EL PAíS
“Lo central es no hacer de todo esto una crisis”
El flamante secretario de Desarrollo Social porteño y ex mano derecha de Carrió dice que la líder del ARI conocía cuál sería su decisión, que sus posiciones no son compartidas por todos en su partido y que Ibarra está preocupado por la situación. La obligación de distinguir la política social.
› Por José Natanson
La decisión de Rafael “Balito” Romá de aceptar la Secretaría de Desarrollo Social que le ofreció Aníbal Ibarra generó un pequeño terremoto en el ecosistema del centroizquierda. Se dijo que abandonaría definitivamente a Elisa Carrió, que la oferta era parte de una maniobra del Gobierno para quebrar el ARI, que Ibarra buscaba disputarle a la chaqueña el liderazgo del espacio progresista. En diálogo con Página/12, el ex vicegobernador bonaerense aclara estas dudas y habla, también, de sus planes para la gestión.
–¿Cómo piensa encarar la política social del gobierno porteño?
–La problemática social ha ido tomando una envergadura realmente notable, y la ciudad de Buenos Aires tiene la obligación de tener una política social distintiva. En la discusión de la finalización del asistencialismo clientelista hay que definir un programa que ponga a la gestión en diferenciación con aquellos gobiernos conservadores, con los cuales hay que diferenciarse en términos positivos. Otra definición importante es que hay que terminar con las políticas sociales focalizadas, que ha sido el discurso de los organismos financieros internacionales durante los ‘90.
–En muchas áreas, como en salud y políticas sociales, la ciudad debe atender a muchos ciudadanos del conurbano. ¿Cómo piensa encarar el tema de las fronteras abiertas?
–No se puede definir una política desde la ciudad sin un alto nivel de coordinación con la provincia. En esto, el rol del gobierno nacional es clave. Evidentemente, si en la ciudad se generan políticas sociales positivas va a subir la demanda, porque las fronteras son abiertas. Es algo que vamos a tener en cuenta.
–¿Cómo queda su situación en el ARI?
–Desde lo personal voy a hacer todo lo humanamente posible para no transformar esto en una crisis. Esta es una decisión personal, yo asumo la responsabilidad de esta decisión que tomé, insisto, en forma personal. Pero también creo que no vulnera ninguno de los criterios con los cuales esta fuerza se presentó ante la sociedad.
–Pero su decisión implicó desobedecer una instrucción de Carrió, que había ordenado no aceptar cargos ni en el gobierno nacional ni en el porteño.
–Es cierto, pero desde lo personal y por conversaciones con Lilita durante bastante tiempo me he sentido exceptuado de esa instrucción. Ella estaba en conocimiento de esto e inclusive en su momento yo me había sentido totalmente liberado en caso de existir una oferta de este tipo: mi decisión personal iba a ser respetada. Por otra parte, hay un debate que viene desde un tiempo largo. Lilita viene adoptando una actitud que es respetable pero que no es compartida por todos con respecto a un nivel de intransigencia, que en algunos aspectos la pone en una situación hasta de difícil explicación.
–¿Por qué?
–Bueno, nosotros formamos parte del espacio de Fuerza Porteña, formamos parte de la elaboración del programa, pusimos dirigentes nuestros para que fueran candidatos.
–¿Va a seguir formalmente en el ARI?
–Creo que eso hoy no tiene tanta importancia, al menos por ahora. Se verá en el transcurso del tiempo. Lo central es no hacer de todo esto una crisis.
–¿Qué opina de la idea de transversalidad?
–En principio, creo que es consecuencia de la crisis de la política. Pero en general me parece que se debe hacer entre política y sociedad y no entre políticos y políticos.
–¿Y qué opina de la gestión de Néstor Kirchner?
–Mi planteo es que el gobierno nacional, con sus más o sus menos, está implementando un alto porcentaje de su agenda con los temas que nosotros venimos levantando, y que levantamos en los últimos años. Esto, por supuesto, no nos inhabilita a que tengamos cuestionamientos a ciertas formas o prácticas o que no compartamos algunas cosas que hace el Gobierno. Por ejemplo cuando existen aquellas cosas que a uno lo preocupan verdaderamente, como cuando decimos cuidado con la hegemonía. Pero hay que admitir que hay muchos aspectos que compartimos y que es necesario respaldar.
–¿De qué manera?
–El mejor aporte que se le puede hacer a esta idea es en términos de gestión. Y el mejor aporte que puede hacer el gobierno de Ibarra es una gestión distintiva, que lo haga socialmente reconocido y que muestre a conducciones más conservadoras que las cosas se pueden hacer de manera diferente. Es la mejor manera de contribuir a apoyar lo que se está dando en el país. La deuda que tiene nuestro espacio, definido en términos de centroizquierda, es que tenemos mucha capacidad de análisis y poca capacidad de gestión.
–¿Cree que su designación es parte de una estrategia de Ibarra para quebrar el ARI y disputarle el liderazgo nacional?
–No. De ninguna manera. Lo noté muy preocupado a Aníbal por esta decisión, para que sea bien interpretada por Carrió e incluso para que la apoye.
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