La policía de Corrientes dispersó con balas de goma y gases lacrimógenos una manifestación de empleados municipales que reclamaba por salarios atrasados frente al edificio municipal de la capital correntina. Un centenar de empleados municipales fue reprimido cuando protestaban frente al Palacio Comunal, convocados por la Asociación de Obreros y Empleados Municipales. Los manifestantes habían cortado las calles de ese sector de la ciudad y habían encendido algunas cubiertas.
Los incidentes comenzaron cuando los uniformados intentaron impedir el ingreso al edificio municipal del secretario general del gremio, Gabriel Romero, que se había propuesto traspasar el vallado colocado por la policía. Los gases y las balas de goma provocaron la corrida de los manifestantes, que respondieron arrojando piedras, algunas de las cuales rompieron vidrios del Palacio Comunal y provocaron heridas a varios trabajadores. Tras los incidentes, los principales dirigentes del gremio municipal se reunieron con el secretario general del gobierno provincial, José María Roldán, y el subsecretario de Seguridad, Manuel Aguirre, para garantizar el cese de la represión. Por su parte, el secretario Roldán confirmó a los dirigentes gremiales que la provincia enviará al municipio 800 mil pesos en concepto de coparticipación para el pago de los haberes adeudados.