EL PAíS › FEIN NEGO QUE STIUSO HAYA DICHO EN SU PRIMERA DECLARACION QUE A NISMAN LO MATARON
La fiscal ratificó que no ve elementos de un acto homicida que justifiquen el pase al fuero federal que determinó la jueza Fabiana Palmaghini. Además, reveló que le sacaron el expediente “justo cuando investigaba a fuerzas de inteligencia”.
› Por Irina Hauser
“Hoy no veo ningún elemento objetivo, prueba objetiva, directa, precisa y certera que me permita decir que estuve frente a un acto homicida, que justifique declinar la competencia”, afirma la fiscal Viviana Fein, en contra de la decisión de la jueza Fabiana Palmaghini, quien después de un año y casi dos meses de investigación resolvió mandar la causa sobre la muerte de Alberto Nisman al fuero federal, inspirada en los testimonios del ex jefe de operaciones de la ex Side, Antonio “Jaime” Stiuso y de otro ex espía amigo del fiscal fallecido, que sostienen que lo mataron por el caso AMIA y su denuncia por encubrimiento contra el gobierno anterior. “Quedaron líneas de investigación incompletas”, “hubiese querido terminar”, se queja Fein, en su pequeño despacho de paredes blancas, sin más ornamentos que tres diplomas. “Me sacaron el expediente justo cuando investigaba a fuerzas de inteligencia” por una cadena de llamados telefónicos que se produjeron el domingo 18 de enero todo el día, antes de que Nisman fuera encontrado sin vida. En diálogo con un grupo de periodistas, Fein dijo que no es cierto que el acta de la declaración de Stiuso del año pasado haya omitido su teoría del asesinato. “Cuando terminó se le leyó, se le dio para leer y la firmó”, recordó la fiscal.
Fein fuma mucho mientras habla y lee párrafos resaltados con flúo. Su despacho se llena de humo con la charla-conferencia. Sobre una mesita, hay un palo de agua y dos potus. Frente a su escritorio, un mueble con biblioteca casi vacío, con un Código Procesal, una brujita de tela que cuelga y algunas fotos: una es de su mamá, otra de su jura, y donde están ella y su secretario, Bernardo Chirichella, hace algunos años. La fiscal está impresionada con el despliegue del caso Nisman en los medios, y menciona datos tergiversados y falsedades. “El otro día –ilustra– en el programa de Mauro Viale al doctor (Federico) Casal (abogado de Sandra Arroyo Salgado) le preguntaron ‘¿cómo reaccionó Fein cuando Stiuso la acusó de quitar parte de su declaración?’. Casal dijo que yo balbuceé que ‘era otro momento político’. En mi vida dije eso. Además no sé balbucear, hablo fuerte, tengo voz ronca. Y no me gustan las difamaciones.”
En su declaración de hace un año Stiuso, el hombre más poderoso de la ex Side en las últimas décadas que le marcó el paso a Nisman en la causa AMIA, habló poco. Pero dijo que la muerte del fiscal lo sorprendió, se refirió a ella casi como un suicidio, ya que no lo esperaba “de una persona tan apasionada por su trabajo”. El lunes en su maratónica declaración acusó a Fein de omitir en el acta que había relacionado la muerte con el trabajo del fiscal en la unidad AMIA y habló de homicidio. “Lo que no está en el acta es porque no lo dijo. Como a todos los testigos se le leyó en voz alta su declaración y se le dio para leer. Luego la firmó. Tampoco estaba solo, estaba con su abogado. Ninguno de los dos es un lego en la materia. De haber advertido una omisión se hubiera manifestado. Y si hubiera hablado de homicidio, yo hubiera preguntado qué pruebas tiene”, se ofusca Fein.
“Yo no compartí la declinación de competencia”, sostiene por la resolución de Palmaghini de enviar el expediente al fuero federal, lo que siempre quiso la ex esposa de Nisman, que es jueza federal en San Isidro. Entonces explica que no ve indicios de homicidio hasta el momento. Y cuestiona el otro argumento para el cambio de fuero: la posible violación de los emails a través de la manipulación de la computadora, que es delito federal. “Eso está consignado en la causa casi desde el comienzo, cuando la hermana de Nisman pidió que se resguarde la información de teléfonos y computadoras”, dice. Fein no va a apelar la decisión de la jueza, porque el fiscal de Cámara, Ricardo Sáenz, ya dictaminó con argumentos de las querellas que a Nisman lo mataron y que el caso es federal. Lo que diga se tornaría abstracto, piensa. Apelará la defensa del informático Diego Lagomarsino, dueño del arma de la que salió el disparo letal.
