Martes, 12 de abril de 2016 | Hoy
EL PAíS › UN EXPERTO EXPLICA PARA QUé SIRVEN LAS CUENTAS SECRETAS Y LAS EMPRESAS EN PARAíSOS FISCALES
El peruano Oscar Ugarteche, uno de los mayores expertos de América latina en finanzas internacionales, criticó ante Página/12 el hermetismo sin ninguna supervisión.
Por Martín Granovsky
Por encargo del Congreso peruano fue el autor de la primera pesquisa internacional sobre los fondos buitre. También indagó en las cuentas secretas del dictador Alberto Fujimori y de su jefe de Inteligencia Vladimiro Montesinos. El peruano Oscar Ugarteche actualmente trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se deja tiempo para escribir (muy pronto saldrá en la Argentina su último libro, Historia crítica del Fondo Monetario, el gendarme financiero) y para seguir al detalle la información sobre los vericuetos del dinero.
–En primer lugar las transnacionales. El origen de los paraísos está en las antiguas zonas francas, que ya utilizaban los corsarios en el siglo XVI. No es casualidad que haya crecido la city de Londres y que se haya desarrollado Hong Kong. Después las zonas francas se fueron convirtiendo en un sitio que permitía por un lado asegurar la riqueza y por otro actuar como paso de pago.
–Supongamos que exista una empresa llamada Cargill Argentina y que quiere transferir una remesa a otra empresa llamada Cargill Londres. Bien: lo hace mediante una triangulación. Es decir, a través de dos operaciones que tienen en el medio un paraíso fiscal. La empresa offshore asentada en el paraíso fiscal paga por granos a Cargill Argentina por debajo del costo. Luego esa offshore le vende por encima del valor a Cargill Londres. Cargill Argentina reducirá sus ganancias y sus pagos de derechos de exportación en la Argentina. Pagará pocos impuestos o nada. Y lo mismo sucederá con Cargill Londres. Los paraísos con una offshore son muy útiles para lo que llamamos “comercio intrafirma”. Insider trading. La operación interna se termina resolviendo en un paraíso fiscal. Con la banca internacional las cosas son todavía más extremas.
–En la situación actual sin paraísos fiscales no hay banca internacional. Los paraísos fiscales son funcionales a la maximización extrema de ganancias de los bancos, a la financiarización internacional. En un préstamo tienes que cobrar el impuesto al valor agregado, ¿no? ¿A quién? ¿Al extranjero en un país? ¿Al que tomó el préstamo en otro país? Nada de eso. Los préstamos suelen realizarse desde un tercer sitio donde, mira qué casualidad, no se cobran impuestos. Entonces el importe del crédito sale limpito. Los paraísos fiscales sirven para esconder impuestos en el comercio internacional y para facilitar operaciones de crédito. Por no hablar de una tercera función: encubrir operaciones internacionales poco legítimas o ilegítimas.
–Los narcotraficantes, por ejemplo, colocan grandes sumas en un banco ubicado en un paraíso fiscal. Allí no hay supervisión. Para que se entienda: nadie puede preguntar si se trata de dinero bien o mal habido. Las cuentas de Montesinos y de Fujimori estaban en Gran Caimán.
–Yo mismo estaba a cargo de la investigación por pedido del Congreso peruano.
–Un banco lo devolvió.
–Es que ésa es la combinación: compañía y cuenta. Las dos en un paraíso fiscal.
–Podía decirle esto: “No te preocupes, mi reina, pondré tu dinero en un buen refugio”.
–Es posible. Pero no es la única utilidad de los paraísos fiscales con cuenta y offshore. A veces sirven para que las operaciones sucesivas que se hagan con ese dinero no generen nuevos impuestos.
–Las compañías en paraísos fiscales o sirven para evadir hoy o para evitar impuestos mañana.
–Las cuentas sólo aparecerán si los bancos las revelan. Por secreto bancario no lo pueden hacer y nadie puede pedirle al banco que entregue información de una cuenta en un paraíso fiscal. Con la investigación de Montesinos y Fujimori en un momento tuve indicios de que había cuentas abiertas por el Bilbao Vizcaya en Gran Caimán. Le dije a Baltasar Garzón, que todavía era juez, que no podía hacer nada. Y él no pudo hacer nada. Los bancos ignoran a todo el mundo. Después conseguimos un número de cuenta. Con eso ya es más fácil trabajar.
–Sí, y entonces eres un inversionista extranjero que puedes no pagar el impuesto a las utilidades porque tú, como accionista, estás en el extranjero. En Panamá, por ejemplo, no pagas impuesto a la renta. Solo necesitas un buen estudio de abogados en Buenos Aires.
–La financiarización es un enorme desastre. Hay una confusión absoluta entre una zona libre de impuestos y una zona libre de toda supervisión donde nadie rinde cuentas. Un banco sucursal de otro banco no rinde cuentas si está en un paraíso fiscal.
–Lo cual permite nuevos tipos de fraudes fiscales. ¿Qué pasó con Suiza y los bienes de los judíos alemanes y europeos en los años ‘30? Los pobres tomaron sus cosas de valor, las pusieron en las maletas, fueron a Suiza y dejaron dinero o joyas. Pero los dueños de las cuentas se murieron. ¿A quiénes debían darles el dinero los bancos suizos? Como no había supervisión, y tampoco lista de beneficiarios, los bancos se quedaron con las riquezas. Lo devolvieron solo después de un juicio gigantesco. Si no hay supervisión internacional, el dinero del narcotráfico y el que financia al terrorismo seguirá pasando con facilidad por los paraísos fiscales.
–Que el paraíso fiscal tenga la capacidad de supervisar las cuentas y de trabajar con las supervisoras de cuentas de todo el mundo. Hoy funciona un sistema por el que nadie supervisa. El gran problema es el hermetismo.
–A las economías nacionales. A estas alturas el gran paraíso fiscal es Luxemburgo. Un gran problema para las economías europeas.
–Por la recuperación de la salud de los bancos. Entonces el tema dejó de ser un tema. Si los bancos ya estaban salvados no importaba qué hacían esos paraísos. Ahora otra vez quieren convencernos de que no se pueden eliminar ni el hermetismo ni el paraíso. Es un dogma. Si se estableciera que ningún banco puede operar desde zonas sin supervisión bancaria el juego sería distinto pero igual habría juego y economía de mercado. Todo debería estar bajo supervisión. “Zona franca” no debería significar “zona de impunidad”. Así son sitios extraterritoriales.
–No. La Hedge Act, la ley del borde, en los años 90 permitió zonas territoriales dentro de los Estados Unidos. En Delaware, en Florida, en Nueva Jersey. En esas zonas no hay impuestos. Pero sí hay supervisión. La falta de supervisión sirve para maximizar ganancias financieras, para triangular en el comercio internacional y para garantizar un menor control de flujo de capitales, tanto de origen legal como ilegal. El punto clave es dónde dejar la ganancia para eludir la declaración de utilidades en tu país de origen. Si eres grande, muy grande, lo que querrás es no pagar impuestos en tu país de origen.
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