EL PAíS
› LAS TRABAJADORAS REINGRESARON A LA FABRICA
Ya hay trabajo en Brukman
› Por Laura Vales
Ocho meses después de ser desalojadas, las trabajadoras de Brukman reingresaron ayer a la fábrica para realizar un inventario de las instalaciones, el trámite previo a la toma de posesión de lugar. Acompañadas por un síndico y funcionarios del gobierno porteño, hicieron un recorrido por los seis pisos del edificio, al término del cual denunciaron que faltan elementos importantes para retomar la producción, como un CPU con los planos de diseño de las prendas, placas de las maquinarias e incluso ropa que estaba lista para la venta.
“Nos encontramos con un desastre, hay muchas máquinas automáticas rotas. Un ingeniero de la facultad comenzó a revisarlas, pero todavía no tenemos una dimensión completa de los daños, porque aunque se ve a simple vista que fueron golpeadas no tenemos electricidad para probarlas”, dijo a Página/12 Celia Martínez.
Las trabajadoras anticiparon que van a presentar una denuncia penal contra el antiguo dueño, Jacobo Brukman, por el estado en que hallaron la textil. En los últimos meses, mientras el inmueble estuvo bajo custodia de la Policía Federal, los empresarios fueron los únicos a quienes se permitió entrar.
Participaron de la realización del inventario la síndico Elina Fernández, el subsecretario de Desarrollo Económico de la ciudad, Osvaldo Alonso, la presidenta de la cooperativa Elena Caliba y el abogado Luis Caro. Todavía no está claro en cuánto tiempo las mujeres van a poder volver a trabajar. Si bien la luz va a ser reconectada esta misma semana, los arreglos son mayores que los previstos.
Brukman fue abandonada por sus dueños en 2001, dos días antes de la caída del gobierno de la Alianza. Sus trabajadoras la tomaron y la pusieron a producir durante diez meses. En abril de este año fueron acusadas de haber usurpado el lugar y desalojadas por orden de un juez en lo penal. Montaron entonces una carpa de protesta frente a su puerta, que mantuvieron durante siete meses, hasta que la Justicia comercial dictó la quiebra de la empresa y la Legislatura porteña la expropió. Volverán a producir con una cooperativa de 58 personas cuyo nombre recuerda el día en que comenzó la ocupación de la fábrica, “18 de diciembre”.
En el momento del desalojo, las mujeres estaban confeccionando un encargo de trajes que quedaron dentro del edificio. Al parecer, una parte de ese material fue arruinado. Las trabajadoras también denunciaron que fueron violados varios cofres con pertenencias personales y uno en el que la tesorera guardaba dinero común y que ayer encontraron igualmente forzado y vacío.