EL PAíS
› EL MECANISMO PARA LA ENTRADA Y LA SALIDA DE TROPAS
Debate con Giustiniani en contra
› Por Eduardo Tagliaferro
“No es el tema de las inmunidades de las tropas la principal preocupación de los Estados Unidos. No sólo estamos hablando del ingreso de tropas sino fundamentalmente del egreso”, señaló la senadora santacruceña Cristina Fernández de Kirchner respondiéndole al santafesino Rubén Giustiniani. El senador socialista había criticado el proyecto oficialista que establece votar en el Congreso una ley anual que establezca el marco de regulación del ingreso y egreso de tropas para ejercicios militares. En un plenario de las comisiones de Defensa, de Relaciones Exteriores y de Asuntos Constitucionales, el oficialismo dio su respaldo al proyecto ya votado en Diputados el año pasado. El radicalismo intentó introducir modificaciones y finalmente optó por un dictamen en minoría. Aunque los números están echados y el próximo 31 de marzo el oficialismo logrará imponer su mayoría, el debate muestra varias aristas.
La discusión comenzó cuando Kirchner cedió la palabra a la senadora por Mendoza María Cristina Perceval, titular de la Comisión de Defensa, encargada de defender la iniciativa que en su momento había remitido el gobierno de Eduardo Duhalde. Insistió en que en el caso de que se presentaran modificaciones al plan anual, el Ejecutivo tendría que enviar un proyecto de ley con cuatro meses de antelación. Esbozó lo que luego tomaron como principal argumento otros senadores del oficialismo: “Se trata de un gesto del PEN de autolimitación al cumplir estrictamente con lo que define la Constitución”.
Tomó la posta el rionegrino Luis Falcó y criticó cualquier intento de establecer inmunidad diplomática a tropas visitantes. Aquí Kirchner se vio obligada a esbozar el contexto en el que se definen los operativos militares conjuntos. “Hasta hoy el ingreso de tropas lo manejaba el PEN sin contralor parlamentario. Las inmunidades luego eran manejadas con la Cancillería mediante cartas diplomáticas. En un mundo militarizado nunca mejor que hoy poner en manos del Congreso está decisión”, señaló.
Aquí intervino el titular de la bancada peronista, el rionegrino Miguel Angel Picheto. Su intervención fue breve y con el estilo de quien cuenta con los números para imponer cualquier decisión. “Desde el oficialismo, nuestra decisión es apoyar el dictamen tal como viene de Diputados”, dijo. Bien leída, la frase pretendía recordar que, en la Cámara alta, el peronismo cuenta con holgada mayoría propia.
La única voz disidente fue la Giustiniani para quien la iniciativa es una “delegación de facultades”. En total soledad, señaló: “Estamos proponiendo un remedio peor que la enfermedad. El corazón de esta ley son las inmunidades”. Aquí se produjo primero la intervención de Kirchner y luego del riojano Jorge Yoma. “A partir de ahora no hay derecho de Viena que valga. No hay inmunidad que valga luego de que el presidente Kirchner ratificara el tratado de la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad”, dijo Yoma.
Aunque llegó tarde, el misionero Ramón Puerta, titular de la Comisión de Relaciones Exteriores, no se privó de interrumpir a Yoma. Sostuvo que ninguno de los pedidos de los Estados Unidos están contemplados en el proyecto en debate. La semana pasada, Puerta compartió con el vicepresidente Daniel Scioli un encuentro con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, general Richard Myers. En ese encuentro, Myers solicitó para sus soldados la inmunidad total.