Finalizado el tratamiento del Presupuesto, esta semana el Congreso comenzará con la modificación del Régimen de Monotributo. La reforma, que prevé la creación de la figura del “contribuyente eventual”, tiene entre sus objetivos depurar padrones que registran una morosidad del 70 por ciento. Adicionalmente se espera terminar con el “enanismo fiscal” tras el que se ocultan los inscriptos en las categorías superiores, para las que se evalúan aumentos en los aportes de hasta el 114 por ciento.
La importancia de la figura del “contribuyente eventual” es que servirá para poner fin a una de las más fuertes inequidades tributarias de la década pasada que obligó a una porción de los contribuyentes unipersonales a pagar, en el mejor de los casos, una porción excesiva de sus ingresos para mantenerse dentro de la legalidad tributaria y, en el peor, a caer en mora y acumular deudas impositivas imposibles de afrontar, realidad que se tradujo en una retroalimentación del ciclo de la marginalidad.
El nuevo proyecto establece que podrán considerarse “contribuyentes eventuales” las personas físicas que realicen tareas por cuenta propia cuyos ingresos no superen los 12 mil pesos anuales. Adicionalmente su actividad no deberá desarrollarse en locales (o establecimientos) estables, salvo que sea el domicilio real del contribuyente.
Originalmente la figura fue pensada para minifundistas agropecuarios y artesanos, pero terminará abarcando muchos microemprendimientos y una variada gama de actividades de servicios, como por ejemplo plomeros o gasistas. El aporte previsto para los eventuales, todavía en discusión, será de entre el 5 y el 10 por ciento de la facturación total y no incluirá el componente impositivo, pues el aporte será totalmente destinado a la seguridad social. Tampoco fue definido cuál será el instrumento preciso a través del cual se realizará la “facturación”. Sí se estableció que cuando la venta o el servicio se realice al sector público, el aporte será retenido.
En lo que respecta específicamente al Régimen de Monotributo, el principal objetivo será depurar los padrones, no sólo de aquellos contribuyentes que efectivamente no pueden pagar en las actuales condiciones sino también de quienes aprovechan el sistema para eludir la verdadera carga tributaria que les correspondería. Fuentes de la AFIP explicaron a este diario que, por ejemplo, se detectaron muchos hoteles de la costa atlántica o grandes garajes en la Ciudad de Buenos Aires que están inscriptos como monotributistas. Por otra parte, la realidad indica que, tal como está, el régimen no funciona. De los alrededor de 1.400.000 inscriptos sólo cumplen con sus aportes poco menos de 400 mil contribuyentes. Si se cuenta a los que a lo largo del último año han hecho al menos un aporte, la cifra sube a 700 mil.
Las nuevas listas de aportantes no estarán sólo divididas en las 7 categorías actuales de acuerdo con el nivel de ingresos, que van de 12 mil a 144 mil pesos anuales, sino también de acuerdo con el tipo de actividad. La nueva norma establece primero dos divisiones: “Servicios” y “Resto” de las actividades. En el rubro “Servicios” sólo podrán ser monotributistas quienes facturen hasta 72 mil pesos, mientras que el “Resto” quedará con las mismas subdivisiones actuales. No obstante, se prevén subas de hasta el 114 por ciento en los aportes que deberán hacer las categorías más altas. En las más bajas, alrededor del 80 por ciento del padrón, también habrá aumento del componente impositivo, pero será compensado con el carácter opcional que se dará al componente salud (se presupone que muchos monotributistas tienen medicina privada y no necesitan el régimen estatal). El aporte a la seguridad social, en tanto, se mantendrá igual.
También se establecerá para todas las categorías, por primera vez en una norma tributaria nacional, un sistema de premios para los contribuyentes cumplidores. La idea original es que quienes estén al día con sus pagos no paguen la última cuota del año, lo que significará una rebaja del 8,33 por ciento. Por último, se eliminará la categoría de “responsable noinscripto” en el IVA del que hoy se benefician algunos profesionales. En la AFIP explicaron que este beneficio “ya no tiene sentido”.