“¡Es un programa de gobierno opositor y no una agenda parlamentaria! Esto no fue lo acordado”, bramó el diputado del Partido de la Revolución Democrática, Miguel Bonasso. “Hubiera preferido ser convocada a discutir los puntos de la propuesta”, señaló en un tono más calmo la kirchnerista porteña Juliana Marino. Como ellos, buena parte del espectro de legisladores de centroizquierda reaccionaron de manera similar ante la difusión de la agenda parlamentaria que lanzó Claudio Lozano. El economista de la CTA buscó bajarle el tono a la polémica al asegurar ante Página/12 que se trata simplemente de una propuesta parlamentaria sin intenciones encubiertas, como algunos deslizaron: “Esas son asociaciones libres. Creo que tengo el derecho a decir cuáles son los puntos que hay que discutir”, dijo.
Según Lozano –sorprendido por las repercusiones de su propuesta–, la carta que les había remitido a una treintena de legisladores no era más que un simple borrador “para generar un grupo parlamentario que cuente con una agenda, una coordinación y reglas de funcionamiento”. Es más, afirmó el diputado, que está dispuesto a que se agreguen, corrijan y hasta que se retiren algunos de los puntos que allí propone.
Para muchos de los diputados que recibieron el texto, su coincidencia con el relanzamiento del movimiento político y social que lidera la CTA, central sindical a la que responde el propio Lozano, generó sospechas. “De ninguna manera. Esto ya lo habíamos conversado”, aseguró el legislador quien agregó –como para aclarar más su intención– que fue “una propuesta para fijar prioridades en torno a tres ejes centrales en la nueva organización que debe tener la sociedad argentina, como son la redistribución del ingreso, la autonomía nacional y la democracia”.
Es más, el economista de la CTA jura que no existió la típica maniobra de “primerear en los medios” una discusión política. “No fue mi intención”, sostiene aunque por ahora pocos le creen.
“Lozano plantea la reforma del Presupuesto 2004 que compañeros nuestros, como el ‘Barba’ (Francisco) Gutiérrez, aprobaron hace menos de un mes por coincidencia y no por obsecuencia”, indicó Bonasso a este diario quien rechaza cualquier posibilidad de enfrentarse con Kirchner.
El sector que lidera el periodista y que por ahora agrupa a siete legisladores –”con la firme posibilidad de que se sumen siete más”, según indicó– se plantea ser un espacio oficialista no peronista que respaldará la gestión del patagónico pero con autonomía de opinión. Así, una propuesta del estilo de Lozano le genera a este grupo posibles fricciones con los ocupantes de la Rosada que no desean soportar.
Sin duda, la modificación del presupuesto que plantea Lozano es uno de los ítems que más resistencia generó porque obligaría a este nuevo grupo a optar por una postura que choca con la línea política que se teje en gobierno. “Habíamos acordado sentarnos a conversar, pero actitudes como estas nos hace pensar que hay otras intenciones por detrás. El espacio de centroizquierda es necesario construirlo pero para eso hay que dejar de lado estas mañas de primerear ante los medios para imponer los ejes de discusión”, fue la queja de Gutiérrez, dirigente metalúrgico y diputado por el Polo Social, quien hoy está prácticamente alineado con Bonasso en el bloque Convergencia. El Barba, como lo llaman propios y extraños, cree que este intento de “marcar la cancha” en nada facilita el reagrupamiento que les puede permitir “ocupar la vicepresidencia tercera”, un espacio de poder que les permitirá influir –cree el legislador– en el rol que deberá tener el Congreso en los próximos cuatro años de la gestión de Néstor Kirchner.
A su turno, Marino, quien junto a los frentistas Margarita Jarque y Julio Acavallo más la radical Silvana Giudici integra el bloque Encuentro,también mostró diferencias con la jugada de Lozano. “Hicimos un esfuerzo grande por sumar, siempre nos mostramos abiertos y con voluntad de diálogo, pero hubiera preferido ser convocada para la discusión de los puntos de la propuesta”, afirmó la kirchnerista porteña. La diputada afirmó también que el planteo del dirigente de la CTA “excede la agenda parlamentaria, tiene más que ver con un programa de gobierno” y coincidió en criticar la modificación el presupuesto.
Si de apoyos se trata, la diputada intransigente –en el interbloque ARI–, Lucrecia Monteagudo es una de las que coincidió con la propuesta de Claudio Lozano. “Es buena, es correcta y la debatiremos hacia adentro del interbloque ARI. Creo que es un disparador. Algunos podrán estar de acuerdo, otros no tanto, pero incluso veo como sano que se lo plantee”, indicó la legisladora.