Desde Río Gallegos

Dicen que Máximo les agradeció siempre a sus compañeros bonaerenses haberle ofrecido la candidatura a diputado nacional. Muchos creen que no sólo podía ganar, sino que se aseguraba más de dos millones y medio de votos. Pero dijo que no, que prefería pelear su territorio, construir y consolidar ese espacio por el que viene trabajando desde hace años, localidad a localidad, entre esos a veces durísimos paisajes de pampa helada. Los clips de las recorridas que hizo en los últimos veinte días con imágenes editadas “cuando había tiempo” ahora recorren las redes. Hay un pianista que lo recibió en su casa. Relatos de quienes se acercaron hasta para mostrarle papeles de las casas que lograron hacerse mientras su padre era gobernador. Hay hombres que levantaron la mano para agradecerle que el Estado se haya hecho presente. Y de fondo se escucha el “Santacruceño”, el spot de campaña que acompañó a Néstor Kirchner en su candidatura a la gobernación de 1991. Tema que todos se saben. Que dejó de estar y regresó a escena para marcar continuidad. Máximo Kirchner disputa hoy la interna como candidato a diputado nacional en Santa Cruz. Intenta continuar con el espacio que crece hace diez años. Va por la mística. Pero también por su primera legitimación en un mandato que deberá otorgar esa misma ciudadanía construida por esta democracia.

Las pelea en Santa Cruz no es fácil. Está tensada por dos escenarios. Por un lado, el Frente para la Victoria y sus distintas fuerzas mas puras, ante el PJ mas ortodoxo reingresado a ese espacio. Y por otro, la disputa hacia afuera contra la oposición que a diferencia de lo que sucede en el plano nacional, aquí congrega en el frente Cambiemos a radicales, socialistas, ARI-Coalición Cívica, PRO y el massismo del Frente Renovador. Hoy se votan las primarias para presidente, parlamentarios del Mercosur a nivel nacional y provincial y diputados nacionales. Las candidaturas a la gobernación con todas sus internas se dirimirán directamente en octubre, a través de la Ley de Lemas. En ese momento, la interna del FpV enfrentará a Alicia Kirchner y al actual gobernador Daniel Peralta, eventualmente acoplados por los lemas. El voto de hoy sondeará de alguna manera esos resultados de octubre. Máximo Kirchner se mide como candidato a diputado nacional, es el candidato que lleva su espacio del FpV y está acordado por todos los sectores. Al otro lado de esa candidatura, su gran Otro, es el candidato a diputado nacional por Cambiemos, el radical Héctor “Pirincho” Roquel, actual diputado provincial y ex intendente de Gallegos entre 1983 y 1997 y de su ciudad, Luis Piedrabuena, en dictadura de 1981 a 1983.

En ese último escenario están centradas por estas horas tensiones, esperanzas y fantasmas. Detrás, la mesa chica del FpV mira lo que pasó en las últimas elecciones de 2013. Eran elecciones legislativas. Distintas a estas. Pero esa vez el FpV quedó con 24,69 por ciento de los votos: 17 puntos abajo del 42,22 por ciento que sacó el candidato radical, Eduardo Costa. En ese momento los acuerdos con el PJ fueron distintos: el PJ de Peralta fue por afuera y quedó en tercer puesto con 20,04. La izquierda consiguió un cuarto lugar, y sus mejores resultados históricos. Había conflictos en la zona norte de la provincia con los petroleros y el conflicto del agua en Caleta Olivia, la segunda ciudad mas grande de la provincia. Problemas que para los militantes explican parte de los guarismos. Ahora, hay problemas remanentes que complican las expectativas sobre todo en los lugares mas grandes. El norte resolvió el conflicto hace un año, pero la construcción del acueducto en Lago Argentino para Caleta está pendiente y en Gallegos la interna de los empleados municipales de los últimos cien días crearon un nuevo foco de malhumor entre los sectores medios, más resistentes como en las grandes ciudades, al kirchnerismo. En ese contexto, el FpV espera remontar y superar los resultados de 2013. Esto es: ganarle o empardar con Roquel. Eso sería una victoria. Es un resultado posible si Máximo consigue legitimarse. Es un escenario que para los militantes también estaría legitimando el crecimiento y consolidación de una fuerza propia, en un contexto de sinsabores con la clase política mas tradicional del PJ. Y si todo fuera cuestión de sumas y restas, es un escenario posible si sólo se sumaran los números que sacó en 2013 el FpV y el PJ. Pero ese resultado aun es incierto. Parte de la construcción.

Santa Cruz tiene 14 municipios y varias comisiones de fomento. El kirchnerismo se ve mas consolidado en el interior, en las localidades mas chicas, con 5 y 10 mil habitantes. Las dos ciudades mas grandes, Caleta y Gallegos, vienen difíciles. Pero además son las de más votantes: entre 80 y 120 mil cada una. Máximo empezó su construcción desde el interior hacia afuera. Desde las localidades más chicas hasta la capital. La idea era venir llegando. Andar. Recorrer los espacios. Veinte días. Puerta a puerta. Uno de los militantes del espacio contaba ayer que Santa Cruz tiene la extensión de la provincia de Córdoba. Pero en 200 kilómetros, Córdoba tiene 400 mil votantes mientras que acá los números se diluyen. En esos 20 días, Máximo visitó gobernador Gregores, Perito Moreno, Puerto Roma, Puerto Santa Cruz, Puerto San Julián entre muchos otros puntos. El jueves a la noche terminó la fiebre del recorrido con el cierre en el comando de campaña de Gallegos.

Se paró en un escenario muy pequeño. El mismo lugar por el que corría a los tres o cuatro años. Atrás suyo, sobre una pared, todavía está el enorme afiche de Néstor y Cristina que estuvo ese día. Máximo habló. También no habló cuando las lágrimas no le dejaron hacerlo. Las cámaras tomaron varias veces su cara en contraplano con la imagen de su padre, increíblemente parecida. “Había tanta gente como en el 2003”, dice Mario Metaza en clave de filiaciones. Metaza es diputado nacional, presidente de la Comisión de Energía, jefe de la casa de Santa Cruz durante años y actual precandidato al Parlasur. Alguien vio de pronto que Máximo dejó de hablar. Una anciana había conseguido acercarse, apretada entre la gente, se hizo espacio. Quería decirle que agradecía y también que era igualito a su padre.

De esto se hablaba anoche en el comando. Hablan y mucho de un pianista. Se llama Roty García. Es de Gobernador Gregores. Habían llegado hasta ahí. Pueblo minero con un valle productivo, centro de la provincia. Recorrida. Casa de la gente. Sale un hombre. Les dice que el mejor pianista del pueblo está a unos metros, y es su hijo. Van a la casa. El joven se pone frente a un piano. Les dice que empezó a ensayar una melodía después de la muerte de Néstor. Toca. Empieza. “Para mi amigo Lupo”, arranca. Y enseguida suena una versión armónica del santacruceño en spot.

Los que están alrededor de Máximo, jóvenes de La Cámpora, Kolina, el kirchnerismo del sur más pingüino, dicen que sabe que se parece a Néstor. Que juega y hace algún chiste para desembrujar ese sello de chico Play, cuando dice “si soy un modesto jugador de Play” para decir que no sabe por qué entonces sus oponentes tienen tantos problemas. Y dicen que también critica a la oposición radical en este caso, como se lo vio en estos días, porque se quejan de la falta de renovación pero cuando llevan a un candidato eligen a Roquel, con años en el poder. Y sobre quien Máximo dice que al final, ahora discute y batalla contra los mismos que estaban cuando estaba su padre.