Los pedidos de captura se refieren a los iraníes Moshen Rabbani, Alí Fallahyan y Mohsen Rezzai.

La organización internacional de policía, Interpol, le dio un visto bueno al juez Rodolfo Canicoba Corral y a los fiscales Sabrina Namer y Roberto Salum y ratificó las capturas con alertas rojas contra los imputados iraníes por el atentado contra la AMIA. Las alertas rojas son la máxima categoría en cuanto a prioridad en la detención y significa que si los prófugos salen de Irán, son detenidos en el primer aeropuerto al que lleguen. La Comisión de Archivos, que es una especie de comisión de derechos humanos, consideró que “la Argentina aportó elementos suficientes para demostrar la validez de las órdenes de detención”. El gran desafío para el juez, los fiscales y el gobierno de Mauricio Macri estará en la Asamblea General de Interpol de este año, en noviembre, ya que para ese entonces habrán vencido las órdenes de captura –tienen vigencia por diez años– y se irá a una nueva votación. Irán ya no está en la situación de debilidad que tenía hace diez años y ahora presionará para que se levanten las alertas rojas.

Las capturas que se ratificaron ayer son tres, la de Moshen Rabbani, ex agregado cultural y supuesto hombre clave del atentado; el ex ministro de Información, Alí Fallahyan y el ex jefe de las Guardias Revolucionarias, Mohsen Rezzai. Estos dos últimos, se supone, estuvieron en la reunión en la que se decidió el atentado. Además, rigen otras dos capturas con alertas rojas, las del ex tercer secretario de la embajada en Buenos Aires, Ahmad Asghari, y el ex ministro de Defensa, Ahmad Vahidi.

La Comisión de Archivos, que funciona como control en Interpol, se dirigió al canciller Héctor Timerman para pedirle que la Argentina respalde con documentación la vigencia de tres pedidos de captura. La Cancillería le trasladó el tema al juez Canicoba Corral y éste a la Unidad Fiscal AMIA que, tras la muerte de Alberto Nisman, está a cargo de Namer y Salum. Los textos redactados por los fiscales se enviaron de inmediato a la sede de Interpol en Lyon y hace unos días la Comisión de Ficheros ratificó –también a través de la Cancillería, ahora a cargo de Susana Malcorra– que la documentación tiene validez y lo mismo las capturas. Para Irán se trató de una derrota: se dice que el país persa contrató un estudio de abogados de Londres para derribar las alertas ante la Comisión de Ficheros.

En el medio del envío de los fundamentos y la ratificación de Interpol, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, denunció en diciembre que el gobierno anterior había prácticamente dejado caer las alertas porque no contestó con la suficiente vehemencia el pedido de la Comisión de Control. Es más, la ministra deslizó que se caían dos de las tres capturas. La realidad es que ese organismo de Interpol está compuesto por cinco funcionarios judiciales, es hermético y la respuesta debía ser esencialmente judicial. Y eso se probó ahora con la ratificación de las capturas, lo que desmiente, de hecho, lo señalado por Bullrich.

El mayor desafío para las órdenes con alertas rojas será en noviembre de este año en la Asamblea General de Interpol que se llevará a cabo en Indonesia. De acuerdo al reglamento de la organización internacional de policías, las alertas rojas tienen una vigencia de diez años. Las dictadas contra los iraníes fueron pedidas en noviembre de 2006 y aprobadas en marzo de 2007. En la Asamblea General de ese año se ratificaron las capturas por 78 votos a favor, 14 en contra, 28 abstenciones y 50 países que se ausentaron. En la Asamblea General de este año, a la que seguramente tendrán que viajar Bullrich y los fiscales, la votación no será fácil. Irán dejó de ser ubicado en el llamado Eje del Mal, tras la firma de un acuerdo de limitación nuclear con Estados Unidos, Reino Unido, China, Rusia, Alemania y Francia, por lo que ejercerá una fuerte presión para que se levanten las alertas.

Para esa organización el conflicto es incómodo ya que lo habitual es que los países miembros estén más bien de acuerdo en la persecución de un delincuente o un narco, pero son raros los choques entre dos países integrantes de Interpol. Por eso, el ex secretario general, el norteamericano Ronald Noble, buscó un acuerdo e Interpol supervisó el proceso por el que Irán y la Argentina firmaron el Memorándum de Entendimiento. Interpol incluso felicitó a los dos países por ese acuerdo. En la actualidad, Interpol tiene un nuevo secretario general, el alemán Jürgen Stock, y habrá que ver cómo maneja el choque entre la Argentina e Irán.