Tras doce años al frente de la CGT Azopardo, Hugo Moyano dejará hoy formalmente la conducción de la principal central obrera del país. Un congreso cegetista que sesionará a partir de las 9 en el micro estadio del Club Ferrocarril Oeste dará por finalizado el tercer mandato consecutivo del camionero y elegirá una dirección provisoria hasta el 22 de agosto, día en que está previsto que las tres CGT se reunifiquen. En medio del traspaso, el posible sucesor de Moyano, Juan Carlos Schmid, volvió a salir muy duro contra el macrismo y anticipó que convocará a “paros y movilizaciones de los trabajadores de toda la Argentina”.

Schmid lidera la CATT, una confederación de gremios del transporte terrestre, aéreo y marítimo que ayer lo postuló como candidato a encabezar la futura CGT unificada. La conferencia de prensa para su lanzamiento sirvió de escenario para que la CATT anticipara que propondrá un paro general contra el Gobierno.

“Hay una incertidumbre manifiesta, aún después de haber entrado en el segundo semestre”, dijo Schmid sobre la situación económica del país. Vamos a promover un plan de acción nacional por el complejo cuadro de situación que atraviesa hoy el pueblo argentino, cuyo malestar más reciente es el cuadro tarifario”.

El dirigente cargó contra el presidente Mauricio Macri al señalar que “hay desmanejo e incapacidad” ya que la cuestión de los incrementos “se abordó sin la debida preparación”. En esa línea, recordó que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, “prometió una inflación del 25 por ciento anual, y recientemente dijo que la suba de precios ya alcanzó al 42 por ciento”, un defasaje que licuó los acuerdos salariales firmados en las paritarias.

Es “insuficiente lo que ha hecho el gobierno hasta el momento”, concluyó Schmid, para señalar que “la CATT va a llevar sus propuestas concretas” de paros y movilizaciónes antes del congreso de reunificación de la CGT, a la reunión preparatoria del “4 de agosto, para que el plenario de secretarios generales se ponga al frente del sindicalismo argentino”.

Más allá del paso al costado para permitir la unificación de la CGT, y de los gestos que lo muestran con la ambición concentrada en la AFA, la apuesta de Moyano no incluye la intención de desaparecer como figura sindical. Su sindicato, Camioneros, adherirá al plan de lucha que lanzaron los gremios del transporte.

Como el moyanismo con Schmid, cada sector sindical viene impulsando a su candidato para liderar la CGT unificada. La CGT oficial de Antonio Caló impulsa al titular de Sanidad, Héctor Daer –hermano de Rodolfo, que fue el jefe de la CGT del 96 a 2002–. La CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo propone al estacionero Carlos Acuña. El Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) del taxista Omar Viviani tiene como candidato al ferroviario Sergio Sassia. El macrista Gerónimo “Momo” Venegas también se autopostuló. Con el aval de Cambiemos, viene tratando de juntar número para quedar hoy como titular interino de la CGT Azopardo, lo que le daría una mejor vidriera de cara al congreso de reunificación del 22 de agosto. A su vez, los cegetistas de perfil más combativo, que integran la Corriente Político Sindical Federal, lanzaron el martes al titular de la Bancaria, Sergio Palazzo, con la propuesta de una conducción colegiada para la futura CGT.

“Vamos a reclamar uno de esos lugares”, remarcó ayer el dirigente de los bancarios, que explicó que el sector que lidera “ha sumado muchas organizaciones gremiales que formaban el Núcleo del MTA, que luchó contra el gobierno de (Carlos) Menem en su momento”. La figura del titular de La Bancaria creció en estos siete meses en abierta oposición a las políticas de Cambiemos. El suyo fue el primer sindicato cegetista que salió a protestar contra Macri. El día en que el Presidente daba su discurso anual ante la asamblea Legislativa, marcharon al Congreso contra los despidos y fueron reprimidos por la policía. Luego, logró la reincorporación de esos cesanteados, al plantearlo como condición para firmar la paritaria. Palazzo llamó, en este sentido, a “recuperar la rebeldía para la CGT”.