EL PAíS › UNA DOCENA DE DIPUTADOS SE SEPARó DE LA BANCADA DEL FRENTE PARA LA VICTORIA Y CREó UN BLOQUE DISIDENTE
Liderado por el gobernador Urtubey y el diputado Bossio, un grupo se abrió del bloque mayoritario del FpV, que ayer ratificó la conducción de Héctor Recalde. Los disidentes plantean una actitud más colaborativa con el gobierno de Macri.
› Por Miguel Jorquera
El tándem Juan Manuel Urtubey-Diego Bossio logró fracturar el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, la principal fuerza parlamentaria de la oposición. El gobernador salteño y el ex titular de la Anses arrastraron al menos a una docena de diputados que fueron elegidos en las boletas del kirchnerismo y armaron su propia bancada que bautizaron Bloque Justicialista, pero que aspira a reunir una veintena con legisladores del peronismo disidente. Desde el FpV, que reunió a sus diputados en el tercer piso del Palacio Legislativo, ratificaron a Héctor Recalde en la conducción del bloque y discutieron la estrategia que asumirán en la disputa por las comisiones legislativas de la Cámara baja, además de afirmar (con al menos 80 diputados) su condición de primera minoría, aunque ahora será superado en número por el interbloque de la alianza Cambiemos, que encabeza el PRO junto a sus aliados de la UCR y la CC. El nuevo bloque le garantizaría al gobierno de Mauricio Macri el quórum y los votos para modificar la ley Cerrojo, y así acordar el pago a los fondos buitre. “Que 12 ex compañeros le den la posibilidad al Gobierno de Macri de tener quórum en una pésima noticia para los que representamos el 49 por ciento que no votó a este gobierno. Bossio le hace el juego político al ajuste”, sostuvo la kirchnerista Juliana Di Tullio que resumió el estado de ánimo del bloque del FpV tras el cisma.
La reunión del bloque del FpV en el Congreso comenzó después del mediodía, cuando desde la sede del sindicato de taxistas porteños los disidentes ya habían arrancado su cónclave fundante con Bossio a la cabeza y difundían sus posturas rupturistas. El repaso en el FpV de los presentes y los ausentes con y sin aviso, arrojó la cifra de los disidentes: “una docena”. La lista de los rupturistas se armó rápidamente: los bonaerenses Bossio y Oscar Romero, los tres salteños alineados con Urtubey –Evita Isa, Javier David y Pablo Kosiner–, los jujeños Guillermo Snopek y Héctor Tentor (Jujuy), Néstor Tomassi, (Catamarca), Carlos Rubín (Corrientes), Rubén Miranda (Mendoza), Gustavo Martínez Campos (Chaco) y Teresita Madera (La Rioja). A ellos se sumó el ex gobernador riojano Luis Beder Herrera, que notificó su ausencia al encuentro del FpV al tiempo que envió su adhesión al encuentro rupturista. Mientras que la rionegrina María Emilia Soria, pasó por los dos eventos sin definir postura.
La reunión del FpV pasó a un cuarto intermedio hasta las cuatro de la tarde. Hasta esa hora no había notificaciones oficiales de los disidentes de renunciar al bloque ni comunicado del titular de la Cámara baja, el macrista Emilio Monzó, sobre la conformación de otro bloque.
Desde la sede de los taxistas que conduce Omar Viviani, se ampliaba la lista de quienes integrarían la nueva bancada. El Bloque Justicialista sumaba a los pampeanos Oscar Ziliotto y Gustavo Fernández Mendía, que responden al gobernador Carlos Verna y que tenían bloque propio. A ellos se plegaba el deambulante sindicalista petrolero Alberto Roberti, que se alejó del massismo para apoyar la candidatura de Daniel Scioli en el ballottage y que el martes fue a la Casa Rosada de la mano de los diputados que responden a los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá y los “socialcristianos” de Darío Giustozzi para “garantizar la gobernabilidad” y el quórum al macrismo. También se especulaba que se sumaría el tucumano José Orellana que estuvo en la foto junto a Macri del martes y tiene el mismo derrotero político que Roberti. Además de las versiones que daban por descontado que Claudia Rucci, que asumirá la banca que dejó vacante la renuncia del empresario Francisco De Narváez, también sería parte de ese bloque.
Además se especulaba que Romero tendría como premio la presidencia del nuevo bloque. El sindicalista del Smata fue el ariete que utilizó Bossio para reclutar voluntades entre los diputados díscolos del FpV que se sumaron a la ruptura.
“Nuestro objetivo fundamental será defender la vida en democracia, bregar por la paz social, arbitrar los medios para lograr acuerdos sociales, políticos e institucionales para la gobernabilidad de las provincias y el país”, dice el documento fundante del nuevo bloque en el que define su lazos con los gobernadores del PJ: “Acompañaremos con nuestra acción a todos los gobernadores justicialistas y junto a ellos garantizaremos la gobernabilidad de cada una de las provincias gobernadas por nuestro partido, realizando así, nuestro aporte a la gobernabilidad nacional”. “Seguiremos defendiendo los logros de la etapa que pasó, ello es parte de nuestro compromiso con todos los argentinos”, agregan en el texto en el que también se plantean convertirse en alternativa de poder, “siempre en base a las enseñanzas que nos dejaron Juan Perón y Eva Perón”.
La lectura desde el FpV es diferente. “Están equivocados”, sostuvo Recalde sobre los rupturistas y minimizó que la escisión afecte al bloque. “No lo debilita, no es de la dimensión de una fractura”, sentenció. “Es un grave error lo que han hecho, compañeros, son funcionales al oficialismo gobernante”, sumó el diputado Julio de Vido. “Estamos altamente preocupados por el impacto popular de los tarifazos de Macri, la carestía de la vida producto de la devaluación, junto al proceso de endeudamiento que causan más penurias y dolor para el pueblo argentino. Nos preocupa la represión a los niños de la Villa 1.11.14, la detención de Milagro Sala, los despedidos, los empleados públicos cesanteados por su ideología”, agregó el ex ministro y se desligó de los cuestionamientos de los rupturistas: “los desconocemos, ninguno vino a dar la cara”.
“Compañeros es una palabra difícil de decir”, arrancó Di Tullio en referencia a quienes rompieron con el bloque y le adjudicó la decisión a una “pésima lectura política de lo que está pasando. Son decisiones individuales y colectivas de quienes hace pocos meses fueron electos en la boleta del FpV-PJ”. “No nos parece bueno a los que representamos al 49 por ciento que no votó a este gobierno”, continuó la diputada que no dudó, ante una pregunta, en calificar la actitud de Bossio: “le hace el juego al ajuste”.
Dentro del bloque también se habían sacado otras cuentas sobre las verdaderas prioridades parlamentarias de Cambiemos: eliminar la ley Cerrojo para acordar con los fondos buitre. Con todos los cálculos posibles, en el FpV le daban al oficialismo –“en el mejor de los casos”– 128 manos para modificar esa legislación, arañando el quórum. “Con estos doce (los rupturistas) suman 140”, sostuvo ante Página/12 una diputada del FpV. La referencia no es casual, el jefe de la bancada PRO, Nicolás Massot, afirmó en una entrevista publicada ayer que tenían “asegurados unos 140 diputados” para el quórum en ese debate. “El acuerdo con el oficialismo ya estaba hecho”, sentenció la diputada kirchnerista.
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