EL PAíS › LA DISPUTA POR LOS MUNICIPIOS BONAERENSES
Las primarias les pusieron un final a los mandatos de algunos
intendentes y marcaron las complicaciones que enfrentarán otros. Cuatro dirigentes de La Cámpora irán por jefaturas comunales.
› Por Santiago Rodríguez
Con la disputa a presidente y a gobernador como pelea de fondo, dirigentes de todos los espacios políticos bonaerenses dirimieron también sus propios asuntos en los municipios de la provincia de Buenos Aires en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias de este domingo. En la mayoría de los distritos, los actuales intendentes buscaron quedar habilitados para pelear su reelección y no todos lograron ese objetivo. Los casos más sonados fueron los de históricos caciques peronistas del conurbano, como el intendente de Merlo, Raúl Otacehé, y el de Moreno, Mariano West, quienes perdieron a manos de sus adversarios internos y ya empezaron a hacer las valijas porque no tienen posibilidad de presentarse el próximo 25 de octubre y, por ende, el 10 de diciembre dejarán sus cargos. Hubo otros que dieron el primer paso en falso, como el ahora massista Mario Meoni en Junín, y que si bien consiguieron clasificar para las generales, fueron derrotados por otros espacios y su futuro es poco promisorio. Cuatro dirigentes de La Cámpora irán en busca de jefaturas comunales.
De los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, en 111 los intendentes jugaron su primera carta en busca de la reelección. Nueve de ellos gobiernan en el conurbano, de los cuales dos –los otros ratificaron en mayor o menor medida sus liderazgos– perdieron en la mano inicial. Son West y Othacehé.
En Merlo Othacehé está al mando de la comuna en forma ininterrumpida desde 1991. Seducido por el triunfo de Sergio Massa, en 2013 se pasó a las filas del Frente Renovador. Abandonó el barco massista y regresó al oficialismo. En sus días de ausencia Gustavo Menéndez armó un entramado político bajo el paraguas de Unidos y Organizados y le presentó pelea. El domingo se quedó con el 61,39 por ciento de los votos del Frente para la Victoria –que obtuvo en total el 47,39 por ciento y le sacó casi 20 puntos a UNA– y puso fin al sueño de Othacehé de conseguir su séptima reelección.
“Menéndez no es parte de La Cámpora, pero vino trabajando con nosotros en Unidos y Organizados”, remarcó a Página/12 un importante camporista. Similar es el caso de Mariano Cascallares en Almirante Brown, que también derrotó a Darío Giustozzi, recién regresado al redil oficialista tras su excursión por el massismo. Cascallares tampoco es de La Cámpora, pero sí lo es José Lepere, uno de sus principales armadores políticos que lo acompaña además en la boleta como primer candidato a concejal del distrito, lo cual prueba su buena sintonía con la agrupación juvenil. Del 52 por ciento de los votos que el FpV sacó en Almirante Brown y que le dieron un triunfo con casi 32 puntos de ventaja sobre Cambiemos, el 61,52 por ciento fue para Cascallares. Giustozzi tuvo que conformarse con el resto.
Si en la organización que conduce Máximo Kirchner sintieron en parte como propios los triunfos de Menéndez y Cascallares, mucho más intensa fue la sensación por los plenos de Walter Festa en Moreno y de Diego Barralle en San Vicente. Esos dos dirigentes sí integran La Cámpora.
Festa desbancó a West, el hombre fuerte del peronismo en ese municipio que aspiraba a un nuevo período de gobierno. En el mano a mano entre ambos, el precandidato camporista se alzó con el 61,16 por ciento de los votos del Frente para la Victoria, que totalizó el 47,45 por ciento y casi que duplicó los votos de UNA, que terminó en segundo puesto.
En San Vicente al FpV lo votó el 44,53 por ciento de los electores y el 64,62 por ciento de ellos optó por Barralle. El precandidato de la agrupación juvenil kirchnerista doblegó así al intendente Daniel Di Sabatino, que se proponía para un tercer mandato consecutivo.
El cuadro de candidatos a intendentes bonaerenses de La Cámpora lo completan Julián Alvarez, en Lanús, y Juani Ustarroz, en Mercedes, a quienes los mismos camporistas suman a Juan Zabaleta en Hurlingham, no como propio pero sí como “alguien que siempre trabajó con nosotros”.
El viceministro de Justicia no tuvo competencia interna en su distrito. Fue el candidato más votado de Lanús, con el 36,77 por ciento. Segundo salió Cambiemos, que con dos precandidatos –el que ganó fue el secretario de Hacienda porteño, Néstor Grindetti– sumó el 30,29 por ciento y el tercer puesto, con 21,97 por ciento, fue para el precandidato de UNA.
