Ante la segunda vuelta electoral los Curas en Opción por los Pobres hicieron pública su posición señalando, entre otras cosas, que “no entendemos a aquellos, especialmente del sector progresista, que afirman que los dos candidatos ‘son lo mismo’” y, sostienen que “no podemos coincidir con ellos” porque “son unos los que votaron las leyes que promovieron la industria nacional, los derechos humanos y centenares de leyes de inclusión social, y son otros los que las rechazaron”. Por ese motivo, afirman “ciertamente no son lo mismo”.

Tras fundamentar “con toda nuestra convicción que el sistema económico del capitalismo deshumaniza y ¡mata!”, los curas católicos alientan “a los ciudadanos de nuestro país para que puedan distinguir al elegir”. Y piden que lo hagan “con la memoria siempre despierta, puesto nuestro anhelo en el proyecto que mejor genere las condiciones de igualdad de oportunidades y de dignificación, en especial para quienes por su situación necesitan ser mejor cuidados”.

Por su parte, el Colectivo de Teología de la Liberación Pichi Meisegeier, que reúne a intelectuales vinculados con esa corriente de pensamiento, se pronunció diciendo “votaremos a Scioli y llamamos a no votar a Macri”, argumentando que “no podemos permitir que aquellos que saquearon nuestra patria en los 90 destruyan lo que se construyó con tanto esfuerzo en estos doce años”.

El Grupo de Curas, coordinado por el sacerdote Eduardo de la Serna, subraya que “se elegirán dos modelos de país claramente contrapuestos”. En su argumentación los curas dicen también que “no entendemos a quienes afirman ‘nadie me dio nada, yo me lo gané trabajando’ porque si bien eso puede ser cierto, pero parcial, (...) en esta elección se confrontan un modelo generador de empleo con un modelo que sistemáticamente ha destruido el empleo genuino. Es imposible ganar nada trabajando cuando el modelo socioeconómico destruye el empleo y la dignidad”. Opinan además que “no entendemos que en una instancia tan decisiva algún candidato omita expresar públicamente las políticas concretas que marcarán el rumbo de su gobierno y las camufle o distorsione con generalidades” porque “tenemos derecho a conocer, con la mayor claridad, las propuestas políticas y económicas que sustentan ambos proyectos para elegir con la adultez que la hora reclama”.

En otra parte del breve texto que difundieron, los curas católicos expresan su “preocupación por quienes, aletargados por el desinterés de la elección, se plantean simplemente ‘me gusta’ o ‘no me gusta’ sin analizar políticas y proyectos”. Para los sacerdotes “la decisión se debate entre los que se reconocen parte de una Patria Grande latinoamericana y los que eligen dar la espalda a sus hermanos para mirar embelesados el Norte; los que entienden que la economía esté al servicio de la política en un país inclusivo y los que aceptan sumisos la teoría del derrame que hace de la economía, elucubrada en los centros de poder económico, la que imponga las reglas, sometiendo y bastardeando a la política, expresión de nuestra democracia”.

Por estos motivos agregan que “como Curas en Opción por los Pobres no podemos sino estar en favor de la vida” aunque “sabemos que no hay modelos perfectos ni ideales” y que “la realidad siempre es compleja, llena de luces y sombras, virtudes y pecados”. Señalan finalmente que “apostamos a la construcción de un país con ‘Justicia Social, Tierra, Techo y Trabajo para todos’”.

Por su parte, el Colectivo de Teología de la Liberación Pichi Meisegeier afirma que “somos conscientes de las contradicciones que hay dentro del FpV, pero estamos convencidos que este es el camino necesario para incluir a las mayorías populares y que desde el compromiso militante se puede profundizar aún más”. Y agrega que “la coyuntura nos enfrenta a la posibilidad de que la derecha noventista, privatizadora y represora vuelva a gobernar el país, con todo lo que eso implica para lxs trabajadores y lxs más pobres”.