Ex funcionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner que integran el consejo editor de la revista Desafíos advirtieron que “el acuerdo con los buitres, tal como lo presenta el oficialismo, es la puerta para volver a entrar al laberinto del endeudamiento”, al tiempo que rechazaron “los plazos extorsivos e inaceptables” que el gobierno de Mauricio Macri “le impone al Parlamento nacional”. También señalaron que los legisladores tienen “una enorme responsabilidad en esta etapa” y les encomendaron tomarse “todo el tiempo” que sea necesario para “revisar la exigua quita ofrecida producto del apresuramiento, eliminar tratamientos privilegiados a determinados fondos, evitar el pago de honorarios exorbitantes a sus abogados y blindarnos frente a futuros reclamos judiciales”.

Los ex ministros Jorge Taiana, Carlos Tomada, Daniel Filmus y Nilda Garré; la ex titular del Banco Central Mercedes Marcó del Pont, el ex embajador ante el Vaticano Eduardo Valdés, y el diputado y dirigente gremial Carlos Gdansky remarcaron que el planteo del gobierno de Mauricio Macri es “un falso dilema para nuestra democracia” porque “nos rendimos frente a la peor cara del capitalismo o tendremos que hacer frente a un ajuste brutal de nuestra economía”. Afirmaron que hay una alternativa “cuyo horizonte sigue siendo el de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social” y destacaron que durante los gobiernos kirchneristas “se reestructuró la deuda en default con una quita del 67 por ciento y se abrió el camino del desendeudamiento que permitió eliminar una de las trabas principales al desarrollo nacional”.

“El acuerdo con los buitres, tal como lo presenta el oficialismo, es la puerta para volver a entrar al laberinto del endeudamiento que tanto daño produjo a nuestro tejido productivo y a nuestros trabajadores”, señalaron. Advirtieron, además, que el gobierno “ha subordinado todo su esquema macroeconómico a este arreglo y a los imperativos del sistema financiero internacional”, postura que explica “los plazos extorsivos e inaceptables que le impone al Parlamento nacional, condicionando nuestra soberanía”.

Los legisladores “deben tomarse todo el tiempo necesario para debatir no sólo las cuestiones técnicas del eventual acuerdo, sino fundamentalmente dar la discusión conceptual acerca del rol que como país le asignamos al financiamiento internacional en nuestro modelo de crecimiento y desarrollo”, reclamaron, y recordaron que “el Congreso de la Nación es el ámbito institucional adecuado”. “Más allá de los detalles del acuerdo, lo que no se puede otorgar es un cheque en blanco para volver al endeudamiento sin control”, alertaron y dijeron confiar en “nuestros legisladores, porque sabemos que en esto se juega el futuro de la Argentina”.