EL PAíS
› OPINION
Mucho más que catarsis
› Por Martín Granovsky
Acaso Antonio Cafiero no había mencionado ya a Eduardo Bauzá? ¿No se conoce desde hace tres años el papel de la Side en el pago de las coimas? ¿No es sabido que en la Argentina los delitos cometidos desde el poder incluyen desde el primer instante su propio sistema de encubrimiento? Todo eso es verdad. Pero también esto otro: como dijo Daniel Bravo ayer en Página/12, las denuncias y las investigaciones se potencian cuando tienen espacio en la política. Pasan de la catarsis a la realidad.
Nadie puede saber qué sucederá con la causa judicial de las coimas. En cambio ya hay cierta claridad sobre las puntas que quedaron señaladas tras la confesión de Mario Pontaquarto:
u Pese a lo que opina Antonio Cafiero, funcionaba un sistema de peaje y recaudación ilegal con sus redes de confianza y sus operadores.
u Ese sistema, exacerbado por Carlos Menem, estaba estimulado por la existencia de la política en dos planos. El aparente, en el recinto del Senado, y el real, con acuerdos por debajo de la mesa. El problema, naturalmente, no era la negociación política sino el soborno como lubricante de los desacuerdos.
u El plano real tejía acuerdos para gobernar el aparente. El ejemplo es el relato de la página 4 sobre la amortiguación de la caída del juez Carlos Liporaci. Uno de sus sostenes era Carlos Maestro, el actual presidente del bloque de senadores radicales, opositor a la renovación de la Corte Suprema de Justicia.
u La constatación de que el Frepaso (nada menos que 36 diputados en el 2000) no hizo nada por plantear una respuesta orgánica a De la Rúa. Carlos “Chacho” Alvarez fue tenaz y valiente en la denuncia pero tímido en la reacción institucional, quizá por su acuerdo con el rumbo económico de José Luis Machinea.
u Y, en fin, el papel de la Side como el corazón financiero del gobierno real. Desde la secretaría que conducía Fernando de Santibañes salió el dinero para la coima y también salieron las operaciones para enlodar a Alvarez, algunas de ellas plasmadas en la revista La Primera. La publicación ya no existe, pero su principal redactor terminó como director de la recién desaparecida El Guardián. Y su propietario, Daniel Hadad, aliado de Raúl Moneta, tiene hoy contratado en Canal 9 a quien fue contador de De Santibañes en la Side. ¿No será el mismo grupo y la misma plata?
Lo que en 1983 empezó como un sistema de convivencia degeneró en un loteo del Estado. El robo al fisco es sólo una parte de ese loteo. Su peor efecto en el tiempo es haber convertido el aparato estatal en un ente colonizado: la caja negra da poder y el poder aumenta la caja negra. Si la política reemplaza ese sistema al menos en parte, la confesión de Pontaquarto habrá servido para algo más que aliviar las penas.