El problema, dice Fein, es que “quedaron líneas de investigación incompletas”. “Hubiese querido que me dejen terminar. Hubo paréntesis de más de dos meses, por dilaciones que impedían avanzar. Poder decir con la verdad qué fue lo que pasó con el deceso de una persona y más de un fiscal, me hubiera dejado más que feliz, y no sólo por las nenas de Nisman sino por toda la sociedad. No pude”, reflexiona Fein.
Como muestra de que exploraba todas las teorías (suicidio, homicidio o suicidio inducido), advierte que le quedó un signo de pregunta sobre un informe de la División Fraudes Bancarios de la Policía Federal, que hizo un entrecruzamiento telefónico del fin de semana en que Nisman apareció muerto. Empezaba en la mañana del domingo 18 de enero, con una comunicación entre Stiuso y Alberto Mazzino, el ex director de Análisis de la central de inteligencia, y seguía con llamadas varias entre Fernando Pocino, ex jefe de Reunión Interior, con un celular del ex jefe del Ejército, César Milani, y con otro del ex número dos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Juan Martín Mena, así como con el fiscal Carlos Stornelli. “No eran llamadas de un domingo cualquiera. El entrecruzamiento era llamativo, preocupante y sugestivo. La frecuencia no era habitual. Cualquiera con un poco de sentido común podría pensar que estas personas estaban esperando algún resultado. No lo puedo aseverar, pero se estaba investigando. Se dio justo ese 18 de enero y justo con gente de fuerzas de inteligencia”, señala Fein. Recuerda que Pocino estaba citado para los próximos días. “Al final, no se los escuchó ni a él, ni a Milani, ni a Mena”, regaña.
“Es muy difícil encontrar la prueba de un suicidio inducido”, dice después Fein. Y explica que no obtuvo colaboración de Estados Unidos para poder acceder al contenido de los correos electrónicos. Se conocen tres casillas hasta ahora. El dato más llamativo, que se llegó a desentrañar, es por qué tuvo movimiento después de más de un año el correo [email protected], que era la que Nisman tenía asignada a la cuenta en el banco Merrill Lynch de Nueva York, donde Nisman tenía 600 mil dólares, y la cotitularidad con su madre, hermana y Lagomarsino.
Otro punto que Fein dice que quedó trunco es la investigación del origen del “troyano” que se encontró en el celular de Nisman (aunque no llegó a activar un virus malicioso). Se determinó que podía provenir de un domicilio en Paraná, que Fein quiso allanar, pero no consiguió que el juzgado avanzara.
Fein está enojada con las querellas y pide explicar pruebas que Arroyo Salgado en sus recurrentes exposiciones públicas “no informó en su totalidad” y lo hizo “sin su contexto”. “Por ejemplo, según la querella el estudio del disparo llevado a cabo en Salta”, “dio que el arma dejaba fulminante” pero como el barrido electrónico sobre las manos del fiscal dio negativo, “eso sería prueba categórica de que había una segunda persona, por lo tanto Nisman nunca pudo haber disparado el arma; sin embargo –aclara la fiscal– el propio informe dice textual que el estudio no genera certezas”. “Y cuando las conclusiones dicen que no se halló fulminante, es decir plomo, antimonio y bario juntos, no quiere decir que la persona no disparó el arma. El informe dice que tal vez no se detectan por sudoración, factores ambientales, lavado de manos o manos ensangrentadas. El resultado negativo no descarta que el arma haya sido disparada”, subraya Fein. También recuerda –como contradicción– que uno de los peritos de la querella, Daniel Salcedo, habló de que el posible matador habría apoyado su mano sobre la de Nisman, que sostenía el arma.
La cuestión del fulminante también fue invocada por el fiscal Sáenz cuando dictaminó que fue asesinato. “El puede hacer su dictamen, podemos no coincidir. Yo no puedo alejarme del material probatorio que tengo. No dar fe de lo que está firmado por expertos sería faltar a la verdad”, afirma Fein. “Los patrones de manchas de sangre –agrega– no están alterados”, algo que también sostuvo el perito Salcedo, “sirvieron y fueron analizados”, “y no tengo nada para pensar que alguien entró al baño, como incluso declara la madre de Nisman”. “La junta médica que no puede estar contaminada –recordó Fein– concluyó que no puede establecer con rigor científico que estemos frente a un homicidio”.
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