EL PAíS › HOY SE REúNE EL CONSEJO NACIONAL JUSTICIALISTA
En la reunión se empezará a delinear el proceso que concluirá el 8 de mayo con la renovación de autoridades del PJ. Detrás de lo formal subyace la disputa entre quienes se muestran conciliadores con el Gobierno y los que sostienen que el peronismo debe ser opositor.
› Por Nicolás Lantos
Ha concluido el tiempo del duelo poselectoral y esta tarde comienza, formalmente, la interna peronista. La reunión del Consejo Nacional Justicialista, convocada para hoy en la sede de la calle Matheu, comenzará a delinear los pormenores del proceso que concluirá el 8 de mayo con la asunción de las nuevas autoridades partidarias. Pero no todo es burocracia: debajo de la discusión formal transcurre la puja por la conducción política del movimiento en esta nueva etapa.
Dos sectores se perfilan como antagónicos: uno, más conciliador respecto al gobierno nacional, se construye alrededor de los gobernadores del noroeste, con el salteño Juan Manuel Urtubey como cara visible; otro, que propone que el peronismo sea el eje principal de la oposición política, concita respaldos entre el kirchnerismo y tiene espalda territorial en el conurbano bonaerense.
En el fondo, lo que se pone en juego es la continuidad del Frente para la Victoria como el ámbito natural del peronismo o, si, por el contrario, la derrota electoral del año pasado clausuró definitivamente esa etapa, dejando lugar para la conformación de una nueva coalición de actores políticos y sociales, presumiblemente más conservadora. En cualquiera de los casos, el resultado de la interna peronista afectará de forma profunda el panorama político en la Argentina.
La posibilidad de salir por arriba del laberinto a través de una negociación que concluya con una lista de unidad es tentadora y está en la carpeta de varios de los dirigentes que van a participar hoy del Consejo Nacional. Un nombre surge como posible prenda de unidad: José Luis Gioja, ex mandatario de San Juan, hoy diputado nacional, armador natural del peronismo del interior y sin aspiraciones personales a futuro, lo que constituye su principal capital en esta disputa.
Gioja no es el candidato favorito del kirchnerismo, que preferiría ofrecerle ese lugar a Daniel Scioli. El ex candidato presidencial cuenta con la legitimidad que le otorga un casi 49 por ciento de votos en el ballottage, su buena relación con todos o casi todos los sectores del peronismo y su reciente pero intenso romance con las bases, nacido al calor de la campaña presidencial pasada. Sin embargo, Scioli no intervendrá en la disputa salvo que vea el camino allanado hacia una conducción con apoyo unánime, algo que, a priori, no encuentra.
La opción de resolver la interna con una lista única tiene sus contras, advierten los encargados de la letra chica. Es el caso del histórico apoderado del peronismo, Jorge Landau, quien explicó que, como el estatuto del partido requiere elecciones directas, y esta condición ya fue salteada mediante acuerdos de cúpula en muchas ocasiones, volver a eludir esa obligación deja abierta la puerta a una impugnación del proceso y la posterior intervención del partido.
Si hay elecciones internas, se abre otro panorama, cuya resolución es imprevisible ya que no hay antecedentes de un proceso similar en la historia argentina: el PJ es el partido más grande del país, con alrededor de tres millones y medio de afiliados en los 24 distritos habilitados para votar, incluyendo varias decenas de miles que se incorporaron en los últimos tiempos para influir en esta elección. Hay dudas entre los principales dirigentes del peronismo respecto a cómo se financiará y concretará semejante esfuerzo.
En caso de que finalmente se llegue a ese punto, las especulaciones sobre las candidaturas abundan: entre el sector más dialoguista, Urtubey fue el primero en lanzarse pero poco después dio marcha atrás para respaldar a Gioja, que podría ser candidato en una elección disputada. El dirigente del Frente Renovador, Sergio Massa, fue “lanzado” por el presidente Mauricio Macri en el Foro Económico Mundial de Davos, pero abortó el operativo 24 horas más tarde, proponiendo en su lugar al cordobés José Manuel De la Sota, que no mostró mucho entusiasmo ante ese escenario.
Del otro lado, el primero en trabajar activamente para una candidatura, aunque sin hacerla oficial, fue el ex jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que cuenta con el apoyo de sectores kirchneristas, tanto dentro de La Cámpora como en otros espacios. Otros quieren que corra Scioli, pero el gobernador bonaerense por ahora es renuente a competir en una interna. De todas formas todo esto es por ahora sólo un boceto que no terminará de dibujarse esta tarde.
En concreto, de la reunión de hoy quedará la confección de un calendario electoral para los próximos tres meses y la convocatoria a un Congreso Nacional Justicialista, donde sí deberían proclamarse las candidaturas. Se trabaja, también, en un documento crítico con el gobierno de Mauricio Macri, ma non troppo, para que puedan firmarlo incluso los más ariscos. Lo cierto es que esta tarde comienza una nueva etapa en el peronismo, y todo lo que suceda a partir de ahora entra en el pantanoso campo de la especulación.
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