El juez federal Sebastián Casanello envió un oficio al Ministerio de Seguridad en el que pide explicaciones sobre la visita de supuestos agentes de Inteligencia Criminal al empresario Lázaro Báez, detenido en el penal de Ezeiza por lavado de dinero. Intentaron pasar a verlo pero fueron reportados por el Servicio Penitenciario Federal (SPF), que ante la duda consultó al juzgado, donde la respuesta fue que no habían enviado ni autorizado a nadie. Hasta ayer a la noche, no había respuesta de la cartera a cargo de Patricia Bullrich. Casanello tiene los nombres o supuestos nombres de quienes intentaron ver a Báez como si fueran personal civil de inteligencia criminal, pero por ahora no trascendieron, según confirmaron allegados al juzgado. Habrá que ver si realmente pertenecen a la estructura del Ministerio o si son personas que intentaron hacerse pasar como tales. Las teorías que circulan al respecto son de lo más variadas, pero la mayoría apuntan a posibles advertencias o presiones sobre el empresario de la obra pública. Báez fue detenido la semana pasada, dos días antes de lo que estaba prevista su indagatoria –que fue adelantada– cuando aterrizó en el aeropuerto de San Fernando. Al final de la semana, el viernes, se presentó Leonardo Fariña, detenido desde hace dos años por evasión fiscal, y ofreció un extenso relato sobre supuestos negocios de Báez en la obra pública y con Néstor Kirchner. Su relato derivó en un nuevo requerimiento de instrucción del fiscal Guillermo Marijuán, que incluyó hasta a Cristina Kichner y el ex ministro de Planificación Julio De Vido. Ahora Fariña tiene una custodia especial, y el juez Casanello dispuso que la Policía Metropolitana custodie a su papá y su hermano.