Pasadas las primarias abiertas, el Frente para la Victoria busca cerrar filas hacia adentro con el objetivo de apuntalar un posible triunfo en la primera vuelta electoral del 25 de octubre. Ayer, el jefe de Gabinete y candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, mostró que toda posible desinteligencia surgida en el fragor de la campaña electoral quedó atrás y que mantiene una “excelente relación” con el gobernador y precandidato presidencial, Daniel Scioli. Fernández desmintió así un supuesto enojo de Scioli porque –así se lo preguntaron los periodistas que lo esperaban ayer en el ingreso a la Casa Rosada– no lo habría defendido con el suficiente énfasis respecto de su viaje a Italia.

En realidad, Fernández lo que había dicho era que no estaba en conocimiento del viaje de Scioli, por lo que tampoco sabía sus motivos. Le preguntaron entonces de qué habían hablado cuando conversaron el jueves en Buenos Aires. “¿Trajiste alfajores?”, comentó Fernández que le dijo con su humor habitual. Agregó que en el encuentro “hablamos de las cosas que estamos haciendo”.

Respecto del famoso viaje, el jefe de Gabinete dijo esta vez que Scioli “viajó por un tema físico a Roma y punto”, agregó que anteriormente “no hice ninguna cuestión porque no voy a opinar de lo que no sé”. Reveló que cuando volvió Scioli lo llamó. “Me contó lo que le había pasado y que estaba bárbaro”, comentó. Y concluyó reiterando que “tengo una excelente relación personal con Scioli, hablamos de las cosas que estamos haciendo y nos despedimos de muy buena manera”.

Scioli se preocupó por mantenerse equidistante en la caliente puja interna entre Fernández y el otro precandidato a la gobernación, el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, aunque siempre dio la sensación de que su corazoncito estaba un poco más cerca de este último, y de su compañero de fórmula, el intendente matancero Fernando Espinoza. Pero no fue ése el tema que preocupó a Aníbal Fernández sino la aparición de la denuncia televisiva que buscó involucrarlo en el tráfico de efedrina, en la que entendió que había existido algún tipo de complicidad de parte de sus adversarios. Sin embargo, el lunes después de los comicios, Fernández y Martín Sabbatella se sacaron una foto con Domínguez y Espinoza y se comprometieron a tirar todos para el mismo lado. También busca mostrar un vínculo más afinado con Scioli, con quien compartió enseguida un acto en la provincia, justamente lo último que hizo Scioli antes de embarcarse a Italia y de que las inundaciones se convirtieran en tema de campaña.

Ayer, la ministra de Gobierno bonaerense y candidata a diputada del FpV, Cristina Alvarez Rodríguez, consideró que la vicejefa de Gobierno porteño y postulante a gobernadora de Cambiemos, María Eugenia Vidal, “está más preocupada por sumar votos que por ayudar” a los inundados. “Viene de turista a una provincia que no conoce a sacarse fotos, es lamentable el oportunismo político frente a la tragedia”, consideró la ministra. Remarcó que Vidal “prefirió ir a sacarse una foto en medio del agua, con botas de lluvia, en vez de ponerse a disposición para ayudar en conjunto, sin distinción política, como lo estamos haciendo con muchos intendentes y gobernadores”. “Ella dejó muy en claro que lo único que le preocupa son las elecciones de octubre”, concluyó Alvarez Rodríguez.