La Justicia ordenó reabrir la causa Skanska, el primer escándalo de presunta corrupción del gobierno kirchnerista, y reflotó la validez de una conversación que corroboraba el pago de coimas por la adjudicación de obras públicas. La decisión de la Cámara de Casación Penal se conoció en coincidencia con la citación judicial de Cristina Kirchner. La pesquisa había salpicado a funcionarios que dependían del entonces ministro de Planificación Julio De Vido. La sala IV de Casación, integrada por Juan Gemignani, Mariano Borinsky y Angela Ledesma, resolvió revocar la decisión de la sala I de la Cámara Federal que había excluido como medio de prueba la grabación. Además, ese tribunal ordenó “imprimir celeridad al trámite de la investigación” en manos del juez Sebastián Casanello y paralizada desde 2011.