EL PAíS › MACRI SE REUNIó CON UN GRUPO DE INTELECTUALES Y LES HABLó DURANTE CUATRO MINUTOS
Los intelectuales apoyaron los primeros días del gobierno macrista y plantearon como un problema la “grieta” existente en la sociedad, Macri apenas si habló para agradecerles y resaltó la necesidad de saldar esa polarización.
El presidente Mauricio Macri recibió ayer al mediodía en la Casa Rosada a una docena de intelectuales, a quienes escuchó volcar sus comentarios sobre los primeros días de gobierno y sus perspectivas para el futuro por espacio de más de una hora. El Presidente fue breve y, según relataron a Página/12 algunos de los invitados, habló sólo cuatro minutos al final de la reunión para agradecer las presencias y resaltar la necesidad de saldar “la polarización que existe en determinados sectores de la sociedad”. En el encuentro no hubo lugar para críticas porque sólo se tocaron tangencialmente “detalles de políticas públicas”, pero sí hubo una aprobación general del comienzo de la gestión macrista.
La reunión se llevó a cabo en el Salón Eva Perón y contó con la presencia de la vicepresidenta Gabriela Michetti; el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y el secretario de Integración Federal y Cooperación Internacional de la cartera cultural, Iván Petrella. Avelluto fue el encargado de explicar los motivos de la invitación y dijo que la intención era simplemente “charlar” sobre el comienzo del gobierno, sobre las impresiones de cada cual.
Por parte de los intelectuales estuvieron el sociólogo Marcos Novaro; el abogado e historiador Eduardo Zimmermann; el economista Eduardo Levy Yeyati; el sociólogo Eduardo Fidanza; el presidente de la Universidad Torcuato Di Tella, Ernesto Schargrodsky, y la socióloga Liliana de Riz. También el periodista Natalio Botana; los historiadores Hilda Sábato y Luis Alberto Romero; el lingüista Alejandro Katz y el sociólogo especializado en política internacional Juan Gabriel Tokatlian.
En diálogo con este diario, Tokatlian dijo que el presidente mostró “un interés en escuchar” y que desde sus diferentes perspectivas y especialidades los invitados fueron haciéndole comentarios sobre los desafíos para el futuro. “Nadie consideró que era el momento para hacer un balance inmediato de la gestión –explicó–, sino más bien ir contemplando las medidas de diferente tipo, pero con el ánimo de remarcar que es importante que haya una política social activa, que el país asuma los desafíos internacionales de una manera ponderada; que en el campo político hay que evitar la pugnacidad.” Tokatlian agregó que “nadie dio consejos, sino un señalamiento de temas de desafíos que van a exigir una política de búsqueda de consensos prácticos, una política que entienda las carencias, los problemas de pobreza, las desigualdades”.
Uno de los acuerdos fuertes de los intelectuales tuvo que ver con el balance de los primeros días del Gobierno. “Hubo una impresión general muy positiva. Los pasos iniciales del Gobierno en términos generales nos parecían buenos, compartibles, que infundían un optimismo acerca del futuro político”, dijo uno de los asistentes. De todos modos, este balance general positivo no incluyó “detalles de políticas públicas”, sino que “sólo se entró tangencialmente en aspectos de política”.
El presidente Macri tomó nota de las observaciones y habló sólo cuatro minutos al final del encuentro, en los que sintetizó un agradecimiento y remarcó la necesidad de tener pluralidad de miradas “en el terreno de las ideas y de las visiones de país”. Según relató uno de los participantes, el tema de la polarización fue uno de los ejes del encuentro. La preocupación por superar la supuesta “grieta” fue compartida tanto por los funcionarios como por los referentes del campo intelectual. “Coincidimos en que la sociedad en general no está polarizada, pero sí algunos sectores del campo cultural”, expresó.
“Fue un encuentro constructivo en la medida que ésta es una coyuntura que exige escuchar más que apresurarse a decidir”, concluyó Tokatlian. Agregó que se vislumbró cierto consenso en cuanto a que, si volviera a repetirse el encuentro, sería interesante invitar también a intelectuales de otras corrientes de pensamiento. “Una de las cosas que requiere Argentina es que sus sectores intelectuales debatan con franqueza entre sí y evitar las polarizaciones del pasado”, agregó. Con todo, por el momento no hay en agenda una próxima reunión.
Informe: Delfina Torres Cabreros.
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