EL PAíS › MASIVO ENCUENTRO DE MUSICA Y POLITICA EN EL PARQUE SAAVEDRA
Músicos, actores, militantes, políticos, ex funcionarios y los murgueros baleados por Gendarmería compartieron el escenario en una tarde de sol con miles de personas. El recital de Fito Páez fue el punto alto del encuentro.
› Por María Daniela Yaccar
El corazón de la Plaza de los Artistas fue un trabajador del Estado con miedo a que lo despidan. Fue un señor contestando un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado “La grasa militante”. Fueron tres familias que viajaron de Banfield a Saavedra con mesita de madera y reposeras, para pasar la tarde. Fueron nenes nacidos en el kirchnerismo que juegan al “angry buitres”. Los jóvenes. Las banderas. Los trabajadores del Museo Malvinas, con carteles que avisan de despidos. La Plaza de los Artistas también fue una colombiana estudiante de Historia, que observaba todo con ojos de extrañamiento: “La sociedad argentina resiste. Como puede”.
La Plaza de los Artistas es un nuevo capítulo de las Plazas del Pueblo, inventadas por Axel Kicillof, Mariano Recalde, Gabriela Cerruti y Martín Sabbatella. Ayer, el que encabezó la movida en Parque Saavedra fue un grupo numeroso de artistas acostumbrados a decir lo que piensa. Entre ellos, Fito Páez, Rita Cortese, Victoria Onetto, María Onetto, Fernán Mirás, Gustavo Garzón, Gastón Pauls, María Fiorentino, Cecilia Roth, Nancy Dupláa y Pablo Echarri. La consigna de la jornada había circulado a través de un video en el que aparecían algunos de estos y otros artistas: “Libertad, alegría y trabajo”. Tres conceptos abstractos que a lo largo de la tarde fueron tornándose concretos.
Esta nueva Plaza del Pueblo, la primera de carácter específicamente cultural, transcurrió entre textos de Eduardo Galeano, Julio Cortázar, Juan Gelman, Mario Benedetti y Jorge Adoum; un monólogo con la actuación de María José Gabin (Despedida, de Mariano Saba); y proclamas. La cuota musical la aportaron Liliana Herrero, La Chicana, Marian Farías Gómez, Liliana Herrero, Liliana Vitale, Guillermo Fernández, Marilina Ross y Páez. Algunos pasajes de las letras del rosarino encajaban perfecto con el escenario político actual. Entre una lista de quince canciones, entonó “Circo beat”, “Once y seis” y “El diablo en tu corazón”, y mechó “Los dinosaurios” con “Y dale alegría a mi corazón”. “Señor presidente, a los chicos se los riega de flores, amor, oportunidades y chocolates. Nunca de balas”, dijo. La Plaza de los Artistas fue, también, la murga Los Auténticos Reyes del Ritmo subiendo al escenario, compartiendo “Mariposa Tecnicolor” con Páez. Se trata de la murga de la villa 1-11-14 a la que Gendarmería Nacional reprimió mientras ensayaba.
Un poco caóticamente aparecieron temáticas concretas en los discursos. En realidad, no hizo falta plantearlas ordenadamente porque todos sabían por qué están ahí, porque no soportan una serie de cosas. Los despidos en el Estado, como los del CCK y el Ministerio de Cultura, la situación que atraviesan los trabajadores de Grupo 23 y de 360 TV, los allanamientos a los gerentes de Télam, la detención de Milagro Sala. Lo de los nenes baleados es lo que más espanta. Pero “nada bueno se puede hacer con la tristeza”, recordaron desde el escenario, citando a Jauretche. No fue la vuelta de los artistas K, pero sí una plaza más bien kirchnerista: por las banderas de agrupaciones (La Cámpora, Nuevo Encuentro, PSol, entre otras), los dedos en V, los cánticos. El cántico central: “Vamos a volver”. La Plaza de los Artistas fue también el grito del que fuerza su garganta para exclamar: “¡Cristina volvé!”.
En el predio el público fue heterogéneo. Sobresalían los nenes, las familias y los militantes jóvenes. El sol fue radiante y la térmica, altísima. Todos los miles que estaban en el parque buscaron la sombra, algunos abriendo paraguas. Hubo nenes copando los areneros y otros que jugaban “angry buitres” y “recicroquet”, que tiene por objetivo superar los obstáculos del macrismo (aumentos, despidos, represión). Al lado estaba el stand de Yegua y Groncha, un proyecto fotográfico que combina peronismo y erotismo, donde vendían prendas y un libro de fotos. Todos se reían con la bikini de Perón: la bombacha con la cara del general y el corpiño sus manos. En tanto, detrás del escenario desfilaban artistas y políticos, entre ellos Carlos Zannini, Teresa Parodi y Carlos Tomada. También participaron Luis Ziembrowski, Paola Barrientos, Graciela Dufau, Coni Vera, Luisa Kuliok, Horacio Roca, Marina Bellati, Marina Glezer, Ernesto Larrese, Alejandro Vanelli y Marcelo Melingo. Condujeron Carlos Polimeni y Sofía Caram.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux