Tan sólo 24 horas después de haber dicho que la denuncia de Felipe Solá sobre un supuesto “robo” de votos durante las PASO le sonaba “un poco a ciencia ficción”, el fiscal ante la Cámara Nacional Electoral, Jorge Di Lello, cambió su discurso: dijo que el planteo del candidato a gobernador bonaerense de UNA es “serio” y aseguró que “lo mejor sería curarse en salud y abrir las urnas” cuestionadas. Consultada por Página/12 una fuente allegada a la fiscalía, afirmó que la intención de Di Lello es “abrir las urnas y contar los votos como la mejor forma para saldar este tema”, aunque la última palabra al respecto la tendrá el juzgado con competencia electoral de Laureano Durán.

Tras reunirse el miércoles con el postulante del Frente Renovador en la alianza UNA, Di Lello admitió que el caso “amerita una investigación”, pese a que antes había dicho que la posibilidad de montar un mecanismo para llevar adelante un fraude le sonaba “un poco a ciencia ficción”. Ayer dijo que la denuncia de Solá “es un planteo serio que amerita una investigación” porque “él tampoco habla de fraude, dice que puede ser error o que puede haber conductas dolosas”. El fiscal contó que Solá le presentó un trabajo “de deducción lógico-matemática en base a estudios de distintas mesas, comparando la media de diferencia entre el voto a presidente y a gobernador”. En esa evaluación, dijo que se daba “un tipo de situación sorprendente” en algunas mesas puntuales, donde había mucha diferencia entre los votantes conseguido por Solá con respecto al candidato a presidente del mismo espacio.

El ex gobernador bonaerense y ex precandidato le habría explicado a Di Lello que sus sospechas se basan en la compulsa entre telegramas y actas, y “los elementos que encuentra responden a una descripción lógica”. Según Solá, no sería posible que en las mesas cuestionadas haya sacado “cero votos, con un corte de boleta demasiado absoluto, y en otras mesas la diferencia entre el voto a presidente con el de gobernador haya sido del 13 por ciento”. A criterio del denunciante, siempre según el fiscal, “hay estudios sociológicos que establecen el perfil del tipo de votante y del tipo de resultado promedio en una misma escuela, las variaciones entre las mesas suben y bajan pero sin demasiadas diferencias, nadie pierde por robo en mesas diferentes de un mismo establecimiento”. Por lo tanto, Di Lello consideró que “para curarnos en salud, y despejar toda duda razonable de que el sistema argentino funciona, lo mejor es abrir las urnas y se acabó”.

Aunque la decisión sobre el caso estará en manos de la fiscalía y del juzgado electoral de La Plata, a cargo de Laureano Durán, el fiscal ante la Cámara opinó que “lo ideal sería la totalidad de las que él (por Solá) tiene cuestionadas, en base a las actas que acompañó, que es una buena cantidad, y que por otra parte no las saca de ningún laboratorio raro, sino de lo que está colgado en Internet, en la página pública”. Además, Di Lello adelantó que antes del lunes enviará su investigación preliminar a la Justicia Electoral de La Plata y dijo que lo mejor es tener una respuesta “antes de las elecciones de octubre”.

Tras su denuncia por el “afano” de unos 192 mil votos, Solá fue convocado por el fiscal Di Lello a dar mayores precisiones del caso. El candidato massista fue a Tribunales a entregarle al fiscal la documentación que avala su reclamo y modificó el número del supuesto faltante de votos: entonces aseguró que el “robo” fue de 140 mil sufragios.

Fue antes de su encuentro con el candidato a gobernador que Di Lello calificó el hecho como “raro” y también que se necesitaría una “hipnosis colectiva” para explicar la falta de votos del candidato. En su entorno comentaron ayer que las declaraciones del fiscal habían sido “simplificadas”. Di Lello impulsará la denuncia porque considera que “para despejar toda duda razonable de que el sistema argentino funciona es necesario abrir las urnas, tal como sucedió en Santa Fe, donde durante quince días todos protestaban pero quedó resuelta la cuestión luego de hacerlo, o en Salta, en la disputa entre Romero y Urtubey”.