El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, amplió ayer la denuncia en torno de las maniobras con empresas fantasma, sobrecarga de precios y facturación de servicios inexistentes que se habrían cometido en la operación del avión presidencial Tango 01. Por el mismo caso, los fiscales federales Jorge Di Lello y Gerardo Pollicita pidieron, por su parte, al Gobierno y a la Casa Militar que les suministren toda la información sobre los gastos de la aeronave desde su adquisición hasta el presente.
Parrilli amplió la denuncia durante una reunión que mantuvo con la jueza María Servini de Cubría. El funcionario dejó en manos de la jueza a cargo de la causa 19 carpetas que detallan la totalidad de los vuelos presidenciales del 2002 y 2003.
El material que Parrilli presentó a la Justicia incluye las rendiciones de cuentas de cada viaje y los detalles del catering, servicios de rampa, limpieza, asistencia técnica y carga de combustible. También precisa cómo son los procedimientos de rendiciones de gastos de los viajes que el Tango 01 realiza al exterior.
La ampliación de la denuncia hecha por Parrilli afirma que sobre un total de 17 viajes durante 2002 y 2003, en 16 de ellos “en términos generales las rendiciones realizadas no incluyen recibos por los pagos realizados y que muchas de las facturas rendidas carecen del sello de pagado respectivo”. En la documentación también se señala que la carga de combustible en las aeronaves “no se vio respaldada por remitos o comprobantes similares”.
Los informes que pidieron Di Lello y Pollicita deberán ser suministrados justamente por la Secretaría General de la Presidencia. Los fiscales solicitaron todo el historial del Tango 01 en función de la información publicada por Página/12 y otros diarios.