Tampoco Ustarroz tuvo adversarios del oficialismo en Mercedes. No ganó, pero el 35,28 por ciento que consiguió es una base con la cual la dirigencia de La Cámpora cree que se puede aspirar al triunfo, sobre todo porque perdió a manos de Cambiemos, que llegó al 41,31 por ciento a partir de la suma de lo que obtuvieron sus cuatro precandidatos. “Ustarroz la va a tener que pelear, pero hay que ver si Cambiemos mantiene todos los votos que reunió”, analizan en la agrupación kirchnerista, en la que destacan también que “Alvarez sacó una diferencia importante en Lanús” y que “Zabaleta hizo una muy buena elección” en Hurlingham.
El candidato kirchnerista en Hurlingham ganó con el 39,88 por ciento de los votos e hizo una buena diferencia con respecto a Luis Acuña. El intendente massista obtuvo el 25,33 por ciento y quedó complicado para conseguir una nueva reelección en el cargo que asumió en forma interina durante la crisis de 2001 y nunca más abandonó.
Más comprometido aún aparece el también massista Meoni. Radical de origen, referente luego de los radicales K y finalmente en el Frente Renovador, el intendente de Junín que también coqueteó con el PRO gobierna ininterrumpidamente desde 2003 y se propuso ir por más. Arrancó con un tropiezo porque el domingo terminó tercero con el 24,22 por ciento de los votos y a 12 puntos de Cambiemos que fue a la primaria con cuatro precandidatos. El segundo lugar resultó para el Frente para la Victoria, que presentó tres listas.
En Tres de Febrero, Hugo Curto ganó pero Cambiemos le pisa los talones. Como candidato único del Frente para la Victoria, el cacique peronista reunió el 32,30 por ciento de los votos y la alianza opositora quedó a un punto, con Diego Valenzuela como el más votado de los tres precandidatos que se postularon por ese espacio.
El intendente de La Plata, Pablo Bruera, le ganó a Florencia Saintout la pulseada interna dentro del kirchnerismo por 55,19 a 44,81 por ciento, aunque no la tendrá fácil en las generales cuando vaya en busca de su reelección: Cambiemos, con 33,53 por ciento de los votos de sus tres precandidatos, se llevó la victoria por apenas medio punto sobre el FpV.
En Escobar, Sandro Guzmán, otro intendente que pasó por el massismo antes de volver al kirchnerismo, no se postuló para la reelección y la pelea por su lugar quedó planteada entre Ariel Sujarchuk del FpV –se impuso en la interna y su fuerza llegó al 42 por ciento–, Leandro Costa de Cambiemos –-27 por ciento– y Luis Carranza de UNA –18 por ciento–.
El ahora macrista Gustavo Posse ratificó su liderazgo en San Isidro: fueron suyos seis de cada diez votos de Cambiemos, que totalizó el 56,98 por ciento y en cuya interna derrotó al ministro de Justicia porteño, Guillermo Montenegro. También convalidó el suyo Jorge Macri en Vicente López, donde no tuvo adversario dentro de Cambiemos: obtuvo el 44,36 por ciento y casi que dobló en votos a Enrique “Japonés” García, histórico caudillo de ese municipio al que desbancó hace cuatro años y que ahora va por la vuelta de la mano del FpV.
En el oficialismo también fueron convalidados Julio Pereyra, que ganó con la mitad de los votos la interna contra otros tres precandidatos y buscará su reelección con el piso del 53,80 por ciento de los votos que sumó el FpV; y en Quilmes Francisco “Barba” Gutiérrez, quien quedó habilitado para ir en procura de otro mandato tras ganarle la primaria a Daniel Gurzi. A Gabriel Katopodis no le fue mal en su vuelta al kirchnerismo en San Martín y también podrá presentarse para otro período de gobierno tras sortear el escollo que implicaba la competencia interna con otros dos oficialistas. Sin adversarios que enfrentar en sus propias filas, Martín Insaurralde consiguió en Lomas de Zamora el 48,63 por ciento de los votos y puede pensar tranquilo en su reelección porque dejó segundo a Cambiemos a 26 puntos. Casi calcado es el caso del intendente de Ezeiza y ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, que ganó con el 48,68 y casi que duplicó los votos de UNA. Pero el que se llevó todos los laureles a la hora de revalidar su título fue Juan José Mussi, que también fue como candidato único en Berazategui y reunió el 55,16, el triple de votos que Cambiemos.
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