Cuando faltan menos de tres semanas para las PASO nacionales, el precandidato presidencial de la UCR, Ernesto Sanz, demostró que está dispuesto a sacarle el mayor jugo posible al resultado del ballottage porteño, en el que el candidato de ECO, Martín Lousteau, quedó a un pelito de ganarle el Gobierno de la Ciudad al macrismo. Luego de que el ex ministro de Economía dijera el lunes que votará por Sanz el 9 de agosto, el senador radical salió a sacar pecho frente al precandidato favorito de Cambiemos, Mauricio Macri. “La elección de la Ciudad demostró que no hay ningún candidato invencible y que nada está decidido de antemano”, aseguró ayer Sanz, quien dijo que compite “para ganar” en las primarias, donde también tendrá que vencer a Elisa Carrió para llegar a las generales del 25 de octubre.

El ajustado triunfo de Horacio Rodríguez Larreta, por 51,6 puntos frente al 48,4 de Lousteau, abrió un debate dentro de Cambiemos y puso en discusión la actitud del líder del PRO. Desde el radicalismo, socios de Macri desde la Convención de Gualeguaychú aseguran que le vienen reclamando hace tiempo una mayor apertura al jefe de Gobierno, lo que fue rechazado en beneficio de una estrategia de “macrismo puro”. En ese contexto, la victoria del PRO por tan estrecho margen en la Ciudad le dio oxígeno al planteo de los radicales, así como una posibilidad para sacar a relucir su desarrollo en todo el país.

“Las encuestas no están marcando la realidad que significa ser candidato de un partido con fuerte presencia territorial”, señaló ayer Sanz, que la noche del domingo ya empezaba a enumerar los porotos a favor suyo: “De nueve elecciones salimos primeros en Mendoza, Santa Fe y Corrientes y salimos segundos en Capital Federal, La Rioja, Córdoba, Chaco, Tierra del Fuego y Neuquén”, detalló Sanz en diálogo con Página/12 en el bunker de Lousteau. Todas esas provincias donde hay alianzas con el PRO, como Córdoba o Mendoza, son encabezadas por un radical, mientras que los distritos donde el macrismo no participa del frente, como Capital y Santa Fe, el resultado fue muy parejo, el primero favorable al PRO, el segundo a la UCR. El titular del Comité Nacional aprovechó los errores de las encuestadoras en Capital para fundamentar su teoría de que los sondeos de opinión no registran su intención de voto real. De todas maneras, dejó en claro su posición: “Macri es mi competidor en las PASO, pero el adversario es el kirchnerismo”, remató.

Luego del resultado del domingo, en el radicalismo aclararon que “no va a haber marcha atrás con la coalición desde lo político y lo electoral”. “Nosotros venimos claramente advirtiendo algunas decisiones que no nos parecían convenientes para la coalición en su conjunto”, detalló a este diario un hombre de la mesa chica de Sanz, que señaló conflictos en los armados en Entre Ríos, Santa Fe y Tierra del Fuego, entre otros.

“Cambiemos tiene como fortaleza la diversidad. La estrategia del oficialismo es la uniformidad, la fórmula única. Nosotros tenemos que competir colectando desde la diversidad. El PRO no comparte este criterio. Ellos creen que le pueden ganar al kirchnerismo haciendo solamente macrismo. Nosotros vamos a poner una mirada en revisión dentro de la coalición”, completa el dirigente sanzista.