Mar 11.08.2015

EL PAíS  › CóMO QUEDARíAN LAS CáMARAS SI SE REPITIERA EN OCTUBRE EL RESULTADO DE LAS PASO

Con altas y bajas en el Congreso

El Frente para la Victoria es el que más escaños arriesga en Diputados. Allí mantendría la primera minoría, pero quedaría lejos del quórum propio. En el Senado, en cambio, ampliaría su presencia y alcanzaría quórum propio sin necesidad de contar con sus aliados.

› Por Miguel Jorquera

Si en octubre se repitiera la elección de las PASO de este domingo cambiaría la correlación de fuerzas dentro del Congreso. En la Cámara de Diputados, el Frente para La victoria (FpV), que es quien más escaños arriesga en esta renovación parlamentaria, mantendría su condición de primera minoría legislativa pero quedaría con un centenar de diputados y lejos de los 129 necesarias para alcanzar el quórum propio para sesionar, que ahora logra con el respaldo de sus aliados. La UCR seguiría siendo la segunda minoría dentro de la Cámara baja pero con el PRO pisándole los talones; el Frente Renovador conseguiría el doble de las bancas que arriesga; el FIT suma un escaño y Progresitas (PS-GEN) retendría apenas la mitad de sus bancas, en tanto otros bloques perderán su representación parlamentaria. En el Senado, en cambio, el FPV, ampliaría su presencia y alcanza quórum propio sin necesidad de contar con sus aliados; la UCR perdería 3 bancas, las mismas que sumaría sus aliados macristas de Cambiemos; el delasotismo recuperaría las dos bancas en manos del juecismo cordobés, que desaparecería como bloque, lo mismo que el socialismo.

Las diferencias para el oficialista FpV entre una y otra Cámara obedece a que el recambio parlamentario corresponde a dos elecciones previas con resultados muy diferentes para el kirchnerismo a escala nacional. Mientras que en Diputados pone en juego las bancas que sumó en la elección presidencial de 2011 en la que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner alcanzó el 54 por ciento de los votos, en el Senado el FpV va por recuperar lo que perdió en 2009, cuando la oposición en sus distintas variantes se alzó con varios triunfos legislativos.

El FpV arriesga en esta elección 77 bancas propias de diputados, de las cuales –si se repitiera el resultado de las PASO– renovaría 59. Lo que lo dejaría con una bancada de 101 diputados propios. Y aunque también quedarían en el camino algunos de los aliados más fieles, sumaría las 7 bancas que mantendría el Frente Cívico de Santiago del Estero, los 3 del Movimiento Popular Neuquino, el monobloque solidario de Carlos Heller y 2 peronistas pampeanos, con lo que alcanzaría 114 diputados, 15 menos que para lograr el quórum propio.

Con el resultado del domingo, el FpV perdería diputados en los distritos numerosos en los que se impuso cómodamente en 2011 y que reparten mayor cantidad de escaños. En la provincia de Buenos Aires, que reparte 35 bancas, sólo renovaría 15 de los 20 que arriega; en Córdoba sólo una de cuatro; perdería un diputado en distritos como la ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Entre Ríos, y hasta en Santa Fe, a pesar de haber salido primero en las PASO, además de otras provincias donde la representación legislativa es menor.

La UCR seguiría como segunda minoría legislativa en la Cámara baja. Pero contrariando la estrategia partidaria de que tras sellar la alianza con el PRO y la CC se fortalecería su representación legislativa, los radicales sumarían solo 5 diputados a sus actuales 34 (más 3 del filo radical Frente Cívico de Catamarca), mientras que sus socios del PRO suman 22 bancas trepando a 36, y la CC conserva sus 4 bancas, de las cuales ninguna estaba en juego. Como interbloque, Cambiemos alcanzaría 79 diputados. Otro de los que crecería es el Frente Renovador, que consigue sumar a su bloque doce diputados, el doble de los que pone en juego. Y el FIT sumaría una banca bonaerense a su interbloque de 3 diputados.

Progresistas sólo conservaría la mitad de sus actuales 12 bancas, entre el Gen y el PS. Mientras que la Unidad Popular y el juecismo cordobés desaparecen como expresión parlamentaria en la Cámara baja.

Senado

La situación es diferente en la Cámara alta, donde el FpV realizó muy buenas elecciones en la mayoría de las ocho provincias que renuevan sus tres bancas (dos por la mayoría y la tercera por la primera minoría) elegidas en 2009. Allí, el oficialismo consigue 11 escaños, donde solo exponía ocho, treparía a 39 bancas y quórum propio (37 bancas) sin necesidad de recurrir a los dos aliados que le quedan en el recinto. El FpV se imponía en las provincias que gobierna: Catamarca, Chubut, Tucumán y La Pampa. Salvo en Mendoza, donde perdió la gobernación este año ante un frente opositor encabezado por la UCR, que también tenía en sus manos las dos bancas de senadores por la mayoría y al frente de cuya boleta va como candidato ex vicepresidente Julio Cobos, aunque la camporista Anabel Fernández Sagasti se ubicó segunda y conservaría el escaño para el peronismo en el Senado.

El peronismo sorprendió con un triunfo en Santa Fe, donde Omar Perotti salió primero superando al ahora macrista Carlos Reutemann y relegando lejos al socialista Hermes Binner. También en Corrientes, donde el ex intendente de la capital Carlos “Camau” Espínola superaba por 20 puntos a todo el frente que encabeza el gobierno radical de la provincia. En cambio, el FpV estuvo lejos de revertir el escenario cordobés, donde el delasotismo le arrebataría al Frente Cívico las dos bancas en el Senado, y la alianza Cambiemos –que llevaba como candidato al renunciante Luis Juez– subirá ahora al frente de la lista a la macrista Laura Rodríguez Machado para la banca que era de la UCR. Igual que en Diputados, la estrategia radical dentro de Cambiemos no logró ampliar su representación en el Senado: los tres escaños que perdió la UCR pasaron a manos del PRO.

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