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El fantasma del fin del gobierno de Eduardo Duhalde volvió a instalarse con fuerza en el Congreso. Las complicadas negociaciones con el FMI, la disparada del dólar y los vetos presidenciales al presupuesto generaron una serie de nerviosas reuniones entre las bancadas del PJ y la UCR. Los primeros buscan mantener la coalición gobernante que incluye una batería de medidas legislativas que permita amortiguar el cimbronazo ante la posibilidad de que no llegue el dinero del Fondo. Los radicales, en cambio, huelen un posible fracaso y dudan sobre hasta dónde acompañar al Presidente en esta crítica situación. Piden un plan de gobierno, mayor participación y una urgente reunión con Duhalde para el próximo lunes.
Los hombres del Gobierno buscan calmar a su tropa del Congreso y los socios radicales. Dicen que en pocos días más llegarán novedades del Fondo. Desde Monterrey, Duhalde dijo –con exagerado tono optimista– que recién en 15 días la Argentina se sentará con el FMI para discutir la situación del país. Pero igual no logran convencer a propios y ajenos.
Los vetos presidenciales a 16 artículos del Presupuesto –que incluyeron la cancelación de deudas por el Fondo Especial del Tabaco y del Fondo de Incentivo Docente– hicieron las veces de disparador de las críticas. El radicalismo de ambas Cámaras se quejó con virulencia por la decisión presidencial. “Nos tienen de forros”, se quejó un diputado radical durante la reunión de bloque de ayer. El ánimo entre los senadores del PJ no era diferente. La salteña Sonia Escudero, por caso, calificó los vetos de “traición del PEN” porque las modificaciones a los artículos del Presupuesto habían sido consensuadas con el jefe de Gabinete Jorge Capitanich.
Entre los justicialistas de la Cámara baja el análisis es similar. Tanto llegó el malestar en el bloque que el vicepresidente, Oraldo Britos, presentó un proyecto de ley destinado a rechazar todos los vetos del Poder Ejecutivo. “Este Parlamento no sólo acompañó decisiones contenidas en el presupuesto con las que no todos hemos coincidido ni estuvimos contentos, sino que nuestra aprobación fue el modo en que respaldamos al gobierno nacional”, explicó Britos en su proyecto. Humberto Roggero buscó disminuir la tensión al anunciar que el 4 de abril se realizaría un encuentro con el Presidente para “hablar de todo”. Pero es muy probable que esa reunión se adelante.
Sucedió que durante el mediodía de ayer, el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño junto a su colega del Senado, Juan Carlos Maqueda, se reunió con los presidentes de los bloques radicales, el senador Carlos Maestro y el diputado Horacio Pernasetti. Allí, los representantes del centenario partido le exigieron una inmediata reunión para el lunes con Duhalde con el objetivo de discutir “líneas de acción clara y un plan económico” de lo contrario, “el apoyo llegará a su fin”. Las palabras que brotaban de la boca de Pernasetti eran las que había escuchado durante la mañana cuando sus colegas se quejaban del “doble discurso del gobierno”. Los radicales, transmitió el jefe del bloque de diputados de la UCR, exigen “laburar detrás de algo, de un plan de gobierno. De lo contrario, hacemos una raya y que ellos sigan solos”.
Por lo pronto, en ambas cámaras decidieron suspender las sesiones. Oficialmente dijeron que tradicionalmente no sesionan durante la Semana Santa, pero en realidad lo que se pretende es evitar cualquier sorpresa de consecuencias imprevistas.
Hay nervios entre los socios del Gobierno que ayer se acrecentaron con la disparada del dólar. Por lo pronto, Maestro le dijo a sus colegas del bloque que mantengan abierto sus celulares “por si ocurre un imprevisto”. Nadie se atreve a aventurar lo que pueda suceder la semana próxima, pero algunos avizoran “una Semana Santa movida”. Eso sí, ninguno se imagina unanueva Asamblea Legislativa. “En todo caso alguien anunciará elecciones anticipadas”, confió un senador radical.