Alema, uno de los líderes de la oposición de centroizquierda y candidato a suceder a Berlusconi al frente del gobierno italiano.