Las aspiraciones de los dos candidatos propuestos por el gobierno macrista para ocupar los sillones vacíos de la Corte Suprema de Justicia, Horacio Daniel Rosatti y Carlos Fernando Rosenkrantz, dependerán de la decisión que adopten los senadores del FpV-PJ. “Vamos a analizar a fondo los pliegos”, insistieron ayer varios senadores de la bancada mayoritaria en la Cámara alta tras la audiencia pública en la que Rosatti defendió durante seis horas su candidatura. “Intentaremos no presentar dictámenes divididos”, agregaron otros de sus miembros, dejando en claro que la discusión se dará dentro del bloque. El FpV-PJ tiene 9 de los 17 integrantes de la Comisión de Acuerdos que debe dictaminar sobre los pliegos de los abogados, pero además cuenta con 40 de los 72 miembros del Senado, donde cada candidato deberá cosechar al menos 48 votos –dos tercios de los presentes, si están todos sentados en sus bancas– para transformarse en juez supremo.

Los datos finos sobre la posible votación son por ahora inciertos. El bloque del FpV-PJ cuestionó duramente que los candidatos hayan aceptado su nombramiento en comisión. De hecho, Rosatti y Rosenkrantz nunca asumieron los cargos ante la amenaza de que no serían aprobados sus pliegos cuando llegaran al Senado. Ayer, Rosatti argumentó a favor de su decisión (ver aparte), aunque aclaró que eso no significaba su incondicionalidad ante el gobierno de turno porque siempre que había actuado políticamente lo había hecho dentro del peronismo. “No voté a este gobierno. Voté a Daniel Scioli en primera y segunda vuelta”, aclaró.

Es cierto que Rosatti es más cercano al paladar de los senadores peronistas. Algunos de ellos consideraron incluso que Rosatti consiguió superar las expectativas en temas como derechos humanos y contra la judicialización de las decisiones políticas. No obstante, todavía subsisten algunas dudas sobre su candidatura en el ala kirchnerista del FpV-PJ.

En cambio, Rosenkrantz tiene una mayor resistencia dentro de la bancada mayoritaria del Senado. No solo por los mismos cuestionamientos que le hacen a Rosatti, sino por su actuación como abogado de las grandes compañías nacionales y extranjeras –incluidos medios hegemónicos de comunicación–, a muchos de los cuales asesoró en litigios contra el Estado nacional. Allí, el final también “está abierto” –como afirmaron algunos senadores a Página/12– dentro del bloque del FpV.

Otros consideran que en lugar de Rosenkrantz debería ser designada una mujer, para mantener una representación de género en el máximo tribunal de Justicia. Aunque el planteo por ahora suena por lo bajo, ya que también los últimos propuestos por al ex presidente Cristina Fernández para completar la Corte eran todos hombres.

Sin embargo, varios de los legisladores consultados sostienen que la preocupación dentro del bloque que dirige Miguel Angel Pichetto no pasa por la firma del dictamen –que solo habilita el tratamiento en el recinto–, sino por cómo votarán sus integrantes. De todas maneras nadie arriesga que el FpV-PJ tendrá una posición unánime. Lo que aún hace incierto el resultado.