EL PAíS
› PROCESAMIENTO A UN MEDICO NAVAL DE LA ESMA
Un torturador con delantal
› Por Victoria Ginzberg
“Lejos de usar los conocimientos que la medicina le brindara para rehabilitar a quienes padecían las torturas en el interior de la ESMA, aprovechó la ciencia en detrimento de la vida de las propias víctimas, utilizándola para indicar en cada caso la conveniencia o inconveniencia de continuar con las torturas, lo cual torna su actitud como la más repugnante.” El juez federal Sergio Torres consideró de esa manera el comportamiento del médico naval Carlos Octavio Capdevilla al ampliar su procesamiento por los crímenes cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
Capdevilla está preso desde mediados de septiembre de este año, luego de que, a partir de la anulación legislativa de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, Torres se hiciera cargo de la investigación sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas en la ESMA. Capitán médico, el represor –según consideró como probado la Cámara Federal en 1987– se desempeñó desde 1979 y hasta principios de 1981 como integrante de la Unidad de Tareas 3.3.2 de la ESMA. El mismo tribunal decretó la prisión preventiva rigurosa de Capdevilla por la imposición de tormentos a Víctor Aníbal Fatala, Susana Beatriz Leiracha de Barros, Víctor Melchor Basterra y Ana María Martí. Ayer, Torres agregó al procesamiento del represor las torturas recibidas por Sara Solarz de Osatinsky y Thelma Jara de Cabezas –sobrevivientes de la ESMA– e incrementó su embargo en dos millones de pesos.
En su declaración indagatoria, Capdevilla reconoció haber prestado servicios de ESMA, aunque negó cualquier participación en la represión ilegal. Agregó, además, que en 1981 fue destinado al Hospital Naval de Ushuaia. En el mismo lugar, trabajaba su asistente, un enfermero al que le decían “Jeringa” y que esta semana fue reconocido por sobrevivientes de la ESMA. Su nombre es Juan Barrionuevo y es diputado provincial electo de Tierra del Fuego. La Legislatura de la provincia está debatiendo si el represor está en condiciones de asumir su cargo el próximo 17 de diciembre. En principio, el Parlamento fueguino le quitará los fueros para que el juez federal Federico Calvete pueda allanar su domicilio particular y el despacho que tiene en la Casa de Gobierno, ya que es funcionario en el área de salud. La investigación sobre “Jeringa” –en base a una denuncia hecha por Basterra– se realiza por el momento en Ushuaia, aunque en un futuro podría sumarse al expediente que lleva adelante Torres.
En relación con Capdevilla, alias “Tomy”, el juez señaló que “participó en la imposición de tormentos a determinadas personas con el propósito de obtener información, ello conforme lo ordenaran los comandantes en jefe de la Armada, Emilio Massera y Armando Lambruschini”.
Osatinsky estuvo cautiva en la ESMA entre el 14 de mayo de 1977 hasta el 21 de diciembre de 1979. Jara de Cabezas fue secuestrada el 30 de abril de 1979, mientras se encontraba en la parada del colectivo. Su hijo Gustavo había desaparecido el 10 de mayo de 1976. La mujer fue torturada y obligada a enviar cartas al dictador Jorge Rafael Videla, al papa Juan Pablo II y miembros de organismos de derechos humanos. También le exigieron hablar con una periodista de la revista Para Ti, que luego publicó un reportaje con falsas respuestas. Al relatar los tormentos a los que fue sometida, mencionó como sus torturadores a Ricardo Miguel Cavallo (“Marcelo”), “Abdala”, “Espejaime”, “Juan” y “un médico apodado Tomy”. Luego, reconoció en fotos a “Tomy”: era Capdevilla.