EL PAíS › LA FISCAL RECHAZO LA VERSION DE LA UCR SOBRE LA MUERTE DE VELAZQUEZ
Silvia Farall, que investiga el homicidio del joven jujeño, señaló que más allá de las acusaciones públicas de Morales, candidato a gobernador radical, nadie aportó pruebas que indiquen motivos políticos. La Tupac Amaru y CFK rechazaron la denuncia.
› Por Laura Vales
Tres personas fueron detenidas en Jujuy por el asesinato de Ariel Velázquez. La principal hipótesis que tiene la Justicia es que se trató de un homicidio en ocasión de robo, ya que el propio joven le contó a la persona que lo llevó en una camioneta hasta el hospital que le habían disparado para robarle el teléfono celular. Pero en el escenario político la muerte pasó a ocupar el primer plano de la campaña, luego de que el candidato a gobernador de la UCR, Gerardo Morales, denunciara que el joven era un militante radical que había sido agredido antes por integrantes de la Tupac Amaru, de Milagro Sala, y vinculara a la organización kirchnerista con el homicidio. En este marco, el radicalismo convocó para hoy a marchas en todo el país para “exigir el fin de la violencia política”, mientras que la Tupac respondió que la acusación era “una canallada”. Por su parte, la presidenta Cristina Fernández le reclamó a la oposición que termine “con las mentiras, las falsas denuncias, operaciones políticas y medrar con la desgracia de las personas” (ver recuadro).
La fiscal del caso, Silvia Farall, aseguró ayer que no descartará ninguna posibilidad, pero aclaró que en el expediente hasta ahora no hay nada que apunte a un crimen político. Las denuncias, indicó, se hicieron “sólo por los medios y nada más”. La funcionaria judicial dio ayer una conferencia de prensa sobre el caso. “Desconozco si tiene un tinte político, pero el que quiera aportar pruebas, la fiscalía las va a recibir”, planteó al ser consultada sobre los dichos de Morales. En esta línea, abundó que nadie “acercó pruebas que vinculen el asesinato con la violencia política, sólo hablaron por los medios y nada más”.
El joven de 20 años murió el miércoles a causa de un disparo que había recibido en la noche del 7 de agosto, horas antes de las PASO, en la localidad de San Pedro de Jujuy, cuando iba desde la casa de un amigo a la de su hermano. Fuentes con acceso a la investigación señalaron a Página/12 que llegó allí por sus propios medios. Fue el hermano el que le descubrió la herida, al revisarlo porque el chico se quejó de que le dolía la espalda.
La fuente agregó que pidieron ayuda a un vecino, que los llevó al hospital en camioneta. Por el camino, el conductor del vehículo le preguntó qué había pasado. Velázquez le dijo que tres tipos que andaban en moto le habían robado el celular. Esta descripción de lo sucedido fue declarado en la causa por el conductor del vehículo.
Los tres detenidos son hombres, mayores de edad y de la localidad donde ocurrió el hecho, San Pedro de Jujuy. Los arrestaron el miércoles al mediodía, y ayer el juez de control Marcelo Ibáñez les dictó la detención con prisión preventiva. Está previsto que sean indagados hoy por la mañana.
En los allanamientos les secuestraron tres motos y un arma calibre 22, que fue entregada por uno de los arrestados y será cotejada con la bala que extrajeron del cuerpo de Velázquez en la autopsia, realizada ayer con la presencia de un perito de la familia. Sin embargo, el teléfono celular de Velázquez no fue hallado en ninguno de sus domicilios.
El postulante a gobernador radical, que el miércoles suspendió el acto de lanzamiento de su candidatura por el fallecimiento del joven, ayer insistió en señalar a la Tupac Amaru. “Hemos denunciado un clima creciente de violencia política. Hace más de un mes hemos puesto en conocimiento a Julio Alak (ministro de Justicia) y al juez después del balazo que recibe Ariel”, sostuvo Morales. La acusación es que el joven fue atacado por militantes de la Tupac cuando volvía de repartir boletas de la coalición opositora liderada por el radicalismo. Morales también dijo que podría haberse tratado de un homicidio por “equivocación” de identidad, según habría declarado “un testigo oculto”, aunque a la vez aclaró: “No estamos en condiciones de acusar ni culpar a nadie. Describimos una serie de hechos que nos preocupan”. En la convocatoria a las marchas, la Juventud Radical agregó que “esto no es un asalto ni un robo, tampoco un hecho aislado. Esto se vincula a las prácticas violentas y autoritarias de la Tupac Amaru, que pretende amedrentar a los que buscan cambiar la realidad que les toca vivir”.
La Tupac Amaru sostuvo que la acusación es parte de una campaña sucia de Morales. “Jamás pensamos que se pudiera llegar a tal nivel de miserabilidad humana”, sostuvieron sobre el candidato. La organización informó que Ariel Velázquez era afiliado desde enero de 2013 al Partido por la Soberanía Popular, de Milagro Sala, y que desde el año pasado era alumno de la escuela que la Tupac Amaru tiene en el barrio construido por la organización en San Pedro. “Ingresaba cotidianamente al barrio y a la escuela. Muchos de sus compañeros y amigos viven en ese barrio construido por nuestra organización. Si existiera un clima de violencia tal como el que denuncia Morales, ¿podría un militante radical enfrentado a militantes tupaqueros asistir regularmente a la escuela de la Tupac Amaru en el barrio de la Tupac Amaru, habiendo similares ofertas educativas en la zona?”, preguntaron. Acompañando el comunicado, difundieron copias de la afiliación, así como del boletín de asistencia a la casa de estudios.
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