Por M. P.

A una semana de la marcha piquetera del 20 de diciembre, el Gobierno sigue profundizando el enfrentamiento con las organizaciones de desocupados vinculadas con la izquierda. La novedad del día fue que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, sumó al Partido Comunista Revolucionario (PCR) a los partidos políticos que ya habían sido cuestionados por el propio Néstor Kirchner. “Hay grupos ligados a estructuras políticas, el Partido Obrero, Izquierda Unida, MST, PCR, que sacan de esto una suerte de ventaja político-electoral”, dijo Fernández. Como el PCR tiene relación con la Corriente Clasista y Combativa (CCC), las palabras del ministro afectaron el vínculo con ese sector del movimiento, que hasta ayer era bueno. “Si el Gobierno reprime habrá muertos de los dos lados”, advirtió después Juan Carlos Alderete, coordinador nacional de la CCC, en una obvia respuesta a esos dichos.
En sus declaraciones, Aníbal Fernández cargó contra las agrupaciones de izquierda que impulsaron el surgimiento de organizaciones de desocupados. “Están buscando alguna ventaja de tipo electoral, pero no atacando puntualmente el tema de la solución de los que dicen representar”, cuestionó, en referencia al PO, el MST, el PC y el PCR. “¿Qué sentido tiene la queja por la queja misma?”, se preguntó el funcionario, repitiendo lo que ya es un eslógan del Gobierno. Luego dijo que tras la avanzada del Ejecutivo contra los piqueteros de izquierda “no hay una actitud maniquea”. “Hay necesidad de diferenciar quiénes son unos y quiénes son otros”, argumentó. Sus dichos impactaron rápidamente en el seno de las agrupaciones piqueteras.
En diálogo con Página/12, Alderete se quejó porque cuando “la situación está muy irritante, algunos gobernantes se montan para seguir echando leña al fuego”. “En el conurbano la situación está al borde del abismo. Por eso yo advierto que no nos empujen a un escenario de confrontación. Si me corren con una represión a balazos, no me voy a quedar quieto. Y me iré preparando”, dijo el principal referente de la CCC.
–¿Qué le parecieron las declaraciones de Kirchner sobre las organizaciones piqueteras de los partidos de izquierda?
–Es una barbaridad lo que está haciendo (Kirchner), que se cuestione a las fuerzas de izquierda por la cantidad de votos que sacaron en las elecciones. Porque si pensamos en la representatividad de las fuerzas, ¿cuántos votos reales tuvo el Presidente para asumir? El Presidente mismo, si se cuentan sólo los votos válidos, asumió con el 16 por ciento. En algunas provincias, los que no fueron a votar fueron la primera fuerza. Además, los partidos de izquierda están en inferioridad de condiciones para presentarse en elecciones –respondió Alderete a Página/12.
La CCC no estaba enfrentada con el Gobierno, al menos hasta ayer. Había entrado en el Plan “Manos a la Obra” que impulsa la cartera de Desarrollo Social. También había recibido a la ministra Alicia Kirchner en los barrios de La Matanza donde tiene su núcleo más fuerte. Por todo esto, las declaraciones de Aníbal Fernández llamaron la atención. “Esto nos va a llevar a escenarios que no queremos”, analizaba Alderete. Para algunos dirigentes piqueteros, como Néstor Pitrola, del Polo Obrero, los lineamientos del Gobierno en este tema se explican por su objetivo de “cooptar” al movimiento de desocupados y “reducir la movilización” del 20 de diciembre en Plaza de Mayo.
Pero mientras despliega su discurso contra la izquierda, el Gobierno insiste en que “no reprimirá” la protesta. “El Presidente ha dicho que no van a llevarse el gusto de que el Estado los reprima, tendremos infinita paciencia”, repitió ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, otro de los voceros oficiales en temas piqueteros.