EL PAíS
› SAIN ACUSO A LOS DIRIGENTES DEL PJ DE CONNIVENCIA CON LA BONAERENSE
“Que Duhalde diga qué policía quiere”
El ex viceministro de Seguridad de Solá aseguró que “secuestros, narcotráfico, robo de autos y prostitución” tienen “una fuertísima connivencia policial y política”. Y consideró que sólo si el duhaldismo quiere podrá eliminarse. Chiche Duhalde le salió al cruce: defendió a los intendentes y a la institución policial.
› Por Carlos Rodríguez
Volvió una tarde, no lo esperaban. Marcelo Sain, ex viceministro de Seguridad bonaerense, eterno cuestionador del hilo delgado que separa la corrupción policial de la política, salió del silencio que acompañaba su retiro de la gestión pública e insistió en que “secuestros, narcotráfico, robo de autos y prostitución” tienen “una fuertísima connivencia policial y política”. La reaparición de Sain hizo centro en el PJ de la provincia de Buenos Aires: “Los dirigentes del peronismo bonaerense no pueden hacerse los distraídos con lo que está pasando”, dijo el ex colaborador de Juan Pablo Cafiero. Y hasta llegó más lejos cuando hizo comparaciones con momentos de máxima corrupción en el país: “No son peronistas, son conservadores. Se parecen más a Barceló y Ruggerito en el década del 30 que a Eva Duarte de Perón”. Aunque Sain no dio nombres, mencionó varias veces al duhaldismo como llave en la búsqueda de una salida. Eso motivó una pronta respuesta de la esposa del ex presidente Eduardo Duhalde: “Es un disparate absoluto y una gran injusticia”, aseguró Chiche.
“Detrás de cada hecho de envergadura siempre hay un grado de protección política, siempre hay un jefe policial que llega de la mano de un dirigente político y cuando ese jefe policial cae en desgracia, por supuesto el político nunca aparece”, dijo Sain, quien hizo declaraciones a dos emisoras de radio y luego habló con Página/12. Sain, a quien algunos señalan como próximo a retornar a la función pública (ver nota aparte), dijo que el gobernador bonaerense, Felipe Solá, “sabe que este es un problema muy serio” y por eso le aconsejó “sentarse a conversar con (Eduardo) Duhalde, para que éste blanquee qué policía bonaerense quiere”.
El ex funcionario aseguró que “una vez que el duhaldismo diga qué policía quiere, entonces habrá que sentarse a discutir programas y entonces de una buena vez se va a dejar de decir que Sain está loco”, insistió recordando que muchos políticos, algunos de los cuales hoy ocupan cargos a nivel provincial y nacional, siempre salieron a desmentirlo cada vez que arremetió contra la connivencia entre la policía corrupta y la política. Sain interpretó que hoy la situación es más propicia que el año pasado porque “ahora se puede contar con el gobierno nacional, mientras que antes había dudas respecto del entonces presidente Duhalde”.
Sain siguió hablando del ex mandatario nacional y líder del peronismo bonaerense. “El propio Duhalde fue víctima de su propia política de seguridad en los años 90”, aludiendo a la situación vivida durante la gestión del hoy fallecido ex jefe de la Bonaerense comisario Pedro Klodczyk. En aquellos años, el entonces gobernador Duhalde primero consideró a Klodczyk el “mejor policía de la historia de la provincia” y luego tuvo que pedirle la renuncia cuando estalló el escándalo de la “maldita policía”, a partir de la vinculación de hombres de la fuerza en el crimen del fotógrafo José Luis Cabezas y en el atentado contra la AMIA. Las palabras de Sain siguieron sonando duras para los dirigentes justicialistas bonaerenses: “Ya que son tan peronistas estos tipos de la provincia de Buenos Aires, tendrían que recordar a (Juan Domingo) Perón cuando hablaba de trasvasamiento generacional y por eso tendrían que jubilarse. Pero ellos se olvidan de Perón: no tienen vergüenza”. Para el ex viceministro de Seguridad, hay que tener en cuenta que “en el tema de la connivencia entre corrupción policial y política, la cosa no termina sólo en una cuestión de connivencia. El que no produce los cambios frente a un sistema que está perimido, es simplemente porque lo avala”.
Al insistir en esa “connivencia”, puntualizó que “el delito organizado en la provincia de Buenos Aires, secuestros, tráfico de drogas, robo de autos y desarmaderos, prostitución, tienen una fuerte referencialidad territorial y los políticos no pueden hacerse los desentendidos frente a esa realidad”. Al referirse al tema específico de los secuestros, recordó que “es evidente que los casos se reiteran en los mismos lugares y está claro que los que no se den cuenta de lo que está pasando, tanto políticos como policías, o son tontos o están entongados”. Sain se alejó de la función en enero pasado, luego de tener varios cruces por sus declaraciones públicas, pero sobre todo por la renuencia del gobierno provincial a impulsar las reformas que planteaba respecto de las políticas en materia de seguridad. En algún momento de su polémica pública con los dirigentes del PJ bonaerense, Sain los había calificado irónicamente como “injusticialistas”. Ayer volvió al ruedo y aunque él aclaró que “no habla contra Duhalde”, Hilda “Chiche” González, la esposa del ex presidente y diputada nacional electa, le salió inmediatamente al cruce. Chiche admitió que la corrupción policial “está enraizada en la cúpula” de la fuerza, pero negó “cualquier tipo de connivencia” con el duhaldismo. “Es un disparate absoluto y uno se cansa de escuchar eso”, dijo la legisladora electa.
Chiche aseguró que lo dicho por Sain es también “una gran injusticia porque las grandes depuraciones de la policía bonaerense fueron hechas en la época de Duhalde” como gobernador de la provincia. También intentó dejar fuera de sospecha a los intendentes, porque según ella “la mayoría son los que están todos los días con los problemas, enfrentándolos. Son los que están ahí, en la trinchera y (la crítica) es una actitud injusta con ellos”. También defendió a la institución policial, a cuya cúpula había cuestionado: “Este año murieron 36 policías y parece que nadie los tiene en cuenta. Creer que la institución policial toda es corrupta es un error y pretender ligarlo a Duhalde me parece una injusticia terrible”.
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