La transversalidad ya tiene fecha y lugar de largada. El 5 de marzo, en Córdoba, el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, el ex intendente de Rosario Hermes Binner y el intendente de esa ciudad, Luis Juez, se reunirán para inaugurar lo que hasta ahora era sólo una promesa: un espacio político de tono progresista, integrado por dirigentes de centroizquierda con experiencia de gestión, que sintonice con el Gobierno desde afuera del peronismo. La idea es realizar una actividad en conjunto y una conferencia de prensa anunciando el lanzamiento, que los organizadores tienen previsto continuar con encuentros ampliados y, más adelante, con una cumbre junto a Néstor Kirchner.
Aunque Ibarra venía trabajando desde hace tiempo en algún acontecimiento concreto que expresara la transversalidad (una idea lanzada por Kirchner con más ímpetu que precisiones), recién terminó de definir el esquema la semana pasada, en diálogo con los otros dos dirigentes convocados: Binner, el ex intendente socialista que perdió la gobernación de Santa Fe por imperio de la Ley de Lemas. Y Juez, el peronista disidente que derrotó ampliamente al postulante de José Manuel de la Sota en las elecciones de la capital cordobesa y se convirtió en la nueva estrella de la política provincial.
El programa, todavía a definir, incluirá una caminata por las calles de Córdoba, alguna actividad y una conferencia de prensa. Además de los tres dirigentes, podrían participar, en un segundo plano, la senadora Vilma Ibarra, hermana del jefe de Gobierno; el senador Carlos Rossi, que entró por la lista de Juez, y Miguel Lifschitz, el socialista que sucedió a Binner en la intendencia de Rosario.
El encuentro será el lanzamiento de un espacio político con algunas características novedosas:
- Buscará reagrupar a las fuerzas de centroizquierda: el Frente Grande de Ibarra, heredero del Frepaso; el Partido Socialista de Binner, donde confluyeron el PSP y el PSD; y el Partido Fiscal que formó Juez, integrado por sectores variados –incluso por ex menemistas– y que resulta más difícil de encasillar ideológicamente, aunque su líder se autodefinió como un representante del centroizquierda. En cualquier caso, el objetivo es reunir y darles un eje nacional a las fuerzas progresistas que funcionan por fuera del esquema multiideológico del PJ.
- La segunda característica es el “perfil de gestión” que pretenden darle al lanzamiento, aprovechando el hecho de que los convocantes gobiernan o gobernaban las tres ciudades más grandes de la Argentina. En la conferencia de prensa, dirán que el suyo es un “progresismo de gestión”, que se compromete con los problemas concretos y revalida sus títulos derrotando en elecciones a los candidatos de los partidos tradicionales. Además, el trío de dirigentes realizará alguna actividad vinculada a la gestión municipal (posiblemente la visita a una obra pública), cuestión de subrayar el tono de la convocatoria. La idea es destacar la experiencia en el gobierno como el principal capital de sus dirigentes y marcar diferencias con lo que consideran el “progresismo testimonial” asociado a la experiencia frustrada del Frepaso y a la oposición principista encarnada por Elisa Carrió.
- El tercer punto es el modelo institucional que asumirá la convocatoria. “No queremos formar un partido. Creemos que no tiene sentido y que suele conducir a lógicas que buscamos evitar, como que uno de nosotros tenga que apoyar a los candidatos de su partido en el distrito del otro”, explicaba uno de los organizadores. Por eso, en la reunión en Córdoba el trío hablará de “espacio”, “convocatoria” y “reunión” para referirse a la iniciativa.
- El último punto, quizás el más conflictivo, es la relación con el Gobierno. Ibarra buscó y obtuvo el apoyo de Kirchner, clave para su triunfo en los comicios porteños. Binner disputó la gobernación contra el PJ en unas elecciones en las que, a pesar de la mutua simpatía, el Presidente terminó respaldando al postulante de su partido. A Juez le ocurrió algo similar: jugó contra el candidato oficial del PJ, que obtuvo un respaldo a media máquina del Gobierno. Superado el cronograma electoral, los tres dirigentes manifestaron su apoyo a las principales medidas del Gobierno, aunque cuestionando la alianza oficial con los sectores tradicionales del PJ. Marcaron, así, una diferencia con Carrió, líder del ARI y principal referente nacional del centroizquierda, que decidió ubicarse en un lugar de oposición nítida frente al nuevo gobierno.
Una vez realizado el primer encuentro, el espacio se irá ampliando a otros dirigentes. La lista es tentativa, y por ahora incluye a Martín Sabbatella, el intendente de Morón que logró derrotar al PJ y que ahora busca construir un proyecto propio a nivel provincial (ver página 12). Y Julio Arriaga, el ex intendente de Cipolletti que obtuvo un decoroso tercer lugar en las elecciones rionegrinas.
El próximo paso sería una reunión con Kirchner, una manera sencilla de presentarse ante el Gobierno bajo la fórmula del apoyo con condiciones. De todos modos, los organizadores esperarán a que el espacio se haya consolidado para gestionar la foto en la Casa Rosada.
Más allá de los planes, lo cierto es que la decisión de lanzar un espacio político nuevo –transversal en el sentido de que estará integrado por dirigentes provenientes de diferentes tradiciones partidarias– está tomada. Con la movida, Ibarra, Binner y Juez buscan neutralizar el aislamiento apoyándose el uno en el otro y ocupar un lugar definido en el panorama político, frente a un gobierno hiperactivo y en permanente ofensiva, que los seduce y los descoloca al mismo tiempo.