Luego de tomarse unos días para analizarlo, el Frente para la Victoria ratificó la línea discursiva y estratégica que venía sosteniendo de cara a la primera vuelta. En conferencia de prensa y acompañado por los referentes de su espacio, Mariano Recalde adelantó hace 10 días que no apoyarían a Horacio Rodríguez Larreta ni a Martín Lousteau en el ballottage de hoy. Sin usar términos como “libertad de acción”, el kirchnerismo evitó señalarle un rumbo al 21,9 por ciento que lo votó y remarcó que ambos candidatos confluyen en el mismo frente a nivel nacional, Cambiemos. Desde el FIT y de Autodeterminación y Libertad, en cambio, convocaron al ocho por ciento que los acompañó a inclinarse por la opción en blanco. De todas maneras, el comportamiento de los votantes de las fuerzas que no superaron el ballottage terminará de conocerse hoy, cuando se realice el escrutinio provisorio.

El escenario más complejo se le planteó al FpV, que a nivel nacional mantiene un escenario de creciente polarización con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. Un holgado triunfo de Rodríguez Larreta en la Ciudad le serviría al líder del PRO para impulsar su candidatura de cara a las PASO de agosto. En cambio, un resultado ajustado o incluso una derrota sería un severo traspié para sus aspiraciones. En cambio, ese escenario plantea el riesgo de fortalecer a Lousteau, un nuevo jugador que apunta a consolidarse en la Ciudad y con perspectivas nacionales.

“Ninguno de los dos candidatos llegará al 50 por ciento de los que irán a votar mañana”, aseguró ayer la ex candidata a jefa de Gobierno del FIT, Myriam Bregman, quien reclamó que se contabilice y publique el porcentaje de votos en blanco. Según la ley, los votos en blanco no serán computados como votos válidos, por lo que un aumento en esa categoría beneficiará a aquel candidato que obtenga mayor cantidad de votos.