El juez federal Norberto Oyarbide, que ya presentó su renuncia pero sigue en el cargo hasta que el Poder Ejecutivo la acepte, fue denunciado ayer por el “falso testimonio” en que habría incurrido al asegurar que nunca habló por teléfono con Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, y lobbista judicial del macrismo. “El señor Oyarbide mintió”, sostuvo el fiscal federal Federico Delgado en la denuncia que radicó contra el magistrado en el Juzgado Federal Nº 7 de Sebastián Casanello, que lleva la causa donde se investiga si Angelici contactó al renunciante juez en nombre del gobierno nacional solicitándole que renuncie.

Oyarbide había declarado por escrito ante Casanello: “No he recibido llamado de parte del señor Angelici” y “no poseo celular y mi número particular no figura en guía. Tampoco acostumbro a darlo a persona alguna”. Sin embargo, Delgado aportó a su denuncia una fotografía reciente de Oyarbide hablando por teléfono móvil: “Oyarbide se comunica a través de colaboradores. No tiene celular pero todo el tiempo habla por celular. No los tiene a su nombre pero los usa”.

Además, recordó que en una causa por supuesto prevaricato se dio “por acreditada la práctica llevada a cabo por este magistrado de comunicarse únicamente a través de los teléfonos pertenecientes a su entorno”, en especial los de “sus custodios y el secretario judicial Carlos Leiva”.

Esta causa se inició a partir de la denuncia de un abogado tras acusaciones de la diputada nacional Elisa Carrió quien afirmó: “Yo me voy a seguir ocupando de investigar la corrupción aunque Angelici lo quiera impedir. El presidente de Boca interfiere en la Justicia y el presidente de la República lo sabe”. Según la denuncia, Oyarbide y Angelici –señalado por Carrió como “operador judicial” del presidente Mauricio Macri– se habrían reunido y habrían negociado la dimisión del juez, que está a estudio del primer mandatario.

Oyarbide presentó la renuncia en medio de un proceso preliminar de juicio político iniciado después de que suspendió una serie de allanamientos, luego de que uno de los sospechosos en esa investigación se comunicó por esa cuestión con un entonces funcionario de alto rango del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. En ese expediente ya se había comprobado que quien pretende comunicarse con el renunciante magistrado tiene que llamar a los celulares de los custodios. Aunque el juez Luis Rodríguez sobreseyó a Oyarbide, dio por probada la comunicación entre Carlos Liuzzi, que era el número dos de Carlos Zannini en la secretaría Legal y Técnica, y el sargento Hernán Estrada, integrante de la custodia del juez.

Carrió sigue sosteniendo que la renuncia de Oyarbide es la prueba del pacto de impunidad de este magistrado con Angelici y le reclamó a Mauricio Macri que no acepte la renuncia, tal como también le solicitaron los radicales. Sin embargo, a pesar de su enfrentamiento con Angelici, el ministro de Justicia Germán Garavano le recomendó al Presidente lo contrario: aceptar la renuncia y cerrar el tema. En ese caso Oyarbide podría seguir cobrando su jubilación preferencial de juez, en cambio si no le aceptan la renuncia debería seguir su curso el juicio político por el caso de tráfico de influencias que sustancia el Consejo de la Magistratura. Todo indica que, aun de salida de la carrera judicial, el polémico magistrado sigue levantando polvareda.